Capítulo 21

2K 82 24
                                    


Malú aparcó el coche en su casa, fui a bajar pero me lo impidió.

- Este no es el destino, dejo a los perros dentro y nos vamos.

Me dio un suave beso en la mejilla y se llevó a Pongo y Carmela, en ese momento me derrumbé y no pude evitar llorar por todo lo acumulado, las lágrimas que había conseguido retener durante el trayecto brotaron de mis ojos sin parar.

- Ey, no llores. - me dijo Malú cuando volvió.

Se acercó, me limpió las lágrimas con delicadeza y me abrazó reconstruyendo todos los pedazos de mi corazón, cosa que nunca nadie había logrado conseguir, excepto ella.

- Es que no me puedo creer que haya sido capaz de hacer algo así.

Me miró.

- ¿Sinceramente? Yo tampoco lo hubiese pensado jamás, pero quizás deberías escuchar su versión antes de juzgarla.

La miré sin entenderla.

- ¿Ahora la defiendes?

Sentí rabia, no podía comprender como después de haber escuchado aquello la podía defender, me salí del coche y Malú vino detrás.

- Espera Vanesa...

Sentí su mano agarrando de mi muñeca, tiró de mi y me apoyó en el coche quedando ella delante de mi para que no pudiese irme.

Las lágrimas aún caían por mis mejillas, me miró seria y suspiró antes de hablar.

- No la estoy defendiendo, pero toda historia tiene dos partes, y tú de momento solo has escuchado la versión de Alex, y después de tres años de relación con Inma creo que al menos merecerá que la escuches, no te digo que la perdones, ni que esta conversación la tengáis que tener ahora, pero piensalo, esto también le afecta a ella aun que no lo creas.

La miré perpleja, no me esperaba que me dijese esto, y en el fondo sabía que tenía razón, había pasado tanto tiempo desde que Malú y yo cortamos todo tipo de contacto que había olvidado lo fácil que parecía todo estando a su lado.

- ¿Y si todo lo vivido hasta ahora ha sido una mentira?

- Olvidate de eso, te quiere Vanesa, quizá no de una forma muy sana y por lo tanto ha elegido el camino equivocado para conseguir estar contigo, pero nadie nace sabiendo, yo misma fui la primera que no supe como quererte, no supe darte lo suficiente... todos cometemos errores.

Agachó la cabeza, cogió aire y volvió a mirarme.

- Malú...

Susurré su nombre pero ella lo ignoró y siguió hablando, ambas sabíamos que íbamos a acabar hablando de nosotras y ahí entendí que ella no quería remover el pasado.

- Y ahora alegra esa cara, te voy a llevar a un sitio espectacular, ya verás.

Me sonrió intentando animarme y aun que en otro momento esa sonrisa me hubiese convencido de cualquier cosa, no me sentía con ganas de nada.

- Yo... creo que necesito estar sola Malú, pensar, no sé, digerir todo esto.

Me agarró de las manos con delicadeza y me volvió a sonreir.

- Pues yo creo que necesitas aire, huir y despejar esa cabecita tuya, no darle más vueltas a algo sobre lo que no vas a encontrar respuestas y que solo te va a traer más dudas - hizo una pausa y cogió aire - pero si es lo que crees que necesitas también me parece bien.

Me dio un suave beso en las manos y le sonreí acariciando su mejilla con delicadeza.

- Gracias... - susurré.

Yo, más yo que nuncaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora