Get in the ring «Nirvana+GN'R»

Capítulo 69

Nadie pronunciaba palabra alguna. Krist examinaba al pelirrojo de arriba a abajo, mientras que esperaba una explicación por parte de los amantes, pero nada salía de su boca más que su su pausada respiración que llenaba el silencio del cuarto. Ninguno podía emitir sus palabras y explicar al bajista sobre el romance que ambos tenían, porque sabían que este no iba a ser aceptado y su relación acabaría en un abrir y cerrar de ojos.

—¿Y bien? ¿No piensan hablar?—preguntó Krist cansado.—No tengo todo el día para perder el tiempo con ustedes.

—Esto no es sencillo para ellos, ¿no lo entiendes?—Dave rompió el silencio.—No es sencillo para ellos explicar que se aman sabiendo que todos van a juzgarlos cuando la verdad salga a la luz.

—¿Cuál verdad? Ni siquiera sé cuál es la verdad aquí.

Todos deseaban saber la verdad que los dos amantes acallaban, pero era mucho más sencillo amarse tras las puertas que salir a la calle dónde todos los ojos te observaban esperando juzgar cada paso, palabra o movimiento que ellos cometan. Pero el rubio ya estaba harto de permanecer en silencio, y esta vez prefería ser juzgado a seguir viviendo su romance tras cuatro paredes sin poder gritarle al mundo cuán importante era Axl para él.

—La verdad es que amo a Axl Rose.—fue directo.

Los tres hombres que se encontraban en el cuarto junto a él posaron sus ojos en el rubio, dispuestos a escuchar con atención cada palabra que saliera de sus labios.

—¿Qué dijiste?—preguntó el bajista arqueando su ceja, un tanto descolocado por la afirmación de su amigo.

—Dije que amo a Axl Rose.—repitió.—No preguntes cómo pasó, ni qué hizo que cambiara mi opinión sobre él, porque no tengo ni la más mínima idea de cómo sucedió, pero lo amo.

El rubio estiro su mano hacia la de Axl y las entrelazó para después intercambiar una sonrisa aliviada con este, se había sacado un gran peso de encima al revelar la verdad a Krist.

—Nosotros no te pedimos que aceptes nuestra relación...—siguió hablando.—Sólo queremos que la respetes y nos dejes ser felices en paz.

—¿Y eres feliz con él?—preguntó el bajista señalando con su cabeza a Axl, quién agachó su rostro de inmediato para evitar cruzarse con los intimidantes ojos de Krist.

—Lo soy.—afirmó.—Por primera vez en mucho tiempo no me siento una mierda por estar vivo.

—¿Y tú?—se dirigió a Axl y este levantó su vista.—¿Tú eres feliz junto a Kurt?

Axl no pensó siquiera un segundo la respuesta.

—Por supuesto que lo soy.

Al oír las palabras del pelirrojo, Kurt no pudo evitar dibujar una sonrisa en su rostro y acariciar con una de sus manos la mejilla de su pareja. Era la primera muestra de afecto que Krist veía por parte de ambos. El bajista los notaba felices, podía notar a millas que algo había cambiado en los dos. Había un brillo especial en los ojos de Kurt que jamás había visto en todos estos años de amistad, y parecía que todo era debido a aquél pelirrojo que todos en Nirvana habían jurado odiar a muerte desde el primer momento.

—Me alegra que sean felices.—dijo finalmente, para después levantarse del sofá.—Espero que siempre lo sean.

Sin decir más, se levantó de su asiento y comenzó a caminar a la salida, seguido de la extraña mirada de todos los hombres. Dave se levantó también rápidamente y los dos amantes lo imitaron para detener a Krist en la puerta.

—Espera...—el baterista lo tomó por su brazo.—¿A dónde crees que vas?

—A casa.—contestó el bajista con frialdad.