Get in the ring «Nirvana+GN'R»

Capítulo 66

Kurt estaba recargado sobre la mesada de la cocina, con su torso al descubierto y su pantalón de pijama a cuadros rojos, mientras con su mano izquierda sostenía una taza de café y observaba al pelirrojo con atención a la vez que daba pequeños sorbos a su bebida caliente, mientras Axl estaba sentado en la mesa revolviendo su café en silencio.

Llevaban un rato largo sin cruzar palabras, porque desde que Axl contó que debía encontrarse con unos amigos, el rubio comenzó a desconfiar de su pareja por más que quisiera evitarlo.

Pero no podía evitar sospechar de él por el simple hecho de ser Axl Rose, el mujeriego que se acostaba con cualquier joven que pasara frente a él, sea hombre o mujer.

Y Kurt sabía que él no era el primero en la larga lista de amantes de Axl, pero si deseaba ser el último, pues ahora mismo sólo necesitaba del cariño del pelirrojo para sentirse vivo nnuevamente y deseaba que así fuera por el resto de su vida. Así que por más desconfianza que sienta, no podía permanecer mucho tiempo sin Axl, pues ya estaba acostumbrado a su compañía, a dormir junto a él, a hacerle chistes y teñir sus mejillas de color carmesí.

Y estaba seguro de que amaba a Axl más de lo que jamás amó a nadie, pues nadie era Axl Rose y nadie lograba cambiar la vida del rubio tanto como Axl lo hizo.

Kurt no se dió cuenta de que se había quedado mirando al pelirrojo durante tanto tiempo, como si se encontrara en una especie de trance por la belleza que este poseía; y Axl al notar que su pareja no apartaba la mirada, no pudo evitar reír por lo ridícula pero a la vez tierna que era la situación.

—¿Por qué me miras tanto?—preguntó sin dejar de reír, y el rubio agachó su rostro avergonzado por lo sucedido.

Ya iban dos veces en las que Axl lograba poner nervioso a Kurt esta mañana, y eso era un gran logró para él, pues el rubio era quién siempre se la pasaba haciendo chistes de doble sentido para lograr poner rojo al cantante.

—Es que eres lindo, eso es todo.—murmuró este sin levantar su mirada, y Axl sonrió por lo tierno que le parecía Kurt ahora mismo.

Se levantó de su lugar y se acercó al rubio, para después llevar una mano al mentón de este y levantar su rostro.

—Me encanta que te pongas así de nervioso...—susurró el pelirrojo en los labios de su amante para después dejar un corto beso en estos.—Me encanta saber que te pones así por mí.

—Es que jamás sentí algo tan fuerte por alguien como lo siento por ti, Axl.

Y así era para ambos, sólo que el pelirrojo si se enamoró de verdad antes, pero su corazón acabó hecho trizas y deseó no volver a sentir amor jamás, hasta que finalmente Kurt llegó a su vida para juntar los pedazos de su roto corazón y unir cada uno de ellos.

El pelirrojo tomó las mejillas de Kurt y unió sus labios en un beso tan dulce como su preciado rubio lo merecía, dispuesto a transmitir en este todo el cariño que sentía por él. Por su parte, Kurt llevó sus manos a la cintura de Axl y atrajo el cuerpo del cantante hacia el suyo.

Y otra vez las cosas parecían ponerse calientes entre ambos, pues Kurt hizo que el pelirrojo enrede las piernas en su cintura para después sentarlo sobre la mesa y comenzar a besar su cuello, lamiendo y mordiendo cada parte de este.

Axl acariciaba la espalda del rubio a la vez que jadeaba por la excitación que sentía ahora mismo, ya que sabía cómo iba a acabar esto y le encantaba la idea.

Y Kurt adoraba tener sexo, no sólo por el placer, sino para demostrarle a su pareja el amor que sentía y saber que era capaz de satisfacerla.

El rubio le sacó la camiseta a Axl y la arrojó al suelo, para después bajar sus labios por todo el abdomen de este hasta llegar al elástico de su ropa interior, dónde era más que visible la erección del pelirrojo.

