—Les juro que estos panqueques son los más deliciosos que he probado en mi vida.—hablaba Duff intentando iniciar una conversación con sus compañeros.
Toda la banda, a excepción de Steven, se encontraba desayunando en el comedor del hotel y ni una palabra habían intercambiado desde que estaban allí. Sólo se limitaban a mirar sus platos hasta arriba de panqueques o sus tazas de humeantes de café, y a largar de vez en cuando una pequeña risa ante algún comentario del bajista.
—¿Quieren oír un chiste?—preguntó golpeando su codo contra el de Slash, haciéndolo volcar el poco café que quedaba en su taza sobre la mesa.—Oh, lo siento.
—Eres un idiota.—soltó el ruloso molesto y tomó unas servilletas para colocarlas sobre el líquido.
—Fue sin querer, lo siento.—el bajista agachó su cabeza y volvió a comer sus panqueques en silencio.
—Pues ten más cuidado la próxima, imbécil.
—Tú ten más cuidado en cómo lo tratas.—Izzy se metió en la conversación.—Duff no tiene la culpa de que estés de mal humor hoy.
—No estoy de mal humor...—Axl, quién había estado observando todo sin pronunciar una palabra, interrumpió al guitarrista.
—Amigo, Izzy tiene razón. Si tú estás de mal humor nosotros no tenemos la culpa. Ve a servirte otro café y cierra la boca un rato, ¿quieres?—todo esto dicho con suma tranqulidad dejó sorprendidos a sus compañeros, inclusive a Slash que sin rechistar fue a servirse más café.
Esta era una de las mejores cualidades de Axl: el carácter. A veces era una mierda, otras ni siquiera necesitaba elevar la voz para hacerse respetar.
—¿Alguno sabe dónde está Steven?—preguntó Izzy volviendo a romper el silencio que se había formado en el lugar. Justo llegó Slash con su taza llena de café y se sentó junto a él.
—¿Steven?—preguntó al pelinegro y éste asintió.—Debe estar tirado en la cama drogado, eso es seguro.
—Si, ayer se fue de fiesta luego del concierto. Me dijo que fuera con él pero preferí quedarme a beber mi vodka en la cama.—dijo Duff entre risas e Izzy suspiró molesto.
—No te rías, no es nada gracioso que se la pasen bebiendo y drogándose.
—Hablas como nuestra madre.—el ruloso también rió, sacando del bolsillo de su chaqueta una pequeña botella de Jack Daniel's y vertiendo un poco de éste líquido en su café.
—¿Ves? A eso me refiero.—Izzy miró con el ceño fruncido a su compañero.—Tienen que dejar de hacer eso.
—Amigo, tú no eres mejor que nosotros por dejar las drogas y no eres nadie para decirnos qué hacer.—replicó el bajista, ahora con un semblante serio.
—Lo sé. Pero ustedes son mis amigos a pesar de todo y no quiero que les suceda nada malo por culpa de estas mierdas.
Axl escuchaba a su amigo de la juventud y, aunque no quisiera decirlo, él estaba en lo correcto. Seguramente sus compañeros pensaban igual, sólo que su orgullo tampoco les permitía admitirlo.
Las drogas los estaban arruinando poco a poco, pero ellos en vez de dejarlas, seguían y seguían corriendo el riesgo de un día jamás volver a despertar.
Incluso recordaba cuando Slash estuvo muerto por unos minutos, gracias a una sobredosis.
Eso al pelirrojo le asustaba. Le encantaban las fiestas, pero no quería asistir a un funeral.
*****
Slash se metió en el ascensor para volver al cuarto que compartía con Steven, cuando una mano evitó que las puertas cierren: Axl. El pelirrojo se metió dentro de éste y se quedó parado a un lado de su amigo, sin decir una palabra.
El guitarrista seguía dolido por lo sucedido la otra noche cuando se confesó ante Axl, pero a éste no parecía importarle demasiado porque actuaba con toda naturalidad. No parecía estar incómodo antes las miradas de reojo de su amigo, o los celos más que obvios cuando el pelirrojo demostraba su interés en Kurt Cobain.
—¿Así que todo esta bien?—preguntó el ruloso mirando a Axl y éste lo miró desentendido.
—¿A qué te refieres?
—A nosotros.
—Pues...—el pelirrojo dudó un segundo.—Si.
—¿Entonces no te molesta para nada que yo te haya dicho lo que siento por ti?—Slash quería sacarse las dudas. Necesitaba saber si su amigo iba a seguir siendo su amigo, su amor imposible, o si ya nada iba a volver a ser lo mismo entre ambos.
—N-no.—Axl clavó sus ojos verdes en el suelo, intentando mantener la compostura, porque sabía que si su amigo empezaba a echarle las cosas en cara debía comenzar a discutir ahí mismo y posiblemente irse a los golpes dentro del ascensor.
—Y aunque intenté besarte, y tú me empujaste y me dejaste tirado en el suelo, ¿crees que nuestra amistad va a ser lo mismo?—los ojos de Slash comenzaban a humedecerse poco a poco. Él quería a Axl, realmente lo quería y le dolía que no fuera suyo.
—No lo sé.—susurró el pelirrojo sin mirarlo, lo que molestó a Slash.
—Al menos si vas a romperme el corazón, mirame a los ojos.—elevó su voz más de lo que quería y el ojiverde levantó su vista hacía él.—Mirame a los ojos y dime que no me quieres.
—Slash, yo...—el de rulos lo interrumpió.
—Dime que sientes algo por alguien más.
—Y-yo n-no...
—Sé que sientes algo por Kurt, tú mismo me lo dijiste.
—No es verdad.—Axl mintió.
—Dímelo.
—No.
—Yo sé que es así.—Slash tomó al pelirrojo por los hombros.—Si quieres que siga todo bien entre nosotros, por la banda, por el éxito que tenemos, dime la verdad.—Axl permaneció en silencio.
Las puertas del ascensor se abrieron cuando llegaron al piso correspondiente. Slash al no obtener respuesta de su amigo, camino fuera de éste y se metió en su cuarto.
Axl la había cagado de nuevo.
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Get in the ring «Nirvana+GN'R»
Romance¿La fama y el orgullo son más importantes que revelar la verdad detrás de esta gran rivalidad? «Las mentiras impresas comienzan la controversia.» ✨#1 en Kurt Cobain (26/05/2018). ✨#1 en Nirvana (31/05/2018). ✨#1 en Dave Grohl (21/05/2020). ✨#1 en Kr...