Aquella discusión con Kurt había sido vergonzosa para el pelirrojo, que al no poder más con él, volvió al hotel que se hospedaba Guns N' Roses.
Había sido sincero con el guitarrista de Nirvana, pero no del todo. No le había contado todo lo que escondía detrás de esa imagen del rockero rebelde, al que nada ni nadie le importaba. Le asustaba hacerlo. Sabía que Kurt era una persona de mente abierta, que probablemente iba a comprender su problema y a tratar de hacerlo sentir mejor, pero Axl y Kurt no eran amigos, ni tampoco desconocidos. Eran rivales e incluso la prensa lo reconocía como tal. Al pelirrojo le asustaba que Kurt pudiera usar esto en su contra. Todos saben que al enemigo nunca le debemos enseñar nuestra debilidad, pero para Axl, el ojiazul de cara bonita no era su enemigo, era más bien alguien que deseaba conocer antes de mostrarle su punto débil.
Entró al cuarto que compartía con Izzy y cerró la puerta de un portazo, despertando al pelinegro de su siesta. Éste, al notar que Axl venía con su ceño fruncido y completamente serio, se incorporó y lo miró intrigado.
—¿Qué te sucede?—preguntó cuando vió al pelirrojo arrojarse sobre la cama frente a la suya, tapando su rostro con ambas manos.
—Nada.—respondió su amigo fríamente y el pelinegro se levantó de su lugar. Caminó a paso rápido hasta la cama de Axl y tomó sus brazos, para apartarlos de su rostro bruscamente.—¿Qué mierda haces, Izzy?
—Quiero que me digas por qué estás así.
—No te incumbe.—respondió el pelirrojo soltándose del agarre.
Izzy notaba de inmediato cuando su amigo tenía problemas. Lo conocía demasiado para no darse cuenta cuando los cosas no marchaban bien, pero así como se daba cuenta cuando estaba mal por algo, sabía que no debía entrometerse si no quería terminar discutiendo con él.
—Como digas.—Izzy le restó importancia y volvió a tirarse en su cama.—Pero si quieres hablar sabes que puedes hacerlo conmigo.
—No importa, no quiero hablar con nadie.—el pelinegro largó un suspiro cansado y cerró sus ojos para intentar dormir un rato.
*****
Otra vez estaba en su mansión de Seattle. Kurt tenía un mes libre antes de comenzar nuevamente con la gira. Trataría de pasar el mayor tiempo posible junto a Courtney, acompañandola todo lo que pudiera durante el embarazo.
Dos meses. Tan sólo dos meses que su novia estaba embarazada y no le había dicho ni una palabra al respecto hasta ayer en la tarde. Eso hacía preocupar a Kurt, porque en ese tiempo ella aún seguía fumando, bebiendo e inyectándose como si su vida dependiera de ello, pero su bebé dependía de ella más que nada y debía mantenerse bien. Ahora el rubio confiaba en que Courtney iba a dejar todo a un lado para cuidar a su hijo. Incluso él iba a intentar dejar todo. Quería estar bien y encontrar la felicidad, formar la familia que siempre quiso, pero todos sabían y le decían que eso no iba a suceder si él no dejaba la heroína. Pero Kurt iba a hacerlo, iba a lograrlo. Estaba dispuesto a dejar todo por el pequeño o pequeña que viniera en camino.
Sentado en su banca favorita, frente al lago que quedaba junto a su hogar, fumaba y pensaba en lo que había pasado con Axl Rose.
La mente de Kurt no había parado un momento desde ayer. Courtney, el embarazo, los premios, Axl. Era demasiado, pero aunque lo intentara, no podía evitar pensar en todo.
Y le costaba admitirlo, pero lo que más ocupaba sus pensamientos era la discusión con Axl Rose. Se había quedado con muchas preguntas en la boca para hacerle. ¿Quién era realmente Axl Rose? A Kurt no le importaba, pero ahora quería saberlo. Al parecer el pelirrojo también era otra estrella que se ocultaba detrás de una máscara. A veces esa era la única forma de afrontar con la fama, o al menos hacerla un poco más soportable.
Kurt ocultaba quién era. Sus ideales, sus letras, sus opiniones y todo lo relacionado con Nirvana eran de él, pero el rubio no se mostraba tan natural frente a las cámaras. También ocultaba su lado sensible. Aunque plasmara sus pensamientos más profundos en sus letras llenas de metáforas (a veces casi indescifrables por los fanáticos), le costaba mucho abrirse con las personas y contar sus problemas. Esos problemas que Kurt acarreaba desde pequeño, como el divorcio de sus padres, que una gran marca había dejado en él. Por eso el ojiazul quería formar una familia. Él necesitaba una, porque la suya había sido destruida, provocándole una grieta en su corazón irreparable, que aunque pasaban los años seguía doliendo como cuando por primera vez oyó la palabra "divorcio" salir de la boca de sus padres.
<<Tal vez Axl y yo no somos tan diferentes.>> pensaba el rubio, dándole una calada a su cigarro, mientras observaba el paisaje que lo rodeaba.
Ambos necesitaban de cariño y de una familia. Eran víctimas de la vida misma. Aunque las cosas parecieron remontar para ambos, Axl triunfando en el mundo con Guns N' Roses y Kurt a punto de formar una familia con Courtney, a su vez que también estaba logrando un increíble éxito con Nirvana, nada podía sacar esa sensación de vacío y dolor que sentían en su pecho. Pero en vez de acercarse y ayudarse mutuamente a reparar aquel dolor, sólo se alejaban y defenestraban el uno al otro.
<<Tal vez no somos tan diferentes.>> volvió a pensar Kurt arrojando la colilla de su cigarro al suelo.
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DOS COSAS:
~MUCHAS GRACIAS por votar y comentar en la historia, me alegra muchísimo que les guste lo que escribo💞
~ya sé que la mayor parte del tiempo esta historia se centra en axl y kurt, pero así lo tuve planeado desde el principio. pronto les voy a dar más importancia a los demás.tienen alguna teoría de lo que puede llegar a pasar entre kurt y axl?? comenten así me divierto con sus ideas ahre
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Get in the ring «Nirvana+GN'R»
Roman d'amour¿La fama y el orgullo son más importantes que revelar la verdad detrás de esta gran rivalidad? «Las mentiras impresas comienzan la controversia.» ✨#1 en Kurt Cobain (26/05/2018). ✨#1 en Nirvana (31/05/2018). ✨#1 en Dave Grohl (21/05/2020). ✨#1 en Kr...