XLI

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Sheilak POV:
Ya habían pasado dos semanas desde lo ocurrido en D'Qar. Los pocos rebeldes que habíamos sobrevivido nos instalamos en Felucia.
Yo me había recuperado del todo y solo me quedaba una horrible cicatriz en la espalda. Cada ve que me miraba al espejo odiaba ver mi reflejo.
Cada vez mi cuerpo estaba lleno de cicatrices y no me gustaba enseñárselo a Obi...me daba mucha vergüenza. Tenía miedo de que me rechazara por mi aspecto...no era igual que antes.
Me levante antes que él y me fui hacia el bosque, quería evitarle todo lo posible.
Empecé a entrenar con mi sable. Los movimientos empezaron muy suaves, parecía una danza. Pero al ver la imagen de Obi, los movimientos empezaron más bruscos. Lo quería demasiado para que después me despreciara...
No me di cuenta pero cuando iba atacar delante de mi, paré el sable en seco, justo al lado del cuello de Obi.
-Menos mal que tienes control, si no me hubieras cortado el cuello -me dijo Obi y apagué mi sable.
-Buenos días Obi -le dije.
-Buenos días -me dijo.
Me tomo de la cintura y me beso.
Yo le correspondí no me podía resistir a sus besos.
-¿Porque te has levantado sin decirme nada? -me pregunto.
-Te vi durmiendo profundamente y no quería despertare, además me levante más pronto de lo normal y decidí venir a entrenar.
-¿Estas segura?, llevo varios días notándote muy rara, ¿te ocurre algo?.
-Si estoy bien -mentí-.
-Sheilak te conozco demasiado bien, se que te ocurre algo.
-No..no es nada de verdad...y ahora tengo que irme, nos vemos luego -me separé de él y me fui.
Note como me seguía, pero yo seguí andando para delante.
-Sheilak para por favor. Se que te está pasando algo y no me lo quieres decir.
Yo seguía sin hacerle caso, era lo mejor.
Note como daba un salto y se colocó delante de mi.
Me tomo por los hombros y yo no me atrevía a mirar le, empecé a llorar.
-Sheilak mirarme por favor -seguía sin mirarle- por favor.
No tenía valor para verle a los ojos. Entonces él, con su mano derecha me levanto la cara y me vio los ojos llenos de lágrimas.
-¿Sheilak pero que pasa? -me pregunto y yo me puse a llorar, él me abrazo y puse mi cara en mi pecho.
No podía odiarle, sentía demasiado para hacerle daño.
-Obi...me...da vergüenza que me veas así...odio la cicatriz que tengo en la espalda...y en el resto del cuerpo...-le dije sin mirarle.
-Sheilak...yo te quiero tal y como eres. No me importa si tienes cicatrices o no. Eres increíble y me enamoré de ti por como eres.
Yo me mire a los ojos y él me limpio las lágrimas, me dio un beso en los labios. Yo le correspondí mientras lloraba. No separamos y nos quedamos mirándonos a los ojos.
-Te quiero demasiado para dejarte ir. No soportaría vivir un día de mi vida sin ti.
Yo le abracé al cuello y él me abrazo aún más fuerte.
-Te quiero Obi -le dije al oído.
Nos separamos y nos besamos de nuevo.
Al separarnos yo me sentía mucho mejor que antes.
Nos cogimos de la mano y andamos por el bosque. Íbamos adentrándonos en el bosque cuando encontramos un templo Jedi. Estaba rodeado por mucha vegetación y estaba abandonado.
Solté la mano de Obi y camine hacia el templo. Notaba como la energía Jedi emanaba de él. Hacia mucho tiempo que nadie lo visitaba, pero podía sentir la vida de los antiguos maestros Jedi. De todos los padawans que han pasado por sus paredes.
-¿Lo sientes Obi? -le pregunte mientras tocaba las enredaderas.
-Si, este templo debería de ser uno de los más antiguos de la galaxia y también uno de los últimos en caer...
-Deberíamos de restaurarlo y empezar aquí la primera escuela Jedi después de tanto tiempo.
-Estoy de acuerdo contigo -me dijo y me abrazo por la espalda.
-Le pedírmela ayuda a los rebeldes para reconstruirla, mientras podríamos ir con Rey a buscar nuevos padawans -le dije y me giré hacia a él.
-Ya estamos tardando -me dijo y me dio un suave beso en los labios.

Volvimos al campamento y le contamos lo que encontramos a Leia. Se puso muy contenta y accedió a dejarnos varios rebeldes para que reconstruyeran el templo.
La vegetación había sido muy sabia y en vez de invadir las instalaciones, la había protegido todos estos años. Antes de que nadie cortara una planta, me acerqué a ellas.
-Muchas gracias por protegerlo todos estos años. Ahora han vuelto los maestros Jedi y seremos nosotros quien protegeremos el templo. Por favor dejarnos pasar para restaurar y que vuelva a cobrar vida -le dije mientras tocaba las enredaderas.
No se si era por mi sentimientos unidos a la naturaleza por ser de Ciudad Nube, pero me hicieron caso. Las plantas, las raíces de los árboles, las enredaderas y el resto de vegetación nos abrieron paso.
-¿Como lo ha hecho? -pregunto uno de los rebeldes.
-Amigo eso es el poder de los Jedi. Utilizan la energía que hay a su alrededor para usarla -dijo Marc.
Fui la primera en adentrarse en el templo. Mientras caminaba las luces se fueron encendiendo mientras la vegetación se iba.
Gracias a la vegetación no teníamos que hacer muchas reparaciones, solo en los generadores, reparar muebles y necesitábamos nuevos colchones.
Me sorprendió encontrar ropa para Jedi y piezas para hacer los sables. Parece que el tiempo aquí no se hubiera detenido.
-Ha sido impresionante lo que has hecho, la vegetación te hizo caso -me dijo Obi.
-Yo también estoy sorprendida, se que estaba unida a la naturaleza, pero no sabía que me iba hacer caso -le dije mientras me giraba hacia a él.
-Sabía que los maestros no se equivocaron a la hora de elegirte como elegida en recuperar a los Jedi. Estás destinada a grandes cosas y contigo todo ser mucho más fácil.
-Todos lo hemos conseguido, no solo yo. Sin vuestra ayuda ahora mismo no estaría viva. Todos somos muy importante para el nacimiento de la nueva República. La luz sobre la oscuridad vuelve a surgir. Una nueva era ha comenzado Obi-Wan.

Los últimos maestros JediDonde viven las historias. Descúbrelo ahora