Get in the ring «Nirvana+GN'R»

Capítulo 30

Cada maldita palabra que Kurt había dicho era cierta, pero Axl era lo suficientemente orgulloso para no admitirlo aún en un momento como este. Ambos estaban solos. Ambos necesitaban ayuda. Y si, Kurt fue la única persona que se ofreció a ayudarlo para salir adelante. Pero el pelirrojo había actuado como un imbécil.

Con dificultad, se levantó del sofá y se acercó hasta la ventana, desde dónde pudo divisar a Kurt afuera, bajo la fría lluvia esperando probablemente un taxi. Tal vez había tiempo de pedir perdón, una segunda oportunidad. Comenzar de cero con Kurt, sin peleas, sin resentimiento, sólo dos hombres ayudándose mutuamente para intentar superar los problemas que la vida los obligaba a enfrentar.

Axl se apresuró en salir e ir a buscar al rubio. Tal vez Kurt no lo perdone, o ya no quiera perder el tiempo en alguien como él, pero aún así iba a intentarlo. Apenas puso un pie fuera de la casa cuando el taxi estaba llegando a dónde Kurt lo esperaba. El pelirrojo, tan sólo con una camiseta y sus clásicos boxers blancos, comenzó a correr bajo la lluvia, casi como si hubiera salido de una escena de película romántica. Su cuerpo aún estaba adolorido por culpa de Slash, por eso con cada paso una mueca de dolor se dibujaba en el rostro del pelirrojo, que aún así seguía corriendo dispuesto a alcanzar a Kurt. El auto aparcó y el rubio abrió la puerta para adentrarse en el, pero al oír los pasos de Axl detrás suyo, volteó a verlo, sorprendido por lo que acababa de hacer.

—¿Qué mierda haces, idiota?—preguntó de mala gana, intentando sonar molesto al ver la pinta de Axl, pero en realidad se preocupaba por él.—Puedes pescarte un resfriado o algo.

—Tienes razón, Kurt. Tienes razón en todo lo que me dijiste.—habló el pelirrojo agitado debido a la corrida. Kurt lo observaba atento, casi como si esperara algo más salir de su boca.—Tal vez si te necesito, al igual que tú me necesitas a mí.

Una sonrisa de satisfacción se dibujó en el rostro de Kurt al oír aquellas palabras, que sin decir más, se subió al taxi y desapareció en la oscuridad de la noche. El mensaje era claro, Axl no tomó mucho tiempo en entenderlo: <<Acepto tus disculpas, idiota.>>

*****

Axl había pasado una mala noche. Apenas pudo conciliar el sueño y un resfriado estaba comenzando a invadir su cuerpo. Su garganta ardía y ya sentía su nariz congestionada. Aún así, no paraba de pensar en Kurt y en las chances que tenía de volver a verlo. Tan sólo esperaba que aquella corrida bajo la lluvia si haya servido para hacer cambiar al rubio de opinión.

Eran tan sólo las 10.36 A.M. según marcaba el reloj sobre la mesita. Axl no deseaba salir de la cama. Últimamente se la pasaba recostado aquí o en el sofá, llorando sin parar por culpa de la misma persona. Apenas se levantaba a comer o a beber agua. Sólo dormía y dormía con la esperanza de despertar y que todos los problemas hayan desaparecido, o simplemente, no volver a despertar jamás.

Ni siquiera tenía noticias de sus compañeros de banda. Ninguno vino a verlo para saber cómo se encontraba, aunque Axl tampoco deseaba inventar una excusa por todos sus días ausente. Mucho menos quería ver a Slash, porque no creía estar listo para hacerlo. Probablemente, los nervios jugarían una mala pasada para el pelirrojo, que acabaría estallando en un llanto incontrolable mientras su supuesto amigo lo observara sin tener idea alguna de lo sucedido.

Sacándolo de sus pensamientos, el timbre de su casa sonó, pero Axl lo ignoró. Sonó otra vez. El pelirrojo largó un suspiro cansado y se levantó de su cama. Aún seguía en boxers, pero había cambiado su camiseta por una con el rostro de Charles Manson. Lentamente bajó las escaleras y se encaminó hasta la puerta. Observó por el rabillo de esta y vió una cabellera rubia que ahora era casi inconfundible para él. Abrió la puerta con una pequeña sonrisa en su rostro y ahí estaba Kurt, con un cigarro en sus labios, las manos en sus bolsillos y sus ojos azules clavándose en Axl de inmediato al verlo.

—Hola.—saludó y una media sonrisa se dibujó en su rostro a la vez que arrojaba su cigarro al suelo.

—Hola, Kurt.—Axl devolvió el saludo tímidamente y haciéndose a un lado  para dejar entrar al rubio.

Ambos caminaron hasta la sala y el pelirrojo volvió a sentarse en su sofá, mientras que Kurt observaba una estantería repleta de libros que Axl tenía allí. Con sus dedos iba siguiendo los títulos y frenó en uno que le llamó su atención.

—¿"No one here gets out alive"?—susurró casi para sí mismo el título de un libro.

—Es la biografía de Jim Morrison.—aclaró Axl, llamando la atención del rubio.—Es mi libro favorito.

—¿Te gusta Jim Morrison?

—Si, Jim es como Dios para mí. Ojalá yo fuera una leyenda como él.—replicó Axl, casi como un niño pequeño hablando sobre sus sueños infantiles, casi irreales e imposibles de cumplir. Kurt asintió convencido por su respuesta y volvió a dejar el libro dónde estaba.

—¿Has visitado su tumba? ¿En Francia?—preguntó el ojiazul sentándose en el sofá frente a Axl. Este negó con la cabeza.—Podríamos ir algún día.

—¿Tú y yo?—preguntó Axl nervioso. Parecía incomodarle el hecho de estar solo junto a Kurt. Tan sólo hablaban, pero aún así el pelirrojo se sentía desconfiado de cualquier persona, no importaba si esta quisiera hacerle daño o no, todas eran igual de peligrosas.

—Si, a mí también me gusta The Doors.—replicó Kurt sonriente.—Jim era una especie de mártir en su época, aunque él ni siquiera haya intentado serlo. Vivió para dejar una huella en la historia y murió para cambiar la mentalidad de las personas. Tal vez saltó a la fama en los 60's, pero su mente era aún más compleja y tan adelantada incluso a esta época. Estaba lleno de ideas nuevas, revolucionarias, queriendo alentar a la juventud a lograr un cambio. Eso es el Rock N' Roll, Axl.

Axl sonrió al oír aquellas palabras porque por fin encontró a alguien que piense igual a él.

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probablemente ustedes se van a quejar por esto, pero a partir de ahora la historia se va a centrar mucho más en kurt y en axl que en el resto. sé que esta idea capaz no les guste demasiado, pero más adelante todos van a tener la importancia que merecen 💖💖