Capítulo 39

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Luego de aquél paseo, Kurt y Axl habían vuelto a sus respectivas viviendas, ambos con una sonrisa en sus rostros, contentos por el agradable rato que habían pasado juntos. Ambos lo necesitaban. Necesitaban despejar su mente al menos un momento y olvidarse de todo aquello que los preocupaba. Dejar a un lado sus bandas, sus dolorasas vidas, y pasarla bien, porque la vida era una sola y ellos se la pasaban sufriendo en vez de alegrarse por cada pequeño momento de felicidad que tenían.

A Kurt le costaba admitirlo, pero el pelirrojo era el único que le podía sacar una sonrisa ahora. Más que nunca agradecía su compañía, porque no tenía a nadie más que a él. Y empezaba a ver la bondad que había en el corazón de Axl. Cada día le agradaba conocerlo cada poco más, darse cuenta de que se había equivocado respecto a él y el pelirrojo si era una buena persona.

Mientras, Axl, estaba contento de tener a Kurt a su lado, porque era alguien genuino y que se había tomado el tiempo de conocerlo más. Porque a diferencia del resto, Kurt conoció a Axl en uno de los peores momentos, y aún así no se había alejado de él, sino que estiró su mano para ayudar al pelirrojo a salir del pozo en el que había caído.

Ahora el rubio estaba recostado en su cama, observando el techo, aburrido y sin poder conciliar el sueño. El teléfono sonó y él estiró su mano para atenderlo.

—¿Hola?—preguntó cansado.

—Hola, Kurt.—la voz alegre de Krist sonó del otro lado, provocando una sonrisa en el rostro del rubio.—¿Cómo estás?

—Bien, ¿y tú?

—Bien.—hubo unos segundos de silencio, lo que hizo sospechar a Kurt de que algo sucedía.

—¿Para qué me llamas, Krist?—arqueó una ceja intrigado.

—Dave y yo hablamos en la tarde...—comenzó.—Tú sabes, sobre lo que sucedió anoche...

—Lo sé. Dime que sucede ahora, estás tardando mucho y me pone nervioso.—lo regañó el rubio haciendo que Krist largara una carcajada. A veces la paciencia del rubio se agotaba en tan sólo segundos.

—Mañana volveremos a ensayar.—concluyó y Kurt sonrió complacido.

—Mejor. No tenía ganas de buscar gente nueva para la banda.—bromeó y ambos rieron.

—Lo sé.

—Bien, ¿eso es todo?

—Ajá. Nos vemos mañana.—dijo Krist para luego colgar.

Nirvana volvería a sus ensayos, lo que alegraba mucho a Kurt porque eso significaba que ya no estaría todo el tiempo aquí encerrado, solo, pensando.

Pero algo en su interior no lo dejaba tranquilo del todo: Axl. El pelirrojo lo necesitaba así como Kurt lo necesitaba a él. Volver a los ensayos, a la gira, significaba que ya no pasarían tiempo juntos. A Kurt le agradaba pasar tiempo con él y conocerlo más a fondo. Y la culpa aún no lo dejaba en paz. Alejarse de Axl ahora sería una tortura para Kurt, porque si algo malo le sucede al pelirrojo por estar solo, más solo de lo que ya está, él no se lo perdonaría, porque parte de la culpa por todo lo que Axl estaba sufriendo era de él.

Slash y Kurt eran los causantes del horrible momento que Axl había pasado. Por ellos el pelirrojo jamás volvería a ser el de antes.

Kurt debía hablar con Axl sobre esto, informarle que ya no podrían verse tan seguido como antes, y en el fondo le dolería un poco hacerlo, bastante, en realidad.

*****

—Sabía que ustedes dejarían de ser tan imbéciles y volverían.—bromeó Kurt entre risas, dejando su guitarra a un lado luego de dos horas enteras sin parar de ensayar.

Get in the ring «Nirvana+GN'R»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora