Capítulo 68

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Los tres hombres tomaron el cuerpo inconciente del bajista, Dave por sus brazos, Kurt y Axl por sus piernas, en un intento para recostarlo en el sofá, pues desde hace media hora se encontraba en el suelo desmayado, mientras sus compañeros de banda discutían quién había sido el culpable de su inconsciencia.

Pero finalmente no llegaron a nada, por lo que Dave se volvió a sentar frente al televisor a mirar dibujos animados, ignorando por completo a los dos amantes, quiénes aún seguían desnudos salvo por su ropa interior.

—¿Qué mierda haremos ahora, Kurt?—preguntó el pelirrojo en el oído de su hombre con una notoria preocupación en su voz, mientras observaba temeroso al bajista, temiendo que este despierte de repente y arme un escándalo allí mismo.

—Diremos la verdad.—fue directo el rubio y tomó con fuerza la mano de Axl, intentando transmitirle toda su confianza para afrontar este difícil momento.

Pero Axl no respondió, solamente apretó su agarre en la mano del rubio y tiró de esta para llevarlo a la habitación dónde ambos descansaban cada noche. Metió a Kurt dentro del cuarto y cerró la puerta con pestillo, evitando que cualquiera de los otros dos miembros de Nirvana pudiera entrar.

—¿Qué hacemos aquí?—preguntó el rubio desentendido con una extraña mueca en su rostro, para luego cambiar su tono de voz a uno más sensual y decir:—¿Acaso terminaremos lo que empezamos en el sofá?

Y Axl rodó sus ojos cansado de la actitud despreocupada de su pareja. No podía entender cómo se tomaba con tanta tranquilidad esta situación.

Él ya sentía las lágrimas al borde de sus verdes ojos, pues estaba seguro de que todo se acabaría. El romance tan apasionado que vivía con Kurt hoy se volvería cenizas.

—¿Acaso no te das cuenta de lo que sucede?—preguntó alarmado.

El rubio negó con su cabeza sin comprender y se sentó en la cama, dispuesto a escuchar todo lo que su pareja iba a decir.

—Tu amigo Krist no permitirá que nosotros dos estemos juntos, ya lo sabes.—soltó angustiado, mientras caminaba de un lado al otro por todo el cuarto.—Y me duele tener que decirlo, pero no puedo estar contigo sabiendo que todos a tu alrededor me odian.

—Claro que no te odian, ya te lo he explicado.—contestó el rubio levantándose de su lugar y tomando a Axl por sus hombros para evitar que este siga caminando.—Es sólo que no saben quién eres realmente. No saben que detrás de esa imagen de rockero egocéntrico hay un hombre con un enorme corazón, dispuesto a ayudar a cada gusano miserable que se encuentre a su paso...—hizo una pausa, para después dibujar una pequeña sonrisa en la comisura de sus labios y agregar:—Uno de esos gusanos soy yo.

Axl miró a los ojos azules del rubio, los cuáles transmitían paz y serenidad, haciendo que su cuerpo se relaje y su mente logre despejarse al menos por un momento.

Eran demasiadas cosas para asimilar en un día: primero la gira con Guns N' Roses, ahora enfrentarse a Krist y contar la verdad sobre su romance secreto con el gran líder de Nirvana.

La cabeza del pelirrojo parecía a punto de estallar por tantas emociones dentro de esta.

Kurt podía notar la preocupación del chico, por lo que llevó sus manos a las mejillas del pelirrojo y acarició estas con delicadeza, observando cada una de sus facciones y apreciando cada una de ellas como si fuera una obra de arte en un museo.

Y sin dudarlo, acercó lentamente su rostro al de Axl para plantar un dulce beso en los suaves y rosados labios de este, transmitiendo todo el amor que sentía en ese simple gesto.

Get in the ring «Nirvana+GN'R»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora