Capítulo 25

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—No pienso dejar la maldita banda que yo creé.—replicó Axl serio.

—¿Entonces por qué no quieres ser tú mismo con nosotros?—preguntó Slash molesto. En parte, también estaba dolido, porque quería a Axl y no comprendía por qué no se mostraba tal cuál era cuando estaba con ellos, porque eso significaba que no estaba enamorado de Axl, sino de la mentira que inventó.—¿Qué fue lo que hizo Kurt por ti que nosotros no hicimos, que yo no hice? Dime.

—Él no mintió para quedar bien conmigo.

—¿Y nosotros lo hacemos?—arqueó sus cejas, intrigado.

—Sé que lo hacen, al igual que todos.

—¿Entonces por eso tú también nos mientes?

—Así es. Yo sé que para ustedes esto sólo es una banda, que dejaron el sueño de hacer música con amigos de lado y sólo les importa el dinero, que todos los momentos que compartimos juntos ya no valdrán nada el día que Guns N' Roses no exista, entonces... ¿para qué ser real con ustedes si a ninguno le va a importar?—el pelirrojo negó con su cabeza y largó una pequeña risa burlona.—Sé que a veces soy una mierda con ustedes, en cambio otras soy el mejor compañero del mundo, pero yo los veía como una familia a todos, a ti, a Izzy, a Duff, incluso a Steven, pero es obvio que eso no importa para ustedes. Nada de esto importa. No se toman la banda en serio, no me toman a mí en serio, pero esta bien. Cuando la banda ya no exista cada uno tomará su camino y dejaremos de mentirnos, de falsearnos entre todos, pero mientras tanto seguiremos con las mentiras y que la gente crea que somos amigos.

Pero yo no te miento, Axl.Slash se acercó a él y acarició el brazo del pelirrojo.Ya te expliqué todo lo que significas para mí, y créeme que no hay nada de mentira en eso.

Todos mentimos, Slash.se apartó de él.Todos en este maldito mundo mentimos, para proteger a alguien o para protegernos a nosotros mismos. Yo te miento cada maldito día de mi vida para no lastimarte, porque te quiero a pesar de todo, pero las cosas son como son.

Axl, ya no comprendo lo que quieres decir.replicó Slash desentendido.Dime sólo una cosa: ¿ahora mismo eres el verdadero Axl Rose o acaso estas mintiendo otra vez?

Sólo voy a decirte que, lo que sea que sientas por mí, lo olvides. Olvidate de mí y se feliz con otra persona, porque todo lo bueno que tú ves en mí es sólo una mentira.

Eres un imbécil, ¿lo sabes?replicó el ruloso molesto.Tú no mientes para protegerte, o para protegerme a mí, mientes porque eres un cobarde. No tienes los malditos huevos para decirme que no me quieres.

Yo si te quiero, Slash.susurró Axl, clavando sus ojos verdes en el suelo.

¿Pero...?

Pero lo nuestro nunca funcionaría, lo sabes.

Slash no respondió, solamente tomó su guitarra y salió del lugar, dejando a Axl solo.

El pelirrrojo no quería admitirlo, pero Slash tenía algo de razón en lo que dijo: Axl no tiene los malditos huevos para decirle que no lo quiere, ni tampoco para contar la verdad sobre su vida. Poco a poco sus mentiras lastimaban a la poca gente que le importaba, dejándolo más solo de lo que jamás estuvo en su vida.

*****

—¿Cómo te sientes?—preguntó Dave observando a su amigo, que se encontraba recostado en el sofá más grande del cuarto, fumando. Había decidido visitarlo, intentar hablar con él y ayudarlo en todo lo que pudiera, pero el rubio estaba completamente negado en hablar.—Kurt, responde.

—Bien.—respondió con la voz entrecortada e incorporándose para observar mejor al baterista.—Me siento bien.

—No te ves bien.—replicó su amigo, mirando a Kurt de arriba a abajo. Parecía haber perdido peso, ya que su ropa le quedaba más holgada de lo usual, las ojeras bajos sus ojos eran más oscuras que de costumbre y sus manos temblaban. No, el rubio no estaba bien, su cuerpo lo delataba.

—Pero yo me siento bien.—respondió de mala gana.—En serio.

—No lo estas, Kurt. Necesitas ayu...—lo interrumpió.

—Ya te pareces al otro imbécil, Dave. No necesito ayuda de nadie. Puedo hacer esto yo so...—paró en seco al ver la expresión de Dave.—¿Qué?

—¿Quién es "el otro imbécil"?—preguntó arqueando su ceja, intrigado.

—Oh, no es nadie.—dijo agachando su cabeza y dándole una calada a su cigarro. No podía decirle sobre Axl.

—Dime quién es ese imbécil.

—Es Krist.—mintió.

—Ambos sabemos que tú no llamas imbécil a Krist.—soltó Dave riendo.—Dime, Kurt.—el rubio negó con su cabeza y se mantuvo en silencio durante varios segundos. Dave suspiró, cansado por la actitud de su amigo, y se levantó de su lugar.—Bien, no me digas quién es.

—No pensaba hacerlo.—contestó burlón.

—Pero si ese imbécil quiere ayudarte, no pierdas la oportunidad.—Kurt escuchaba atentamente las palabras de su amigo.—No dejes que esta situación te siga arruinando la vida.

—No lo haré.

Dave se marchó luego de aquellas palabras y dejó a Kurt pensando. Tal vez su amigo tenía razón. Tal vez debía aceptar la ayuda que le ofrecían en vez de estancarse más y más en la miseria que era su vida.

Debía dejar su orgullo de lado y aceptar la ayuda de Axl, porque aunque no le gustaba admitirlo, tal vez es la única persona en el planeta que comprenda su situación.

Kurt sabía que ambos tenían una vida difícil, sólo que los dos las afrontaban de formas diferentes. Ambos tenían un corazón enorme, que a pesar de haber sido lastimados varias veces, aún estaban repletos de amor para dar. El único problema es que no tenían a quién darselo aún.

El rubio se levantó del sofá y tomó el teléfono, marcó el número de su representante y esperó a que contestara. Era el momento de aceptar el consejo de Axl, pero primero debía encontrarlo.

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sé que todo parece medio confuso ahora pero más adelante se va a entender todo ;)

(creo que este capítulo es el que menos me gusta hasta ahora pero bueno, se los dejo a su criterio ahre)

Get in the ring «Nirvana+GN'R»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora