Capítulo 27

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<<Te mostraré que soy mejor que Kurt.>> fueron las palabras de Slash que no paraban de dar vueltas en la mente del rubio, junto con la imagen de Axl siendo golpeado y violado por quién una vez él llamó <<amigo>>.

Kurt había presenciado todo, pero no fue en su ayuda. Se había quedado inmóvil en su lugar, preso del temor y el asco que sentía al ver tal atrocidad pasar frente a sus ojos.

Veía noticias así en la televisión, a veces también oía en la radio a víctimas de violaciones, contando sobre el horror que sufrieron en ese momento, pero esto había sido diferente, porque había pasado frente a él y no pudo hacer nada para evitarlo, porque su mente le había jugado una mala pasada.

Axl aún seguía en el suelo, sin parar de llorar. Mientras, el rubio todavía lo observaba desde atrás de un árbol, pensando en si era buena idea o no acercarse a él.

No sabía qué decir o qué hacer en un momento así, tan sólo quería borrar esto de su mente.

El pelirrojo ya no quería existir. Quería desaparecer del mundo y que la gente se olvidara de que alguna vez Axl Rose existió. Ya no quedaba nada, ni nadie en su vida que valiera la pena. El dolor de las heridas en su cuerpo no le dolían tanto como las que ahora tenía en su corazón porque, otra vez, se aprovecharon de él y le quitaron su dignidad. El poco amor que tenía por sí mismo había desaparecido, ahora sólo se daba asco a sí mismo. Se sentía usado, un ser desagradable al que, mientras caminara por la calle, la gente voltearía para observarlo de arriba a abajo, criticandolo en voz baja.

Kurt tomó valor y caminó en dirección a Axl, quién seguía con su cabeza gacha, llorando. El rubio intentaba formular oraciones en su mente pero nada salía, aún estaba en una especie de trance por lo que acababa de suceder. Cuando llegó frente al pelirrojo, se quedó parado en silencio observándolo, sin que Axl se percatara de su presencia. Un gran charco de sangre lo rodeaba y sus ropas estaban rotas, cubiertas de manchas de sangre también. Esta escena le causaba repulsión al rubio, pero lo que más le molestaba era la actitud de cobarde que tenía Slash, al venir a abusar de él y a dejarlo aquí solo, lastimado y entre lágrimas. Esto sólo demostraba quién era el verdadero monstruo en Guns N' Roses.

El rubio carraspeó su garganta para llamar la atención de Axl y éste, asustado, levantó la vista, dejando ver su rostro cubierto de lágrimas. El corazón de Kurt dió un vuelco al ver lo vulnerable que el pelirrojo se encontraba. Sus ojos verdes reflejaban temor. Jamás se imaginó ver a Axl de esta forma, temeroso a que cualquiera le pueda hacer daño.

Kurt se agachó para quedar a su altura y el pelirrojo se acurrucó más contra la pared, buscando protegerse, avergonzado por el estado en el que se encontraba.

—Axl, ¿estas bien?—preguntó el rubio, acercándose lentamente a él.

—¿Qué tanto viste?—replicó Axl, con su voz entrecortada, observando al rubio. Kurt se quedó en silencio.—¿Qué tanto de esto viste? Responde.

—Lo suficiente.—respondió el rubio serio, sin apartar la mirada de Axl, que otra vez comenzaba a llorar. Kurt fue testigo de todo lo sucedido, pero si decía que estuvo desde un principio observando y no pudo ayudarlo, no podría perdonarse por eso, Axl tampoco podría perdonarlo. El pelirrojo estaba avergonzado por la situación, porque Kurt lo viera de esta forma.—No puedes dejar esto así, Axl. Debes hacer algo al respecto.

—Que ni se te ocurra hablar de esto, Cobain.—respondió el ojiverde, negando con su cabeza.

—Pero...—lo interrumpió.

—Nadie puede saberlo.

—Axl, no puedes dejar que él se salga con la suya...—el rubio tomó el mentón de Axl y lo obligó a mirarlo.—Slash tiene que pagar por lo que hizo.

—No, él ya no importa.—una lágrima rodó por la mejilla de Axl y el rubio la limpió con su pulgar.—Sólo quiero que esto se acabe.

—¿La banda?—preguntó Kurt intrigado y el pelirrojo negó con su cabeza.

—Mi vida.

Ninguno dijo una palabra más.

Kurt pasó el brazo derecho del pelirrojo sobre su hombro y lo ayudó a levantarse lentamente. El cuerpo de Axl ya no aguantaba el dolor que sentía, con cada paso que daba hacia muecas o largaba pequeños gemidos de dolor. El rubio, siguiendo las indicaciones de Axl, lo llevó hasta el baño, dónde abrió la ducha para que pudiera limpiarse las heridas. Por dentro, Axl pensaba que ni mil duchas le sacarían la suciedad que tenía en su interior ahora.

El pelirrojo, tomándose bastante tiempo debido a lo adolorido que estaba, comenzó a desvestirse frente a Kurt, siendo seguido por la mirada del rubio, lo que incomodaba a Axl.

—¿Puedes mirar a otro lado, por favor?—preguntó tímido, apenas elevando su voz, y Kurt asintió.

—Lo siento.—respondió el rubio volteando y mirando hacia la pared. Mientras Axl seguía desvistiendose, la imagen de él siendo penetrado por Slash, mientras lloraba y rogaba que no lo hiciera, no dejaba de invadir la mente de Kurt. La culpa por no hacer nada lo fastidiaba.

Una vez que Axl se desvistió, se metió en la ducha y bajo el agua caliente comenzó a limpiar la sangre esparcida por su cuerpo. Slash lo había lastimado, por dentro y por fuera. Otra vez las lágrimas se hacían presentes en el rostro del pelirrojo, que ahogaba los sollozos con su mano, para que Kurt no lo escuchara.

Axl quería estar con Kurt, pero no de esta forma, no temiendo que el rubio observara su cuerpo desnudo por miedo a que hiciera algo también.

Una vez que terminó de lavarse, tomó la toalla que Kurt colgó junto a la ducha y la enroscó en su cintura. El rubio aún seguía apoyado contra el lavabo, esperando a que Axl terminara para hablar con él.

—¿Puedo decirte algo?—preguntó Kurt sin quitar la vista del pelirrojo, éste asintió.—Yo vine aquí a verte porque tú tienes razón... En todo.

—¿Razón sobre qué?—preguntó Axl desentendido.

—No puedo hacerlo solo, Axl. Necesito ayuda y creo que...—rascó su cabeza, dudando en decir aquellas palabras:—Creo que tú eres el único que puedes ayudarme.

—Probablemente lo sea.—respondió Axl en voz baja, pero lo suficientemente fuerte para que Kurt lo oyera. El rubio asintió y se encaminó a la puerta, pero volteó al darse cuenta de que aún tenía algo para decir.

—Y yo...—mordió su labio, nervioso. Quería decirle que vió todo, pero Axl lo iba a odiar por siempre y Kurt no quería alejarse de él ahora.—Lamento mucho que hayas pasado por esto.—fue lo único que dijo.

—No fue tu culpa, Kurt.—respondió Axl, antes de que el rubio saliera de allí.

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sé que el capítulo anterior fue muy triste pero bueno, todas las que han leído una de mis historias saben que yo las hago sufrir ahre, igualmente espero que disfruten la historia 💖

Get in the ring «Nirvana+GN'R»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora