XIII

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Sheilak POV:
Estaba meditando junto a Obi. Después de haberle contado el sueño, me había sentido más tranquila.
Estaba muy tranquila, cuando el sueño se reflejó en mi mente...pero esta vez era en un sitio diferente...no era Felucia, si no una de las bases de la Primera Orden.
-No puede ser...
-¿Que pasa Sheilak? -me pregunto Obi con los ojos cerrados.
-Mientras meditaba me han venido la imagen del sueño...pero era un sitio diferente...una base de la Primera Orden -le respondí.
-Tranquila -abrió los ojos y me agarro las manos con delicadeza- seguro que encontraremos una solución.
-No puedo estar tranquila...ahora ha sido un sitio diferente y tengo miedo de que así sea. Al principio no reconocía el planeta...pero la primera vez no fue Felucia...si no Dagobah...creo que mis sueños me están advirtiendo de que seremos atacados por ellos en cualquier planeta...no podemos adelantarnos a ellos.
Obi se levantó y se puso delante mía en cuclillas.
-Mira si tiene quien pasar pasará, pero nosotros estaremos advertidos.
-Ojalá lo que dices se cumpla...-le dije cabizbaja.
-Bueno, si quieres podemos cambiar de tema para que estés mejor, ¿de acuerdo? -me pregunto.
-De acuerdo, y ¿de que quieres hablar? -le pregunte mientras nos sentábamos en las sombras proyectadas por los árboles.
-Pues deberíamos conocernos mejor. Solo sé de ti que eres descendiente de Qui-Gon, te gusta el mismo chocolate que a mi y que tienes dos hermanos. Y también que Luke y Yoda fueron tus maestros.
-Te has olvidado lo de la carta -los dos reímos- bueno pues soy originaria de Ciudad Nube, tengo 23 años, me gusta mucho leer, escribir, dibujar y entrenar. No puedo estar sin hacer nada.
-Ciudad Nube, nunca he tenido la oportunidad de conocerla. Debe de ser hermosa.
-Si que lo es...la pena es que llevo años sin ir -dije apenada.
-Te propongo un trato -le miro- cuando termine todo esto, nos escapamos y vamos unos días allí.
-Me encantaría y por cierto, yo también quiero saber más de ti. Me contaste que eras bisnieto de Obi-Wan Kenobi y lo del chocolate. Pero no sé nada más.
-Es cierto. Soy originario de Tatooine. Tengo 26 años y a los 4 años me llamaron para iniciar mi entrenamiento Jedi. Me gusta mucho meditar y leer. Además también me gusta mucho entrenar. Mis maestros fueron la maestra Aqun Ryes y mi bisabuelo Obi-Wan. Después de graduarme para ser maestro, quise empezar a entrenar a jóvenes Jedi, pero la Primera Orden acabo con todos aprendices. Mi maestra tuvo que huir en el exilio...no he vuelto a saber más de ella. Fue una madre para mi.
-Seguro que un día podrás verla de nuevo. Se nota que la quieres mucho cuando hablas así de ella.
-Es cierto...cuando comencé mi entrenamiento Jedi no pensé en las consecuencias que traerían. Cuando pasaron varios años, yo no sabía ya nada de mi familia y me enteré de que la Primera Orden había acabando con ellos en Tatooine.
-Al final somos muy parecidos. Tenemos un origen muy parecido.
-Es cierto.
Nos quedamos un rato mirando como unos pájaros volaban por nuestro alrededor. De repente me entro mucho sueño. Empezaba ha quedarme dormida, hasta que finalmente me quede dormida en el hombro de Obi.

Obi-Wan POV:
Estuve un rato mirando el vuelo de los pájaros. Pero noto que algo me pesa en el hombro y al girar la cabeza veo que Sheilak se ha quedado dormida.
No me extraña, después de esos sueños yo tampoco podría dormir y descansar en condiciones. Me levante con cuidado y la lleve en brazos hasta la base.
-Maestro Kenobi, ¿le ha pasado algo? -me pregunto Erik.
-Tranquilo, solo se ha quedado dormida mientras hablamos. No ha pasado buena noche y creo que el sueño le ha terminado por vencer.
-Menos mal...si quieres puedo llevarla a su habitación.
-No se preocupe capitán Anthane, yo la llevaré.
-Gracias por cuidarla tanto.
-De nada y me voy para dentro antes de que se despierte -le dije hablando en tono bajo.

La lleve hasta la habitación, una vez allí, la tumbe en la cama, le quite la capa y las botas. La tape con una fina manta y cerré la puerta para que no se despertara.
Fui a mi habitación, necesitaba descansar un poco.
Hacia varios días que tampoco podía descansar muy bien. Los últimos ataques de la Primera Orden estaban haciendo más daño que nunca. Cada vez son más inocentes lo que mueren por sus ansias de poder. Ojalá algún día veremos la luz de la nueva República, pero la Primera Orden nos lo pone cada vez mucho más difícil.
Estaba tumbado en la cama, cerraba los ojos para dormir un poco, pero era imposible no podía dormir.
Me levante y me fui de nuevo al bosque, necesitaba hablar con mi maestra.
Había intentado hablar con ella mediante la fuerza, pero era imposible. Nunca había logrado mantener contacto alguno con ella. No estaba seguro si siguiera con vida, pero en todo caso ella se hubiera presentado en mi como un espíritu de la fuerza.
Me senté donde meditaba normalmente. El ruido del agua siempre me relajaba.
-Maestra Ryes, se que puedes escucharme. Necesito saber si sigues con vida. Tengo que hablar con usted.
No se si me veré con fuerzas para cumplir con la misión que usted me ordenó, ayudar al nuevo elegido a recuperar el equilibrio de la galaxia. Se que la maestra Anthane es muy fuerte, pero tengo miedo de que le hagan mucho daño...e incluso acaben con su vida. Daría la mía para protegerla, pero no se si alguien sería capaz de defenderla igual que yo...capaz de amarla como yo la amo...
-Es muy hermoso lo que dices Maestro Kenobi -una voz cercana sonó cerca de Obi-Wan
-¿Maestra?-dijo Obi-Wan mientras abría los ojos mirando de un lado para otro.
Ante mi apareció el espíritu de mi maestra.
-Has crecido mucho mi joven maestro, te ha convertido en un gran hombre -me dijo la maestra Ryes.
-Maestra...¿porque no he podido hablar antes con usted? -le pregunte.
-Ahora mismo vivo exiliada en Ciudad Nube. No he podido contactar antes contigo. Llevo huyendo muchos años, pero me hago mayor y ya no puedo seguir viajando. Necesito que vengáis la maestra Anthane y tu, estaré en el bosque Flowqs. Tengo algo que os llevará al maestro Skywalker.
-De acuerdo, partiremos lo antes posible.
-Os estaré esperando y por cierto, es muy bonito lo que has dicho de ella. Se nota mucho que la quieres.
-Tengo miedo de que mis sentimientos me impidan continuar el camino Jedi.
-Maestro Kenobi los tiempos han cambiado, el código Jedi está para seguirlo, pero si tú corazón dice otra cosa, siempre puedes seguir el código Jedi Gris...nos vemos pronto...no puedo continuar...adiós Obi-Wan.
-Pero maestra...-le dije antes de que desapareciera.
Tenía que ir a Ciudad Nube cuanto antes, sentía que mi maestra corría un grave peligro.
Mientras volvía a la base, me quede pensando en lo que me dijo...que siguiera el código Jedi Gris...

Los últimos maestros JediDonde viven las historias. Descúbrelo ahora