—Parece que estás contento de tenerme junto a ti.—soltó el rubio riendo para después acariciar el miembro de Axl por sobre la tela del boxer, y el pelirrojo largó un gemido, rogando que Kurt continúe de una vez por todas.

El siguiente paso que el rubio siguió fue bajar lentamente el boxer de Axl, dejándolo completamente desnudo frente a sus ojos, y al hacerlo Kurt no pudo evitar pararse frente a él y admirar cada centímetro de su cuerpo.

—Wow...—soltó fascinado mirando de arriba a abajo el cuerpo de Axl.—No puedo creer que seas real.

Y como era de esperarse las mejillas de Axl se tiñeron de rojo.

—No digas esas idioteces.—contestó este bajando su mirada, a la vez que Kurt volvió a acercarse a él para dejar un beso en su mejilla.

—Eres lo más hermoso que mis malditos ojos han visto.

Y sin darle tiempo a Axl para responder ante ese halago, Kurt volvió a besarlo con dulzura, para después hacer un camino de besos desde su mentón hasta su cintura.

Pero antes de seguir con lo que tenía en mente, observó a Axl buscando su aprobación para lo que estaba a punto de hacer, y este pareció leerle la mente, así que asintió desesperado por sentir los labios de Kurt.

Y apenas el cantante le dió su aprobación, Kurt tomó el miembro de Axl y lo llevó a su boca para comenzar a lamer cada centímetro de este. Mientras el pelirrojo gemía el nombre del rubio al sentir como su pene se humedecía con la saliva de su amante.

Kurt jugueteaba con el miembro de Axl, sacándolo y metiéndolo en su boca repetidas veces, hasta que por fin el cantante se vino en la boca del rubio llenando esta con su líquido.

—Esa fue...—la respiración agitada de Axl no le permitía hablar.—La mejor mamada que me han dado en la vida.

Y al oír esas palabras, Kurt tragó el líquido de Axl sin pudor alguno, para después acercar su rostro al del cantante y susurrar cerca de sus labios:

—Y no sabes cuántas más te esperan.

*****

Faltaba tan sólo una hora para el ensayo de Guns N' Roses, y Axl aún seguía completamente desnudo en la cama mientras Kurt se encontraba sobre él, besando su cuello como si la vida dependiera de ello.

Afuera aún seguía lloviendo, y Axl deseaba dejar todo el asunto de la banda a un lado y quedarse aquí con su rubio haciendo el amor, pero las cosas no eran tan sencillas como parecían y no importaba cuánto lo deseara, aquello no iba a suceder.

Así que al observar la hora en el reloj junto la cama, apartó a Kurt un poco para poder observarlo.

—Kurt...—dijo acariciando el cabello de este para llamar su atención.

—¿Qué sucede?—contestó el rubio levantando su vista.

—Debo ir a ver a mis amigos, ¿recuerdas?—replicó Axl a la vez que Kurt se incorporó en la cama, y él lo imitó.

—¿Ahora?—Axl asintió.—Maldita sea, no quiero que te vayas.

Al ver el angelical rostro de Kurt con sus delicadas facciones y sus ojos de color azul, Axl deseaba quedarse junto a él hasta el final de sus días, pero no podía hacerlo si quería volver a los escenarios con Guns N' Roses.

—Yo tampoco quiero irme... Pero debo hacerlo.—el pelirrojo suspiró y se levantó de la cama, para después comenzar a vestirse bajo la atenta mirada de Kurt.

—¿En serio tus amigos son tan importantes para ti?—preguntó el rubio intrigado, cruzándose de brazos, y el tiempo que Axl tardó en formular una respuesta sólo hizo sospechar aún más a Kurt.

—Antes no, pero ahora son lo único que me queda a parte de ti.

Y esa respuesta sólo causó aún más intriga en Kurt, quién deseaba conocer la identidad de aquellas personas a toda costa.

voten y comenten si les gustó