XLVI

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Varios meses después...
Sheilak POV:
Rey estaba apunto de convertirse en Maestra Jedi. Había tenido una evolución increíble y cada día se estaba volviendo mucho más fuerte.
Los niños también habían avanzado mucho y me sentía muy orgullosa del trabajo que estábamos consiguiendo entre todos.
También terminaron de reformar nuestra casa, Obi y yo podíamos tener más intimidad. Pasábamos varias noches haciendo el amor, jamás nos cansábamos.
Parece que poco a poco la Resistencia va ganado. Varios planetas se están uniendo a nosotros y La Primera Orden se hace más pequeña. Estoy segura que conseguiremos acabar con ella de una vez por todas.

Hoy era el día que Rey iba a ser nombrada Maestra Jedi, pero quería ponerle una última prueba. Ser capaz de vencerme.
Nos fuimos a la sala de entrenamiento al aire libre. Los padawans junto a Obi, se sentaron para ver el combate.
-Rey ¿preparada? -le dije y encendí mi sable.
-Preparada Maestra Anthane -me dijo y encendió su sable.
El combate era limpio, el sable no podía tocar la piel, teníamos que hacernos el menor daño posible.
Ella dio el primer golpe y lo frené rápidamente. Salte por encima de ella y rápidamente ella se giró para frenar mi ataque.
Los sables chocaban, las chispas verdes y blancas saltaban por los aires. Ninguna de las dos íbamos a ceder. Di un salto mortal hacia atrás y ella me siguió.
Me iba hacer un barrido cuando yo lo esquivé y se lo hice yo a ella. Cayó en el suelo. Iba apuntarle con el sable en el esternón pero todo y se puso de pie.
Nos atacamos de nuevo y cada vez la fuerza entre nosotras era mayor. Nos concentramos tanto que conseguimos hacer un gran surco donde estábamos nosotras.
-No me pienso rendir Maestra Anthane -dijo Rey.
-Es lo que quiero Rey, que no te rindas jamás -le dije.
Iba hacerle un barrido cuando ella lo esquivó. No conseguí verla y vi como un sable verde estaba cerca de mi cara.
Había perdido limpiamente.
-Tu ganas Maestra Rey -le dije y apagué su sable.
-¿En serio?, no me lo puedo creer -dijo Rey.
-Ahora eres una Maestra Jedi -le indiqué a Obi que viniera con la caja, los padawans le siguieron.
Le entregue la caja y dentro había un traje de Maestro Jedi.
-Ahora lo necesitarás, mañana comenzarás a enseñar a los padawans más jóvenes -le dije.
Ella me abrazo y yo la abracé.
Al separase ella estaba muy contenta.
-Bueno niños, ahora ensañaremos vuestra agilidad, coger un sable y los casco -les dijo Obi a los niños.
-Si Maestro Kenobi -dijeron todos los niños al unísono.
El resto del día estuvimos entrenado con los niños, cada vez se estaban volviendo mucho más fuertes.
Espero que los antiguos Maestros Jedi estén orgullosos de lo que estamos consiguiendo.

Al terminar el entrenamiento, los niños se fueron a ducharse y a descansar, se lo habían merecido. Rey también hizo lo mismo, mañana comenzaría como Maestra Jedi.
Obi y yo llegamos a nuestra casa.
-¿Que te parece si nos duchamos juntos para ahorrar agua? -me pregunto Obi al oído.
-Es una buena idea lo de ahorrar agua, me parece bien -le dije.
Fuimos a nuestra habitación para quitarnos la ropa e ir al baño a ducharnos. Una vez en la bañera, hicimos el amor mientras el agua caía por nuestros cuerpos desnudos.
Tardamos más en salir de lo normal. Mientras yo me secaba el pelo, Obi se afeitaba un poco la barba, para que no le quedara tan larga.
-Sheilak estoy pensando en cortarme un poco el pelo, ¿tú qué opinas? -me pregunto.
-Es tu pelo, a mi me encanta que lo tengas así te hace muy juvenil a pesar de la edad que tienes -le dije y me empecé a reír.
-Solo soy un poco más mayor que tú -dejó la cuchilla de afeitar en el lavabo y vino a por mi con espuma de afeitar aún en la cara.
Yo corrí pero él me atrapó y me dio un beso, se me quedó parte de la espuma en la cara.
Me quite la espuma y el termino de afeitarse.
Yo me acerqué a él.
-¿Quieres que te pele yo?, cuando era pequeña yo era quien pelaba a mis hermanos, mi madre me enseñó. Si te fías de mi claro -le dije.
-Claro que me fío de ti cariño -me dijo y me dio un beso en los labios.
Cogí el banco del baño y le indiqué que se sentara mientras iba a por las tijeras y la maquilla para pelar el pelo.
Empecé a cortar el pelo aún mojado por la ducha, sus mechones caía al suelo. Termine de usar las tijeras y cogí la maquinilla para terminar de recitar las imperfecciones.
Cuando termine me gusto mucho con lo deje, con el pelo largo estaba muy guapo, pero con el corto mucho más.
Él se asomó al espejo y le gustó el resultado.
-Hacia muchos años que no me veía con el pelo corto, ahora sí que me parezco a mi bisabuelo -dijo Obi.
Vino hacia a mi y me dio un suave beso.
-Gracias cariño, eres lo mejor de mi vida -me dijo Obi.
-De nada amor -le besé.
Terminamos de recoger el baño y fuimos a la cocina para preparar la cena.
Cenamos tranquilamente y después nos sentamos en el sofá para leer un poco.
Aunque no habláramos en estos momentos me encantaba pasarlos con él, no decíamos nada pero sentíamos mucho. Nuestros silencio no eran nada incómodos sino muy confortables. Eran los menores que más disfrutaba junto a él.

Los últimos maestros JediDonde viven las historias. Descúbrelo ahora