Get in the ring «Nirvana+GN'R»

Capítulo 54

—¿Qué mierda dices? Deja de mentir.—respondió Axl nervioso, negando con su cabeza sin poder creer en las palabras del rubio. No podía ser eso cierto, Kurt no podía estar enamorado de él, luego de haber oído la verdad no podía quedarse a su lado como si nada pasara.

—No estoy mintiendo, Axl.

—Claro que si, tú no puedes estar enamorado de mí. Amas a una chica, una fanática, lo entien...—el rubio lo interrumpió.

—La chica a la que afirmé amar eres tú, Axl. Tú eres esa chica a la que conocí en un concierto, tú eres aquella fan de Nirvana que usa una gorra con el logo de la banda.—a medida que hablaba, Kurt se iba acercando lentamente al pelirrojo, mientras este lo observaba sorprendido por cada palabra que oía salir de la boca del rubio.—Sé que es extraño, pero me enamoré de ti, Axl.

—No, estás loco, Kurt. Tú no puedes estar enamorado de mí, no está bien...—Axl intentó alejarse pero Kurt lo tomó de sus caderas y lo acercó hacia él, quedando sus rostros separados por pocos centímetros.

—Tal vez este loco, pero me enamoré de ti y ya no puedo ocultarlo.—el pelirrojo agachó su cabeza, avergonzado de si mismo por su actitud, por lo que acababa de contar minutos atrás, por todo. Él no merecía a Kurt, o al menos eso pensaba.

—Yo no te merezco, Kurt.—una lágrima resbalaba por la mejilla de Axl, y el rubio la limpió con su mano, para luego acariciar su mejilla.

—¿Quién dice que no me mereces?

—Yo. Soy una maldita mierda, Kurt.—susurró. Eso le dolía a Axl, le dolía no tener nada bueno para dar al mundo.—Ya no sirvo, no valgo la pena.

—Eso no me importa.

—Debería.

—Para mí vales mucho, Axl, y sé que tu vida no fue fácil...—Kurt tomó al pelirrojo de sus mejillas, húmedas por las lágrimas, y susurró cerca de sus labios:—Sé que tu vida fue un infierno y siempre lo será porque tienes que cargar con ese peso encima... Pero si estás en el infierno no dejaré que ardas tú solo.

Aquellas palabras sólo hicieron a Axl darse cuenta de que la persona indicada estaba frente a él. Kurt es quién luchará junto a él en este infierno, codo a codo frente a los demonios que los perseguían. Ya no iba a estar solo.

—¿No te da miedo no saber a lo que te enfrentas, Kurt?

—No me importa en tanto esté junto a ti.—ambos sonrieron, y luego Kurt enredó sus brazos alrededor del cuerpo de Axl, atrayendolo a su pecho.

Ahora parecía estar todo arreglado, pero había algo que no permitía que Kurt y Axl fueran los mismos de antes. Tal vez la discusión que tuvieron tenía algo que ver, la confesión de Axl o simplemente el secreto que Kurt escondía en su interior. Pensar en lo que el pelirrojo sufrió tan sólo lo hacía sentirse más y más culpable por no haber hecho nada cuando vió a Slash cometiendo aquél crimen contra Axl.

Todo se arreglaba en la vida de ambos, pero algo no les permitía acercarse. Había una especie de barrera entre los dos: a Axl le avergonzaba acercarse al rubio por todo lo que había revelado; y a Kurt le daba miedo acercarse al pelirrojo por el simple hecho de no querer molestarlo luego de aquella gran relevación. Así pasaban y pasaban los días, sin que ninguno estableciera contacto más allá de las palabras. Se miraban a los ojos y se decían todo, se incitaban a acercarse, pero ninguno tenía el valor suficiente de hacerlo.

*****

—Kurt está muy callado, ¿qué le sucede?—susurró Taylor en el oído de Dave, mientras observaban al rubio sentado en un rincón, con su mirada gacha y un cigarro entre sus labios.