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Obi-Wan POV:
Al abrir los ojos aún permanecía abrazado a Sheilak por la espalda. Pero ella se giró y se quedó enfrente de mi. Aún estaba dormida. Vi como abría los ojos.
-Buenos días cariño -le dije.
-Buenos días -me dijo mientras se pegaba más a mi pecho.
-Sabes que tenemos que levantarnos para llegar a tiempo a las clases ¿no?
-Lo se, pero estos minutos que estoy contigo me gusta estrujarlo al máximo -levantó su cara y se acercó más a mis labios para besarlos.
Yo le seguí el beso. Estos momentos de la mañana me hacía olvidar todo lo malo que habíamos pasado en los últimos meses.
Nos volvimos a tumbar en la cama y ella acarició mi abdomen, donde tenía la cicatriz.
-Siento que por mi culpa tengas ahora esta cicatriz....
Me puse de lado y le mire a los ojos.
-No es tu culpa, yo me caí y me la hice.
-Pero...si fue mía. Si la serpiente no me llegara a morder, no te la habrías hecho...
Le besé en los labios.
-Fue solo culpa mía, además así me da un aspecto de más duro -ella empezó a reír- no te rías -le dije y le empecé hacer cosquillas.
-Obi para por favor -decía entre las risas.
-Ahora veras -le dije y continué haciéndole más cosquillas.
El sonido de su risa me encantaba, hacía sentirme mucho mejor.
Pare y le mire a los ojos.
-Será mejor que nos levantemos -me dijo con una gran sonrisa.
-Si, iré a darme una ducha por si me quieres acompañar -le dije.
Nos levantemos de la cama y entre los dos la hicimos.
Después recogimos la ropa que dejamos anoche tirada para lavarla y coger ropa limpia para ponernos hoy.
Abrí el grifo para que saliera caliente el agua para la ducha y los dos nos duchamos juntos para ahorrar un poco de agua. Salimos para secarnos y prepáranos. Ella se puso la toalla alrededor del pecho y yo en la cintura. También Sheilak se colocó una en su cabello, yo solo me lo seque un poco y me lo dejé que se secara solo.
Mientras ella se arreglaba el pelo, yo me arreglaba la barba.
Terminamos en el cuarto de baño y nos vestimos. Baje primero a la cocina para preparar el desayuno para los dos. Unas tostadas, zumo de fruta natural y dos cafés.
Ya había terminado de hacer el desayuno cuando apareció por la cocina.
-El almuerzo me toca hoy a mi, me apetece hacer algo de carne -me dijo mientras me abrazaba por la cintura.
-De acuerdo, ahora vamos a desayunar —le dije mientras me giraba y le daba un suave beso en los labios.
Al acabar el desayuno recogimos entre los dos la mesa y fuimos hacia el templo Jedi.
Mientras caminábamos, note como a Sheilak le pasaba algo.
-¿Sheilak?, ¿que te pasa? -le pregunte pero parecía que no estaba.
La zarandee un poco, pero no había reacción.

Sheilak POV:
Caminaba junto a Obi de camino al templo, cuando alguien se metió en mi cabeza. De repente estaba enfrente de Cinter.
-Cinter que quieres ahora -le dije.
-Vaya, vas directa al grano -me dijo.
-Tengo cosas más importantes que hacer que hablar contigo.
-La cosa es muy simple. Averiguaré donde tienes tu nueva base Jedi y destruiré a todos tus padawans incluso a tu novio. Te quedarás sola en la vida y tu única salvación será la muerte o unirte al lado oscuro. Voy a por ti Sheilak, destruiré todo lo que tienes, como hizo Obi-Wan con Darth Maul. Torm y yo os destruiremos y tú quedarás sola. Quiero ver como sufres poco a poco -dijo Cinter mientras se reía con maldad.
-El lado oscuro jamás ganará a lado luminoso del fuerza. Siempre habrá un equilibrio entre ambos. Pero lo que es seguro que los Jedi volverán para traer de nuevo el equilibrio a la galaxia.
Ella seguía riéndose.
A lo lejos sentís una voz que me llamaba. Era Obi.
-Ríete todo lo que quieras Cinter, ríete, pero sabes de sobra que los Sith y la Primera Orden tenéis los días contados -le dije.
Volví otra vez y vi que Obi estaba con los ojos llenos de lágrimas. Al ver que reaccione me abrazo contra su pecho.
-Por un instante pensé que te había perdido, ¿que te ha pasado? -me pregunto.
Me separé de él para hablarle.
-Cinter conectó conmigo. Me dijo que iba a destruirnos y a matar a todo el mundo para ver que acababa sola. Me dijo que mis únicas dos opciones son, morir o ir al lado oscuro -le respondí.
-No conseguiremos que nos hagan eso.
-Eso lo tengo más que seguro...el lado oscuro jamás ganará.
Él me volvió abrazar y se lo agradecí mientras yo le abrazaba también.
Nos separamos y cogidos de la mano fuimos hasta el templo Jedi.
Mientras llegábamos allí estaba Rey. Entramos los tres en el templo. Listo para dar la lección de hoy a nuestros grupos.
Yo fui con el mío que era el de los mayores, Obi al de los niños chicos y Rey al de los niños preadolescente.
-Muy bien chicos, hoy os enseñaré como usar los distintos poderes que tiene la fuerza.
-Maestra Anthane -dijo uno de los chicos mayores.
-Si Korkl.
-Es cierto que los antiguos Jedi no se podrían enamorar...¿porque ahora si podéis el Maestro Kenobi y usted? -me rejunto Korkl.
-Hace varios años los Jedi no tenían permitido enamorarse, pero siempre había alguno que rompía esa regla. Si se llegaba a saber, el Jedi podía haber sido expulsado. Pero el Maestro Yoda me dijo que si la fuerza destina a estar dos personas juntas a enamorarse, da igual si son dos Jedi o uno de ellos es Jedi, no importa. Porque será un amor puro. Antes los Jedi los confundía sus sentimientos y eso hacía peligrar su vida. Yo tuve varios problemas por no aceptar mis sentimientos hacia el Maestro Kenobi, me hacía más daño no aceptar lo que sentía por él que sintiéndolo. Ahora que cuando un Jedi se enamora, solo lo hace une vez. Si os llegáis a enamorar algún día ya lo sentiréis. ¿Alguna pregunta más?.
-No Maestra Anthane.
-Pues muy bien chicos, vamos a empezar la clase.

Los últimos maestros JediDonde viven las historias. Descúbrelo ahora