Get in the ring «Nirvana+GN'R»

Capítulo 58

Axl y Slash se encontraban sentados en una mesa del fondo de una cafetería, en silencio, con unas tazas de este líquido amargo y caliente frente a ellos, sin que ninguno se tomara el atrevimiento de hablar.

Algo en el pelirrojo era diferente, o al menos eso creía Slash. Lo veía y no parecía el mismo de antes, como si en este último tiempo algo hubiera cambiado en él hasta el punto de no reconocerlo, pero no sabía muy bien de qué se trataba.

Por parte de Axl, él ya estaba impaciente en su lugar, moviendo sus piernas nerviosamente mientras esperaba que su compañero se dignara a hablar.

—¿Me dirás por qué vinimos aquí o no?—preguntó de mala gana.

—Si, te diré...—Slash bajó su rostro y tomó su taza de café con ambas manos, para girarla de un lado a otro a la vez que pensaba cómo contarle al pelirrojo lo que tenía en mente.—Yo pues...

—Ve al grano, por favor.

—Bien...—probablemente iba a recibir un insulto por parte de su amigo, o solamente una negación, pero ya no tenía nada para perder, así que fue al grano como el pelirrojo pidió:—Quiero que vuelvas a la banda.

Axl abrió sus ojos como platos ante esa propuesta: ¿realmente quería que vuelva a Guns N' Roses luego del escándalo que había sido su partida? El pelirrojo largó una fuerte carcajada, bajo la atenta mirada de Slash que nunca había dicho algo tan en serio en su vida como esto.

—¿Me estás hablando en serio?—preguntó Axl entre risas, y su compañero asintió inexpresivo.—Sabes que eso no es posible.

—¿Por qué no?

¿Por qué no era posible volver a la banda? La razón principal por la que abandonó Guns N' Roses era por el abuso de Slash, y a pesar de haber tomado el valor de volver a verlo cara a cara, estar en la misma banda con él no era buena idea, y ahí entraba Kurt en todo esto: ¿cómo iba a decirle a Kurt que volvía a la banda con Slash, a pesar de lo que este le había hecho?

—No es correcto que lo haga.

—Pero esta banda es lo único que tenemos, Axl, ¿no lo entiendes?

Por supuesto que Axl entendía, porque antes de que Kurt aparezca en su vida Guns N' Roses era lo único que lo mantenía a flote. Amaba a esa banda, era su gran creación, la razón por las que muchos jóvenes sonreían a pesar de sus problemas, y Axl era considerado un Dios para ellos, pero las cosas eran complicadas ahora y ya no parecía una buena idea volver. Durante esos años en la banda fue feliz, pero su vida no estaba del todo completa, y ahora todo parecía remontar gracias a Kurt, y no podía fallarle de aquella forma.

—Ahora tengo algo más en mi vida y no quiero arruinarlo.—contestó el pelirrojo firme, a la vez que agachaba su rostro y sonreía, porque por primera vez en su vida tenía a alguien esperándolo en casa que realmente lo quería y apreciaba como Axl tanto deseaba.

—Pero yo no tengo nada, Axl.—susurró Slash con dolor en sus palabras. Él solamente tenía a la banda, y sus únicos amigos eran sus compañeros, pero ahora ya no tenía nada de eso.—Necesito volver a tocar con ustedes. Subir al escenario y tocar juntos era lo único que me hacia feliz, ¿entiendes?

—Slash, yo...

—Te necesito a ti, Axl.

Axl estuvo a punto de levantarse de la mesa y dejar al ruloso solo, al borde de las lágrimas, pero la bondad del pelirrojo era mucho más fuerte que el dolor que sentía en su interior, así que tomó aire e intentó mantener la compostura, antes de insultar a su compañero por la idiotez que había dicho. Lo que menos necesitaba Axl en su vida ahora era tener a Slash a su lado, en el sentido romántico, y se lo había dejado bien en claro tiempo atrás, pero al parecer el ruloso no parecía haber captado el mensaje. Tal vez volver a Guns N' Roses era algo posible en un futuro, pero jamás podría estar al lado de Slash luego del crimen atroz que este cometió.

—No uses la excusa de la banda para conquistarme, idiota.—soltó el pelirrojo molesto, mientras Slash lo escuchaba atento.—Te he dejado bien en claro que no quiero estar contigo, y muy en el fondo me duele tener que decirte esto, porque te aprecio a pesar de la mierda que tuve que pasar a tu lado...—Axl se refería al abuso, pero el ruloso no sabía nada de esto.—Pero estoy con alguien más ahora, y esa persona estuvo junto a mí en los peores momentos, y lo amo, así que jamás lo dejaría para estar junto a ti.

—Tal vez no me quieras a tu lado...—soltó Slash, luego de varios segundos de incómodo silencio.—Pero admite que extrañas Guns N' Roses, ¿o acaso vas a negarme que te gustaba subirte arriba del escenario y demostrar tu talento, mientras los jóvenes coreaban tu nombre?—Axl no respondía.—¿Acaso no extrañas sentirte como un Dios?

Slash intentaba endulzar el oído del pelirrojo, y poco a poco lo iba consiguiendo, pero había sólo un obstáculo que no le permitía a Axl aceptar volver a la banda: Kurt.

—Lo extraño, si.

—¿Entonces...?

¿Qué iba a decirle a Kurt sobre esto? ¿Cómo iba a reaccionar ante aquella noticia? La mente de Axl no paraba de formular preguntas, porque no quería decepcionar al rubio de esta manera, no podía volver a la banda que tanto lo había herido junto a uno de los hombres que habían arruinado su vida, pero el pelirrojo extrañaba la música, era su primer amor y más que nada deseaba volver a los escenarios. Axl quería volver a sentirse vivo y valioso, y para ello debía volver a Guns N' Roses.

—Volveré a la banda, Slash.

El ruloso sonrió, complacido por las palabras de Axl, y este solamente agachó su rostro e intentó pensar en cómo seguiría su vida a partir de ahora.

El problema iba a ser ocultarle la verdad a Kurt, porque tarde o temprano el rumor de la reunión de Guns N' Roses iba a esparcirse por todos lados, y Axl debía encontrar la manera de que el rubio lo perdone por volver a la banda.

*****

—¿Por qué siento que estás un poco raro estos días?—preguntó el rubio girando su cuerpo para observar a Axl, quién se encontraba sentado en la cama leyendo un libro. Notaba al pelirrojo un poco más distante y callado de lo normal.—Respondeme.

—No estoy raro, ¿por qué lo dices?—Axl dejó el libro a un lado y se acomodó en la cama, enfrentándose cara a cara con Kurt.

—Te veo un poco ido, eso es todo.

—Me encuentro muy bien, ¿quieres saber por qué?

—¿Porque anoche tuviste otro sueño húmedo conmigo?—contestó Kurt con una sonrisa pícara en su rostro y el pelirrojo le dió un pequeño golpe en su hombro.

—No, tonto.—rió.—Me siento feliz porque estoy contigo.

Kurt no respondió, solamente acercó su rostro al de Axl y dejó un tierno beso en sus labios, para luego acurrucarse junto a su cuerpo y dormir plácidamente. Pero Axl no podía conciliar el sueño, porque mañana volvería a reunirse con los demás miembros de Guns N' Roses, y la gran mentira comenzaba. Tan sólo deseaba que Kurt nunca se entere de ello.

Detrás del gran amor que Kurt y Axl se tenían, se ocultaban dos grandes mentiras, y cualquiera que fuera revelada podría acabar con con su relación en tan sólo un abrir y cerrar de ojos.

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