Get in the ring «Nirvana+GN'R»

Capítulo 52

Luego del ensayo, Dave se había quedado un rato más en el lugar, esperando a que Taylor se dignara a aparecer, pero como un idiota esperó y esperó sin resultado alguno, porque nadie apareció, aunque aún así tenía una pequeña esperanza de que Taylor apareciera, o al menos eso deseaba. Algo en aquél rubio lo había cautivado, y desde entonces no paraba pensar en él, en su sonrisa y en el beso que estuvieron a punto de darse. Ahora Dave se arrepentía de abrir la boca en ese momento, porque se había quedado con las ganas de probar los labios de Taylor al menos una vez.

Se vieron por primera vez y la química que había entre ellos era casi imposible de ignorar. Eran diferentes, pero eso hacia que las cosas resultarán más interesantes para Dave, quién aceptaba cualquier reto a la hora de conquistar a alguien. Y Krist parecía estar completamente fuera de su vida sentimental, pues ahora sólo lo veía como su mejor amigo, y tal vez era mejor eso a seguir juntando una y otra vez las piezas de su corazón roto mientras Krist era feliz junto a alguien más.

Dave merecía ser feliz aunque aún no sabía con quién. Tal vez la felicidad ni siquiera se encontraba en otra persona, sino en si mismo, pero Dave no podía ser feliz consigo mismo si no tomaba el valor de contar quién era realmente. Antes de intentar encontrar la felicidad en otro, era mejor quitar ese gran peso que traía sobre sus hombros, el secreto que tan sólo Taylor supo cómo sacar a la luz, pero no podía revelarselo a Krist. Decirle a su antiguo amor que comenzaba a sentir algo por alguien más era como escupir en su cara, aunque no fueran nada más que amigos, pero él sentía cosas por otro hombre, y Dave no era esa clase de persona. Tenía que contar su secreto, pero Krist no era la persona indicada.

*****

Cuando Kurt regresó a su departamento, no pudo evitar quedarse unos segundos en la puerta, preparándose para volver a enfrentar al pelirrojo luego de la charla que habían tenido hoy. El rubio estaba completamente perdido, no tenía idea de lo que deseaba, no sabía lo que realmente necesitaba en su vida. Junto a Axl sentía que todo se había arreglado, pero no era así, porque algo le faltaba y no sabía lo que era. Tal vez necesitaba amor, pero Kurt no sabía lo que era y mucho menos sabía si por Axl lo sentía. Estaba sofocado por los nervios que le provocaba, porque por primera vez en su vida se encontraba confundido con respecto a quién era realmente y lo que de verdad sentía: ¿acaso estaba enamorado de Axl? ¿aquellos besos significaban algo? ¿había otra razón por la cuál lo quería cerca, a parte de querer ayudarlo de salir de aquella mierda que era su vida? No lo sabía. La mente de Kurt era un sinfín de pensamientos confusos y todos apuntaban al pelirrojo. ¿Pero qué era el amor y cómo podía saber si en Axl lo encontraría?

Tomó la perilla de la puerta y la giró lentamente, con precaución, casi como si temiera que Axl lo oiga y se acerque hacia él a reclamarle. La sala estaba vacía, al igual que la cocina. <<¿Dónde mierda se metió este idiota?>> pensó el rubio, intentando convencerse a si mismo de que estaba molesto porque Axl no estaba aquí, pero en realidad estaba preocupado, porque hoy no había sido un gran día para ninguno de los dos y tal vez el pelirrojo salió a despejar su mente a dónde sólo él mismo sabe.

Pero el sonido de una guitarra siendo rasgada llamó su atención, y aquél sonido provenía de la habitación. Kurt caminó a través del pasillo intentando causar el mejor ruido posible. La puerta del cuarto se encontraba entreabierta, así que asomó su rostro para ver a Axl sentado sobre el borde de la cama, con una de las guitarras acústicas del rubio sobre su regazo, tarareando una canción que Kurt no sabía de cuál se trataba.

—¿Qué canción es esa?—preguntó llamando la atención del pelirrojo, quién pegó un salto, sorprendido al oír la voz de Kurt.

—Ninguna en especial.—susurró bajando su vista a la guitarra de nuevo, avergonzado.