Get in the ring «Nirvana+GN'R»

Capítulo 11

Axl se había quedado en el pequeño cuarto, sentado en el suelo, abrazando sus rodillas y su nariz aún no paraba de sangrar. Sus compañeros lo buscaban por todos lados ya que los premios estaban sólo a media hora de comenzar y aún no había señales del pelirrojo.

Kurt estaba fuera de su casilla fumando, cuando oyó a Izzy dentro de la perteneciente a Guns N' Roses quejarse:

—¡¿Dónde mierda se metió el otro irresponsable?!—gritaba el pelinegro.—Lo mataré ni bien lo encuentre.

Kurt comenzaba a sentirse culpable por el hecho de que el pelirrojo no apareciera, porque él lo había lastimado y no fue visto desde entonces. <<Tal vez sigue metido en aquél cuarto>> pensó y tiró la colilla de su cigarro al suelo. Comenzó a caminar y volteó a ver su casilla, procurando que ni Courtney, ni sus compañeros lo siguieran y fue en busca de Axl. Cuando llegó al cuarto, abrió la puerta y se encontró con el ojiverde en el suelo, con su nariz sangrando por el golpe.

—¿Qué haces aquí todavía, idiota?—Kurt intentó sonar enojado pero se notaba en su voz que estaba preocupado por su estado.

—No quiero tener que ver a los demás así.—respondió el pelirrojo con frialdad y levantando su cabeza para ver al ojiazul.

—¿Acaso te avergüenza decir que yo te di ese golpe?—preguntó el rubio entre risas y Axl negó con su cabeza triste.—Bien, lo siento, tal vez se me fue la mano.—Kurt se agachó para quedar frente a él. Con la manga de su camisa limpió cuidadosamente la sangre de la cara del pelirrojo y Axl aprovechó su cercanía para apreciar el hermoso rostro del rubio, pero éste sin querer apretó su nariz, haciéndolo largar una queja.—Perdón.

—Esta bien.—el pelirrojo sonrió y tomó la mano de Kurt para apartarla de su cara, y él también le devolvió la sonrisa.—Gracias por esto.

—No hay de qué.—el ojiazul acomodó sus mangas para que no se viera la sangre que había quedado en ellas.

—¿Puedo preguntarte algo?—dijo Axl con timidez y el rubio asintió.—¿Por qué viniste a buscarme tú?

—Es que tus compañeros te buscaban por todos lados y no aparecías...—comenzó a hablar serio y el pelirrojo lo miraba atento.—Yo era el único que sabía dónde estabas y me iba a sentir culpable si algo te sucedía.—una sonrisa amenazaba con aparecer en el rostro de Axl al oír esas palabras, pero mordió su labio inferior evitando que sucediera. Kurt se había preocupado por él.

—Gracias.—susurró y Kurt hizo un gesto con su mano, restándole importancia.

—No es nada, probablemente tú hubieras hecho lo mismo por mí.

—Tal vez.—respondió Axl en voz baja.—Aunque aún mantengo mi opinión sobre tu esposa.

—Siempre tienes que arruinar todo. ¿Para qué la metes a ella?—Kurt largó un suspiro molesto y salió del cuarto, dejando a Axl solo de nuevo.

<<La única oportunidad de acercarte a él y la arruinaste. Bien hecho, Axl.>> pensó.

*****

El pelirrojo volvió a su casilla y todos sus compañeros estaban fuera de esta, con su ceño fruncido, sobre todo Izzy que era el más preocupado por su amigo.

—¿Dónde estabas, imbécil?—preguntó enojado y con sus brazos cruzados.

—Est-taba e-en el baño.—mintió el pelirrojo y observó a su izquierda a Kurt, que también estaba afuera fumando y se notaba molesto.

—No vuelvas a desaparecer así, idiota.—lo retó el pelinegro y Axl asintió serio. Ahora no se encontraba bien como para discutir el trato de su compañero, pero más tarde arreglaría éste asunto. Podía cometer muchos errores y aún así no permitía que le hablaran de esa forma.

Kurt arrojó la colilla de su cigarro al suelo y se metió a la casilla, dónde Krist y Dave hablaban tranquilamente, mientras Courtney bebía una gaseosa en silencio.

—Dave, Krist, necesito su ayuda.

*****

Los tres miembros de Nirvana, sin llamar la atención de nadie, se metieron en la habitación dónde se encontraban todos los instrumentos que usarían los músicos esta noche. Entre estos, se encontraban los de Guns N' Roses, que era los que Kurt más deseaba.

—¿Estás seguro de esto?—preguntó Krist arqueando una ceja y observando a su amigo. Él odiaba a Guns N' Roses tanto como sus dos compañeros, pero había un límite y cada día parecía estar más cerca de ser cruzado.

—Más seguro que nunca.—le respondió Kurt sonriente, acariciando las teclas de un piano blanco, perteneciente a Axl.

—Debemos apurarnos, recuerda que le dijiste a Courtney que iríamos a pedirle un autógrafo a Rupaul.—habló Dave con nerviosismo y buscando entre los instrumentos la guitarra de Slash. Cuando la encontró, agarró una de las botellas de agua que habían conseguido en el camino y vació todo el contenido sobre el instrumento.

—Nos matarán después de esto, ¿saben?—dijo el bajista, tomando con una mano la guitarra de Izzy y con la otra una botella de agua, dudoso por lo que iba a hacer a continuación.

—Tal vez nos matarán...—comenzó Kurt mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro.—Pero al menos moriremos felices sabiendo que fastidiamos a los idiotas de Guns N' Roses.—dicho eso, largó un escupitajo sobre las teclas del piano.

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