IX

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Obi-Wan POV:
Mientras meditábamos, note que mientras más se concentraba ella, su poder en la fuerza aumentaba cada vez más. Nunca antes había notado algo así, era más fuerte a la de Kylo Ren. Me podía sentir más fuerte junto a ella. Me llenaba de valor y fuerza.
A pesar de notar tanto la fuerza, trate de meditar y poco a poco iba consiguiéndolo.
El ruido del bosque me relajaba, me hacía sentirme muy tranquilo y sereno. El ruido del agua, el canto de algún pájaro sobre las ramas de los árboles, las hojas moviéndose y cayéndose al suelo, podía notar como esa energía me llenaba más.
Pero sentí una perturbación en la fuerza, como si algo fuera muy mal.
-¿Has notado eso? -le pregunte a Sheilak.
-Si...es como si millones de vida corrieran peligro...será mejor que volvamos antes de que -me dijo Sheilak y se mareó. La agarre antes de que cayera al agua.
Yo también me sentí mareado y me senté al suelo con Sheilak en los brazos.
No podía ser...el dolor de millones de personas lo estaba notando. Y al final se acabo el dolor.
-¿Que demonios ha sido eso?, nunca antes había notado algo así...me siento débil -me dijo Sheilak.
-Creo que se lo que ha pasado...han arrasado un planeta entero -le dije mientras me levantaba y ayudaba a Sheilak a reincorporarse.
-Debemos de volver a la base cuanto antes Obi-Wan.

Sheilak POV:
Nunca antes había sentido este dolor. Era como si me clavaran millones de cuchillos a la vez y cada uno era un grito diferente. Es difícil de explicar peor jamás me había afectado tanto una perturbación en la fuerza. Tenía un mal presentimiento.
Llegamos a la base muy rápido y nos dirigimos a la sala de control donde estaba Leia sentada muy abatida y en las pantallas la imágenes de un planeta que había explotado...
-¿Que ha ocurrido? -pregunto Obi-Wan.
-La Primera Orden está probando un nuevo cañón donde ha destrozado un planeta entero lleno de vida...millones de vidas sacrificadas -dijo Leia entre lágrimas.
-No puede ser -me senté en una silla -tenemos que frenarles de alguna manera, tiene que haber algo -le dije a Sheilak.
-La única manera es colarse en su nave...y es muy difícil. Si nos metemos hay seguro que no salimos con vida -dijo Leia.
-Intentaré encontrar el modo, esto no va a acabar así -me levante de la silla y me fui de la sala.

Me sentía muy cansada, pero a la vez muy enfadada. Tenía ganas de coger una nave y partir hacia la nave imperial para acabar con esto de una vez por todas. No podía más. Tenía que haber una solución.
Mientras caminaba malhumorada y con ganas de arrasarlo todo, escuche a Obi-Wan como me llamaba. Me giré hacia a él.
-Necesito un tiempo a solas, no hace falta que vengas - le grite y me puse andar de nuevo.
-Sheilak espera, puede haber una solución. No intentes hacer una locura. Marcharte ahora en una nave es una misión suicida. No quiero que te pase nada malo -me dijo y me detuve.
-¿Como sabes que tenía pensado coger una nave? -le pregunte de espaldas.
-Se como te sientes y yo hubiera dicho lo mismo, pero debes de frenar el miedo, porque el  miedo es el camino hacia el lado oscuro, el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento, el sufrimiento al lado oscuro -me respondió.
-Yoda me dijo eso varías veces...es muy injusto lo que han hecho -me caí de rodillas al suelo y empecé a llorar.
Obi-Wan vino hacia a mi y me abrazó.
-Tranquila, seguro que encontraremos una solución. Seguro que si,  toda la Resistencia somos  la pequeña chispa que encenderá la nueva República. Te acompañare a tu cuarto y descansa un rato, te vendrá bien dormir un poco.
Yo no le pude responder, solo me levante e ir hacia a mi habitación. Antes de irme me despedí de Obi-Wan y cerré la puerta de mi habitación.
Me quite la capa y las botas. Fui hacia la cama y me tumbe. Cerré los ojos para relajarme y en pocos minutos me había quedado dormida. Necesitaba un poco de paz.
Unas horas después...
Estábamos en un planeta, parecía que nunca lo había visto. Obi-Wan y yo estábamos caminando lentamente junto a otros soldados  de la Resistencia. Unos soldados de asalto empezaron a atacarnos. Obi-Wan y yo empezábamos a pelear.
Detrás de los soldados veo a Kylo Ren y un Sith con un sable de color negro. Empezaron a atacarnos. Vi como Obi-Wan es atravesado por el sable negro. Grito y voy hacia a él corriendo. Cuando Kylo Ren va atacarle para matarlo...escuchó como alguien me llama....entonces despierto.

Obi-Wan POV:
Sheilak estaba muy nerviosa. Sentía como una agitación dentro de ella. Quería hacer algo para ayudar, pero no podíamos hacer nada.
No se si sentí el mismo dolor que Sheilak, pero jamás podrán quitarse de mi cabeza los gritos y el dolor que sentí por las millones de vidas desperdiciadas en una prueba.
Fui a la cafetería y llevarle algo dulce para que le animara. Por suerte quedaba algo de chocolate negro con menta y chocolate blanco. Eran mis favoritos y espero que lo de ella también.
Iba de camino a la habitación de ella. Pero note que Sheilak estaba muy agitada.
Corrí hacia su habitación y abrí la puerta. Estaba teniendo una pesadilla.
-Sheilak tranquila, estoy aquí. Estás soñando despierta -le dije suavemente mientras le movía con una mano.
-¡No Obi-Wan! -grito sobresaltada.
-Tranquila respira estoy aquí, respira hondo. Trata de calmarte -le dije.
Parecía que se iba tranquilizando poco a poco.
-Ha sido otra pesadilla...cada vez van a peor -me dijo con lágrimas en sus ojos.
-Para que te quedes mejor, me puedes contar lo que ha pasado.
Ella empezó a contarme todo lo que recordaba. Cuando llego a la parte de que me estaba atacando, empezó a caerle lágrimas por los ojos.
-Sheilak no llores. Ahora estoy aquí y no va a pasar nada. Tus sueños pueden que nos esté advirtiendo de algo y así podemos evitarlo, ¿no crees?.
-Tienes razón en eso...gracias Obi-Wan.
-No tienes porque darlas y además, quiero endulzar un poco la situación -me saco el chocolate- no sé si te gusta el blanco o el negro con menta. Pero son mis favoritos.
Ella me dedicó una sonrisa.
-También son los míos -me coge un trocito de cada y se come primero el de menta y luego el blanco- hacía años que no probaba el chocolate.
-Yo tengo que tener cuidado o me como una tableta sin darme cuenta -los dos reímos- así me gusta que sonrías, está mucho más guapa.

Los últimos maestros JediDonde viven las historias. Descúbrelo ahora