XLII

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Dos semanas después
Obi-Wan POV:
Las reformas habían terminado y el templo volvía a cobrar la vida que se la arrebataron hace muchos años.
Las salas volvían a funcionar a la perfección, solo quedaban que los padawans entrenaran en ella. También las habitaciones estaban listas para que fueran habitadas.
La nueva República está cada vez más cerca.
-Sheilak es maravilloso, al fin tenemos un templo donde enseñar a los próximos padawans - le dije. mientras mirábamos el templo desde el otro lado del lago.
-Pues si, dentro de unos días buscaremos los padawans. Rey aprende muy rápido y será una gran maestra Jedi -le dije.
Pero de repente sentí una sensación muy extraña. Vi como Sheilak caía de rodillas y se tocaba la cabeza como si le doliera demasiado.
-No...basta...sal de mi cabeza -gritaba
-¡Sheilak! - grite - ¿Que te pasa?
Le mire a los ojos y lo tenía totalmente negros.
-Sheilak escucha mi voz y síguela...ven a mi...Sheilak cariño estoy contigo.
-No...otra vez no...-me dijo y empezó a llorar.
-Sheilak concéntrate en la fuerza para volver, se que puedes oírme -Veo cómo sus ojos totalmente negros me miran, los cierra y al abrirlos puedo ver sus ojos castaños.
-Ha sido todo mi imaginación.... -dijo con un tono bajo de voz.
-¿Que has visto? -le pregunte.
-Era Cinter...se metió en mi cabeza y veía como quemaba el planeta entero...muchas vidas ardían dentro del templo...solo quedaba yo viva...era igual de real cuando Kylo quemó el templo Jedi...tengo mucho miedo Obi -me dijo y se hecho a llorar en mi pecho.
-Tranquila...seguro que no dan con nosotros. Felucia no está en los mapas y es muy difícil dar con ella. Haré lo posible para que no pase, no caerán más vidas -le dije y le di un beso en la cabeza.
Ella se calmó un poco y no pare de abrazarla hasta que se calmo por completo.
Nos separamos y me levante. Después le di mi mano y ella también se levanto.
-Gracias Obi, eres la calma que me falta -me dijo y me beso de improviso.
Yo le seguí el beso y nos coordinamos a la perfección. Al separarnos vi la sonrisa que me enamoro y me volvió completamente loco.
-Vamos dentro, hay que empezar a buscar a los próximos Jedi -le dije mientras le cogía la mano para caminar juntos.
Entramos en el templo y fuimos a una sala donde podríamos encontrar a personas sensibles a la fuerza.

Sheilak POV:
Gracias a Obi me había sentido mucho mejor, era una sensación muy rara, pero poco a poco me iba abandonado.
Al llegar a la sala, Obi y yo nos sentamos en las sillas y nos colocamos unos sensores en la frente y las manos.  Así podíamos encontrar las personas sensibles a la fuerza, nos ayudaba a conectar con ellas más fácilmente.
Me concentre, al principio parecía que no notaba nada, pero poco a poco iba encontrando una fuerza que me llamaba, era en Canto Bight.
Veía como un niño utilizaba la fuerza para coger un palo de una escoba desde el suelo sin agacharse. Dentro de él había una fuerza muy fuerte. Ya teníamos al primero.
Seguí concentrándome y note otra fuerza distinta a la del niño pero también muy poderosa, era en Hoth.
Una niña, con piel azul y pelo blanco estaba practicando con un palo. Notaba como ella me sentía. Al fin teníamos una segunda padawan.
Así fue todo el rato mientras iba conectando con cada persona sensible a la fuerza. Tatooine, Stewjon, Edor, Crait, Kashyyyk, Kessel, Takofona, Ciudad Nube...por toda la galaxia la fuerza iba creciendo a pequeña escala.
Los dos abrimos los ojos.
-Nunca antes había notado tanta fuerza, no estamos solos Obi-Wan -le dije.
-Cierro Sheilak. Son pequeños, pero su fuerza es muy grande, con ellos los el futuro de los Jedi estarán a salvo.
-Hablare con Rey, mañana mismo partiremos en busca de los niños. Tenemos que empezar cuanto antes sea posible -le dije mientras me levantaba.
-Perfecto, yo haré las bolsas para el viaje. No sabemos cuento vamos a tardar -me dijo Obi mientras me rodeaba la cintura y me daba un tierno beso en los labios.

Fui hablar con Rey, estaba entrenado en un Claro del bosque.
Antes de que hablara, ella me había sentido.
-Buenas Maestra Anthane -me dijo mientras se giraba.
-Buenas Rey, necesito hablar contigo.
-Adelante.
-El Maestro Kenobi y yo hemos encontrado a varios niños sensibles a la fuerza. Nos gustaría que tú nos llevaras al ser la mejor piloto de la base, además nos serviría de ayuda, tu también  eres sensible a la fuerza y dentro de muy poco conseguirás ser Maestra Jedi.
-¿En serio?, pensaba que ser Maestro Jedi eran muchos años de entrenamiento.
-Cierto, pero se pueden hacer excepciones, el Maestro Skywalker tenia la misma edad que tú cuando se convirtió en padawans. Con la ayuda del Maestro Kenobi y mía tardarás muy poco en llegar a ser Maestra, entonces que me dices, ¿podemos contar contigo para que nos lleves? -le pregunte.
-Por su puesto, contad conmigo. El Halcón Milenario esta a su disposición. ¿Cuándo saldríamos?
-Mañana mismo si no te importa.
-Sin problema, iré a poner a punto el Halcón -me dijo Rey.
-Rey antes de que te vayas, quiero que tenga esto -le di un sable- se que el tuyo se rompió y si eres una Jedi lo necesitarás.
Le di el sable y al encenderlo era de color verde.
-Es el sable del Maestro Skywalker, me lo dio cuando empecé mi entrenamiento antes de conseguir mi cristal. Ahora quiero que sea tuyo -le dije.
-No puedo aceptarlo...es muy valioso para ti -me dijo.
-Tranquila, no me importa y se que a ti te va hacer más falta que a mi. Así estarás unida al Maestro Luke -le dije.
Ella me abrazo y yo le correspondí.
-Gracias Maestra.
-De nada Rey.
Nos separamos y Rey se fue con su nuevo sable rumbo al Halcón.
Yo volví hacia la base, pase antes por el templo y mientras caminaba me topé con una casa.
Estaba igual que el templo, rodeada por la naturaleza.
-Podríamos vivir aquí, sería fantástico para Obi y para mi.

Los últimos maestros JediDonde viven las historias. Descúbrelo ahora