Get in the ring «Nirvana+GN'R»

Capítulo 44

Kurt se adentró en su departamento, tomando suavemente por el antebrazo a Axl para hacerlo entrar con él, quién se avergonzaba un poco de que el rubio lo viera en este estado, tan frágil y débil, que con una mínima palabra podría acabar hecho pedazos. Limpió con el reverso de su mano unas lágrimas que caían por sus mejillas, y mientras se acercó a observar por la ventana cómo estaba empezando a oscurecer en la ciudad, las luces encendiéndose, iluminando todo a su alrededor.

Su mente era un completo descontrol, al igual que su vida. Todo terminó en un abrir y cerrar de ojos, tan rápido que Axl aún no podía asimilar que ya no pertenecía a Guns N' Roses, así como tampoco caía en la cuenta de que había perdido la amistad de sus compañeros para siempre. Se llevó una mano a su cuello y comenzó a acariciar dónde tenía los dolorosos hematomas dejados por Izzy. Su amigo lo había lastimado, y eso era lo que más dolía para el pelirrojo, pero muy en el fondo Axl comprendía la situación, porque lo que él hizo no estaba bien. Ninguno había actuado bien hoy.

Kurt, quién había ido hasta su habitación a dejar su guitarra, apareció en la sala con un semblante serio. Se sentó sobre el sofá y le hizo señas a Axl para que lo imite, y así hizo. Se colocó a pocos centímetros del rubio, con su rostro gacho, mientras jugaba nerviosamente con sus dedos, bajo la seria y atenta mirada de Kurt sobre él.

A Axl le avergonzaba estar tan cerca del rubio, tan cerca de su cuerpo, de sus labios, y no poder hacer nada porque Kurt no era suyo, no era parte de su vida, y probablemente jamás lo sería. Pero para Kurt, Axl si era alguien importante, porque cada día valoraba más el valor del pelirrojo por salir adelante entre toda la mierda que la vida ponía en su camino.

—¿Puedo saber qué sucedió, Axl?—preguntó intentando ser lo más amable posible. No quería obligar al pelirrojo a hablar si no sentía ganas de hacerlo, pero Kurt quería ayudarlo y el primer paso era saber lo que había ocurrido.—Cuéntame, por favor.

—No es nada importante.—susurró Axl levantando su cabeza y dirigiendo sus ojos verdes hacia el rubio, quién frunció su ceño.

—¿No es importante?—preguntó irónico y el pelirrojo asintió.—¿Entonces por qué te apareciste en mi puerta, Axl? ¿Por qué llorabas?

—Es que...—lo interrumpió.

—No intentes explicarme nada, Axl. Yo sé que algo te sucede y que por eso viniste a mí, viniste para que te ayude...—Kurt se levantó de su lugar y se paró frente a Axl, con un semblante más serio que de costumbre y sus brazos cruzados sobre su pecho.—Y creeme que quiero ayudarte, se siente genial poder ayudarte así como tú me ayudas a mí, pero no puedo hacer nada por ti si no me dices la verdad...—al notar la expresión de angustia del pelirrojo, Kurt largó un suspiro, intentando relajarse. Axl ya tenía muchos problemas, y el rubio lo único que lograba era hacerlo preocupar más y más. Con un tono más relajado volvió a hablar:—Axl, en serio necesito que me cuentes lo que pasó. Quiero ayudarte.

—Esta bien.—respondió finalmente Axl, luego de algunos segundos en silencio, debatiendo consigo mismo si era una buena idea contar la verdad.—Te contaré.

—Bien.—Kurt volvió a sentarse junto al pelirrojo, dispuesto a escuchar su explicación.

—¿Viste mis marcas, las de mi cuello?—levantó su cabeza unos centímetros hacia arriba para mostrar sus hematomas y Kurt asintió.—Bien...—Axl tomó aire y observó el suelo, evitando que el rubio note cómo las lágrimas volvían a invadir sus ojos. Cada palabra dolía más y más.—Izzy me las hizo...

—¿Qué?—el rubio abrió sus ojos sorprendido.—¿Por qué te hizo eso? Voy a matarlo.

—No importa lo que él haya hecho, Kurt, porque me lo merezco.—Kurt arqueó una de sus cejas, intrigado, sin comprender muy bien lo que Axl contaba.—Yo abandoné Guns N' Roses, para siempre.

—¿Tú dejaste tu ban..?

—Así es.—Axl asintió triste.

—¿Fue por lo de Slash?—preguntó el rubio lentamente, casi temiendo pronunciar aquello en voz alta y lastimar aún más a Axl.

—Si.

Kurt no dijo nada. En su estómago algo le decía que esto era culpa suya, y comenzaba a doler de nuevo. Aquél día tan terrible no paraba de perseguirlo. Cada vez que Kurt miraba a Axl no podía evitar verlo de la misma forma que ese día, compadeciéndose por el pelirrojo y por el maldito momento que tuvo que pasar junto a la mierda de Slash, mientras él observaba desde las sombras, petrificado en su lugar y asqueado por el crimen inhumano que estaba frente a sus ojos.

—¿Y por qué Izzy te hizo eso?—preguntó el rubio, rompiendo el incómodo silencio que se había formado entre ambos, a la vez que señalaba el cuello de Axl.

—Porque los traté como basura, a todos. Los dejé a un lado sin importarme lo que ellos hacían... E Izzy reaccionó por eso.—una sola lágrima rodaba por el rostro del pelirrojo, que se la limpió rápidamente con el reverso de su mano.—Perdí su amistad para siempre, ¿sabes? Eso es lo que más lamento.

—¿Eran amigos desde hace mucho, no es así?—Axl asintió.

—Si, desde que éramos muy jóvenes.

—Es una mierda todo esto.

—Si, la vida es una mierda.—replicó Axl levantándose de su lugar. Se acerco a la ventana y vió cómo la lluvia comenzaba a caer sobre la ciudad, empapando las calles.

—No todo es una mierda, Axl. Hay gente que disfruta las cosas simples de la vida, por más insignificantes que sean, son felices gracias a eso...—el rubio fue interrumpido.

—¿Cómo qué?

—Los amigos, por ejemplo.

—Ya no tengo a ninguno, Kurt, ¿qué me estás diciendo?

—Claro que si. Me tienes a mi.

—Pero nosotros no...

—Ya te dije que si somos amigos.—afirmó el rubio con su ceño fruncido.

—Tal vez si.

—Por supuesto que lo somos, idiota...—Axl no pudo evitar reír ante el insulto del Kurt. Ya era costumbre que le hablara de esa forma.—Y te lo demostraré dejando que duermas aquí hoy.

—¿Qué?—Axl volvió a observarlo, sin entender.

—Esta lloviendo, Axl. No dejaré que te vayas ahora...—se quedó en silencio unos segundos y una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro antes de continuar:—La última vez te enfermaste y la fiebre te volvió loco, me dijiste tierno, Axl Rose.

El color no tardó en subir al rostro de Axl. Odiaba al rubio por la habilidad que tenía para hacerlo sonrojar de esta forma, pero no podía evitar sonreír por el amable gesto que tuvo con él.

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✨get in the ring es #1 en Kurt Cobain y #1 en Nirvana✨