Capítulo 42

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Axl carraspeó su garganta. De inmediato, todos sus compañeros pararon de tocar, sorprendidos, voltearon a verlo y abrieron sus ojos como platos al ver que se trataba del pelirrojo. No se esperaban encontrarse con él, no ahora, luego de tantos días de ausencia.

El cuerpo de Axl se tensó al cruzar miradas con Slash, quién sonreía contento al volver a encontrarse con él. Dejó su guitarra a un lado y se acercó a saludarlo, a lo que el pelirrojo retrocedió unos pasos.

—Axl, hola.—el ruloso estiró sus brazos para abrazarlo, pero este negó con su cabeza, nervioso, conteniendo el llanto. Quería llorar, llorar porque se sentía débil estando frente a su compañero y no poder decir nada respecto a lo sucedido por el miedo y la vergüenza que tenía.—¿Qué te sucede? ¿Estás bi...?

Izzy le pegó un empujón a Slash y lo hizo a un lado. El morocho tenía su mandíbula tensa y sus brazos cruzados sobre su pecho. Sólo con verlo te dabas cuenta de que estaba furioso con el pelirrojo.

—¿Qué haces aquí?—preguntó de mala gana, esperando una respuesta por parte de Axl que se había quedado mirando el suelo, triste.—Dime. ¿Qué haces aquí?

—Tengo que hablar con ustedes.—Axl levantó su vista y observó apenado a todos sus compañeros. Probablemente hoy era el último día que los vería cara a cara, porque tal vez después de esto, ellos ya no querrán saber nada más de él, y los entendía, los entendía porque la decisión que Axl tomó no era la correcta, a pesar de que así el pelirrojo tendría al menos un poco de la paz que necesitaba.

—¿Qué quieres decirnos, amigo?—Duff se acercó sonriendo amistosamente, junto a Matt, y se quedaron parados al lado de Axl dispuestos a escuchar atentamente lo que el pelirrojo quería contarles.

—Yo debo decirles que...—Axl tomó aire y luego lo largó, como si en esos pocos segundos intentara tomar el valor para decirles a sus compañeros la noticia de su partida.—Yo me iré de la banda.—soltó finalmente.

—¿Qué?—preguntaron Matt, Slash y Duff al unísono, sin entender a lo que el pelirrojo se refería. Izzy permaneció a un lado, en silencio, observando la escena atento.

—Lo que oyeron.—replicó.

—Pero... ¿Por qué?—Slash abrió sus ojos sorprendido por la noticia. Se acercó a Axl, y este retrocedió unos pasos hacia atrás, evitando todo contacto con su compañero.—No puedes dejarnos sin decirnos el porqué, Axl. Dinos ya.

—Porque quiero irme de esta banda, ¿qué parte no entienden de eso?—contestó molesto y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas. Se sentía una mierda por hacer esto, por dejar a sus compañeros solos, pero ya no había vuelta atrás, no podía volver en el tiempo y reparar todos los errores.—Estoy cansado de la vida que llevo y cansado de esta maldita banda que sólo me trae problemas.

—¿Nosotros te traemos problemas, Axl?—Izzy, quién había estado en silencio todo este rato, se acercó al pelirrojo rápidamente y lo empujó contra la pared, haciéndolo golpear su espalda con esta.—Tú eres el maldito imbécil que no viene a ensayar. Nunca te tomaste las cosas en serio y ahora vienes a decirnos que nosotros te damos problemas.

—Porque así es, Izzy. A ustedes no les importa cómo yo me sienta, o lo que me sucede, sólo les interesa el dinero que ganan gracias a la banda.

—Deja de mentir, idiota. Tú eres mi amigo, ¿acaso crees que no me preocupo por ti?—Izzy miró al pelirrojo con sus ojos entrecerrados, casi como si quisiera descifrar lo que significaba la expresión de Axl. El pelirrojo se sentía dolido por todo lo que estaba sucediendo, dolido por tener que dejar a las únicas personas por las que una vez sintió aprecio de verdad, pero así como sintió aprecio por ellos también fue herido, lastimado y dejado a un lado como si de basura se tratara.

Get in the ring «Nirvana+GN'R»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora