XXXVII

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Sheilak POV:
Nos llevaron enfrente de él.
-Bien hecho mi joven aprendiz. He recuperado mi fe en ti. Joven Rey bienvenida y también Maestra Anthane y Maestro Kenobi. Es increíble tu parecido al Maestro Kenobi -señaló a Obi- eres igual a él. Y tu maestra Anthane, tienes la misma aura que tu antecesor, el maestro Qui-Gon Jinn.
-Ni lo nombréis, por culpa vuestra murió -le dije y él me obligó a plantarme de rodillas.
-Insolente, no debes de hablarme así. No sabes quien soy -me dijo Snoke.
-Si se quien eres. Un asesino. Habéis matado a millones de vidas -le dije y él me empujó con la fuerza hacia el suelo.
-Te crees poderosa, pero no lo erres. Igual de débil que Qui-Gon. Sacrificó su miserable vida para salvar a su joven aprendiz Obi-Wan Kenobi. Lo hizo para nada, murió a manos de Darth Vader para salvar Luke Skywalker. ¿Donde está el ahora para salvarte?, es un cobarde -me dijo.
Llena de rabia, hice fuerza contra el suelo y me levante.
-El no es un cobarde, lo eres tú. Te quedas ahí sentado mientras otros hacen el trabajo sucio por ti. Aquí el único cobarde eres tú.
Me lanzo unos rayos y me estampo contra la pared.
-¡Sheilak! -gritó Obi y fue atacar a Snoke. Pero él le hizo lo mismo que a mi.
-Sois los dos patéticos. No me extraña que estéis enamorados uno del otro. Sois tal para cual. Cinter Torm llevarlos a una celda y matarlos. No quiero ver más Jedi.
-Si señor -dijeron al unísono.
Unos soldados de asalto nos llevaron hacia el ascensor.Dejando sola a Rey ante Snoke y Kylo.
Quise resistirme pero no podía.
-Como sigas resintiéndote, le pegó un disparo a tu novio y después te matare lentamente, para que tengas una muerte muy dolorosa.
Mire a Obi y me deje llevar.
Bajamos varias plantas y al abrirse había varias celdas. Al mirarlas todas estaban llenas de resto de sangre. Este es mi final.
Nos metieron con las esposas en la misma celda. Yo no sabía como escalar, empezaba a tener miedo y no quería sentirlo...recordaba las palabras de Yoda... El miedo es el camino hacia el lado oscuro, el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento, el sufrimiento al lado oscuro.
-Sheilak conseguimos escapar -me dijo Obi mientras nos sentábamos en un rincón.
-No quiero tener miedo y empiezo a tenerlo -le dije y empecé a llorar.
Note una presencia muy conocida. Levante la cabeza y no me podía creer a quien estaba viendo. Era Luke.
-¿Maestro, como has entrado sin que te vean? -le pregunte mientras me levantaba y caminaba hacia él.
-Me he podido teletransportar, pero mi cuerpo sigue en Ahch-To. Sheilak, Obi-Wan, perdonarme por tardar en darme cuenta de todo. Yoda me hizo cambiar de opinión. Los tiempos cambian y ahora tenéis que salir de aquí y luchar -dijo Luke.
-Las esposas anulan nuestros poderes. No podemos soltarnos -dijo Obi.
-Vosotros podéis soltaros. Solo tenéis que pensar en la fuerza para romper las esposas -dijo Luke.
Nos concentramos con los ojos cerrados para romper las esposas. Podía notar como el poder me llegaba a las muñecas. Era cada vez más poderoso, hasta que conseguir destruir las esposas.

Obi-Wan POV:
Sentía como la fuerza llegaba a mis muñecas. Era muy poderosa. Me concentre más y logre romperlas.
Abrí los ojos y vi que Sheilak lo había conseguido.
Sheilak abrazo a Luke.
-Gracias Maestro -dijo Sheilak y después se separaron.
-Siempre fuiste la mejor de mis alumnos. La fuerza que note en ti era muy parecida a la del viejo Ben y fue todo gracias a Qui-Gon. Él le inculcó todo a Ben y después el a mi -dijo Luke
-Ahora acabaremos con ellos Maestro -dijo Sheilak.
-Tenéis que hacerlo vosotros, yo tengo que ir hablar con Leia. Que la fuerza os acompañe -dijo Luke y despareció.
-Sheilak cuando vengan tenemos que robarles nuestros láser.
-Has pensando exactamente lo mismo que yo -escuchamos un ruido -ahí vienen. Pongámonos de espalda a ellos.
-Venga.
Nos sentamos de espalda a la entrada de la celda. La puerta se abrió.
-Veo que estáis preparados para morir -dijo Cinter.
-Como voy a disfrutar de este momento -dijo Torm.
Mire a Sheilak a los ojos y nos comunicamos.
-¡Ahora! -gritó Obi.
Nos giramos y con la fuerza atrajimos nuestros sables. Los encendimos y empezamos a luchar.
Los empujamos con la fuerza y lo echamos fuera de la celda. Se levantaron de un salto.
Nuestros sables chocaban una y otra vez. Pegaba saltos a la vez que Sheilak. Sin mirarnos y solo con sentirnos podríamos pelear.
-Pagarás por lo que me hiciste Kenobi -dijo Torm mientras dejaba presente su brazo metálico.
-La próxima vez no seré tan bueno. Acabaré contigo de una vez por toda y ya nadie más resultará herido por vuestra culpa -le dije.
Notaba como nuestras fuerzas eran muy igualitarias. Había ganado mucha más agilidad desde que éramos dos padawans. Siempre hubo una rivalidad sana entre nosotros. Pero jamás imaginé que él llegara a odiarme tanto.
-Torm debéis de parar esto, se que en el fondo hay algo de luz en ti -le dije.
Pero él se rió a carcajadas.
-Obi-Wan ¿no sabes que los poseedores de los sables de color negro, son los que tienen el alma más oscura?, Cinter y yo lo conseguimos matando a muchas vidas inocentes. Da igual si era un hombre, una mujer o si estaba embarazada. Un niño o un bebé. No siento pena ni dolor por esas muertes, solo satisfacción. Oír como sables queman la carne humana y la atraviesan es excitante. No sabes que me alegro atravesar a tu querida novia. Pero la próxima vez lo haré en su corazón -me dijo Torm.

No podía asimilar las horribles palabras salidas de su boca. Él había sido corrompido hasta lo más fondo de su ser. Ya no existía mi amigo.
-Antes tendrás que vencerme -le dije y le ataque en el brazo metálico.
Le corté el brazo por el codo.
-Me las pagarás Kenobi, te arrepentirás de esto ya lo verás. Despídete de tu chica, no la volverás a ver -dijo Torm y lanzó su sable encendido hasta Sheilak.
-¡Sheilak cuidado! -le grite.

Los últimos maestros JediDonde viven las historias. Descúbrelo ahora