Get in the ring «Nirvana+GN'R»

Capítulo 28

Slash se arrepentía de haber ido a aquél bar a beber anoche, porque el dolor de cabeza que tenía gracias a su resaca apenas lo dejaba pensar. Le dolía el cuerpo y se sentía sucio.

Se levantó torpemente de la cama y se dirigió al baño a tomarse una ducha. Se metió bajo el agua caliente de esta y se quedó allí durante varios minutos, intentando que el agua pudiera calmar su dolor.

Había bebido tanto anoche que no recordaba ni siquiera cómo había llegado a casa. La última imagen que recordaba era la de él saliendo del bar y tomar un taxi, pero sin saber a dónde. Él sabía que estando bajo los efectos del alcohol se volvía más violento, era capaz de cualquier cosa, así que cada noche que se emborrachaba le asustaba haber cometido una estupidez y no tener recuerdo alguno al día siguiente.

Hoy debía ensayar con la banda, ya que estaban a tan sólo un mes de iniciar una gira junto a Metallica con la que recorrerían todo Estados Unidos. <<Más tiempo junto a Axl.>> pensaba para sus adentros el ruloso. Slash no recordaba nada de lo que había sucedido con Axl.

*****

La mente de Kurt no paraba de reproducir aquella imagen de Axl siendo abusado. La forma en la que Slash lo tiró al suelo y luego lo tomó del cabello para levantarlo, haciéndolo sufrir. Axl llorando y gritando del dolor que su supuesto amigo le provocaba.

El rubio se sentó en el sofá de su sala y se tapó su rostro con ambas manos, intentando no pensar en aquello, queriendo borrar todas las imágenes espantosas de su mente, pero le era imposible.

Un dolor punzante invadía el estómago de Kurt. Era una mezcla de nervios, asco y culpa por lo que había presenciado horas atrás. Él no había hecho nada para evitarlo y se sentía culpable. Esa culpa se manifestaba en forma de dolor, un dolor insoportable en su estómago que no había forma de aliviarlo.

Cuando Kurt tenía estos dolores en su estómago recurría a la heroína, pero él había prometido dejarla, por su bebé, por su novia, por la familia que iba a formar. Ahora esa familia no existía, pero no quería romper aquella promesa. Debía ser fuerte.

Kurt se levantó de su lugar y comenzó a caminar por toda la habitación, buscando una forma de distraerse. No quería pensar en su dolor, no quería pensar en Axl, no quería pensar en su bebé. Quería esfumarse del mundo hasta que los problemas dejaran de perseguirlo.

Harto de la situación, volvió a sentarse en el sofá y tomó el mando del televisor, intentando buscar algo que lo distraiga al menos por un rato. Encendió el aparato y para incrementar sus nervios, el video de November Rain apareció en la pantalla.

—I know it's hard to keep an open heart, when even friends seem out to harm you...—aquella sola frase, tan dolorosa, cantada por Axl, pareció dar una fuerte puntada en el estómago de Kurt, haciéndolo vomitar.

El rubio se agachó en el suelo y largó todo el líquido sobre el suelo, pero aún así el dolor no desaparecía. A duras penas, alcanzó el mando que se encontaba sobre el sofá y apagó el televisor.

Kurt no quería oír más aquella canción. El problema no era Axl, el problema era la letra y el deprimente solo de Slash que vendría segundos después.

*****

El ensayo de Guns N' Roses había comenzado hace una hora y no había señales de Axl por ningún lado. Izzy se encontraba a punto de estallar, esperando a que su amigo apareciera y regañarlo por hacerle perder el tiempo. Mientras, Duff se reía del pelinegro junto a Matt.

Por el otro lado, Slash, se encontraba preocupado por él. Tenía la sensación de que algo había ocurrido con Axl, algo no muy bueno. Si algo le sucede a Axl y él no hiciera nada para ayudarlo, no se lo perdonaría jamás.

Sus compañeros seguían sumidos en su mundo cuando el ruloso salió del estudio. Caminó unos metros hasta dónde había un teléfono público, sacó de su bolsillo un par de monedas y las depositó en el aparato. Marcó el número de Axl y tomó aire antes de llevarse el teléfono a su oreja. Un tono. Dos. Tres. Cuatro. Se oye que alguien atiende del otro lado.

—¿Hola?—preguntó debilmente el pelirrojo y Slash suspiró aliviado al oír la voz de su amigo.

—¡Axl, al fin!—el pelirrojo tensó su cuerpo al escuchar la voz de Slash. Estaba solo en su casa, acurrucado en el sofá, bajo una manta, rogando a que nadie viniera a hacerle daño. Ahora que oía la voz de su abusador, volvía a temer por su vida, como si él se encontrara allí afuera, esperando para volver a lastimarlo.

—¿Q-qué quie-res?—la voz del pelirrojo temblaba al igual que su cuerpo.

—Quería saber qué te sucedió. No viniste a ensayar.—respondió Slash restándole importancia al asunto.—Izzy esta que trina por culpa tuya.—rió, esperando que Axl lo imitara, pero sólo había silencio.—Axl, ¿sigues ahí?—preguntó preocupado.

—No me siento bien, Slash.—replicó el pelirrojo casi sin fuerzas.

—Ajá, esta bien...—Slash comenzaba a sospechar de su amigo.—Si quieres purdo ir más tarde y...

—No quiero que vengas.—negó rápidamente Axl, tan frío como un témpano de hielo.—No quiero ver a nadie.

—Pero...—Slash intentó hablarle, pero el pelirrojo colgó antes de darle tiempo a formular una oración.

Slash no entendía lo que sucedía, pero Axl estaba ocultando algo raro y él, tarde o temprano, iba a averiguarlo.

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PERDÓN POR TARDAR TANTO EN ACTUALIZAR el colegio me tiene los huevos llenos

quiero contarles que lo que resta de la historia ya lo tengo todo planeado y tengo dos finales en mente y, posiblemente, una ✨segunda temporada✨ pero ojo, van a sufrir.