XXXIX

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Sheilak POV:
Estábamos pensando a qué planeta deberíamos huir. Tenía que ser uno que no supieran la Primera Orden.
-¿Alguno sabe de algún planeta para asentarnos? -pregunto Leia.
Nos quedamos pensando y me acorde de Felucia. Era uno de los pocos planetas que estaba con la Resistencia, además es un planeta que conserva uno de los templos Jedi más antiguo.
Me acerqué a ella.
-Leia, podemos ir a Felucia. Ellos están con nosotros y además tienen uno de los templos más antiguos de los Jedi. Podríamos restaurarlos y allí enseñar a la próxima generación de Jedi -le dije.
-Pondremos rumbo hacia Felucia. Allí podremos estar a salvo por un tiempo indefinido -Se levanto y fue hacia Rey -pon rumbo a Felucia Rey.
-De acuerdo Leia, estaremos allí antes de lo pensando -dijo Rey.
Empezaba a tener mucha calor y estaba tenia do mareos.Obi se me acercó por la espada.
-Bien hecho Sheilak -me giré y me sentí un poco mareada. Caí en los brazos de Obi.
Sentí como su mano tocaba mi frente.
-Sheilak tienes muchísima fiebre. Será mejor que descanses antes de llegar.
-Obi...estoy bien...-le dije pero empecé a ver todo borroso.
Me costaba ponerme en pie. Obi me tomo en brazos y me llevo hacia una cama auxiliar para que descansara. Vi como se había ido y a mi lado estaba viendo a Leia, me agarro con suavidad la mano izquierda.
-Tranquila, Obi-Wan ha ido por agua fría.
-Leia...-me giro para verla y me cuesta tener los ojos abiertos.
Obi vino con un cuenco lleno de agua fría. Cogió una compresa y la metió dentro. Escurrió el agua para ponérmela en la frente. Notaba algo de alivio y poco a poco me fui quedando dormida.

Obi-Wan POV:
Notaba como la fiebre le estaba subiendo. El agua fría no le estaba haciendo mucho efecto. Vi como Leia avisaba a uno de los médicos.
-¿Tiene indicios de gripe? -pregunto el médico.
-No es posible, puede ser debido a las quemaduras que ha sufrido. Verás mientras luchábamos una viga en llama le cayó en la espalda -le respondí.
-Vamos a verlas -me dijo el médico.
Con cuidado la reincorpore y le levante la camisa solo por la espada. El doctor le quitó las vendas y vio las quemaduras.
-Son quemaduras de segundo grado. Tengo que quitarle las ampollas con una aguja esterilizada y después le pondré una pomada.
El médico abrió su botiquín y sacó una aguja.
-No malgastéis los pocos recursos que os quedan...-dijo Sheilak.
-Tranquila maestra Anthane, pronto llegaremos a Felucia y allí podré recoger más provisiones -dijo el médico.
-No mires Sheilak, se que odias las agujas -le dije para calmarla.
Ella sonrió y volvió a cerrar los ojos.
-Te dolerá un poco, siento no tener anestesia.
-No se preocupe aguantaré...
El médico empezó a usar la aguja en las ampollas. Sentía como Sheilak se estremecía cuando le clavaban la aguja.
Poco a poco las ampollas iban disminuyendo de tamaño.
-Tranquila maestra Anthane, solo me queda una.
Termino de usar la aguja en la espalda de Sheilak y del botiquín cogió unos parches.
-Estoy parches ayudarán a curarse antes -empezó a colocárselos por donde estaban las ampollas- son a base de aloe vera.
El médico terminó de colocarle los parches y le puso una venda encima para que no se despegaran.
La recosté con cuidado. Moje de nuevo la compresa en el agua y se la puse en la frente. La fiebre estaba bajando poco a poco.
Vi el médico de nuevo a nuestro lado.
-Le inyectare un antibiótico que le ayudará bajar la fiebre -me dijo.
Le levanto el brazo izquierdo y le inyecto el antibiótico.
Aprovecho y le vio la herida del brazo, por suerte era un rasguño y con las curas que le había hecho antes no necesitaba más.
-Gracias por haberla curarla.
-De nada y cuando aterrizamos vigílala para que descanse.
-Claro.

Me quede a solas con ella y le seguí poniendo la compresa con agua. Toque mi frente con ella y aún tenía fiebre.
Note como sus hermanos estaban cerca de nosotros.
-¿Como está nuestra hermana? -pregunto Eric.
-Ahora mejor, el médico la ha curado y solo tiene que descansar -le respondí.
Los dos se sentaron a mi lado para estar con ella.
-Me alegro, pensé que le había pasado algo grave -dijo Marc.
-Tiene quemaduras de segundo grado...me odiaréis pero me volvió a salvar de nuevo...-les dije entre lágrimas.
-No tienes porque sentir re mal. Ella te salvo, además se que entre ella y tú ella tenéis una relación muy especial. Se que os queréis mucho -dijo Eric.
Yo mire a Marc y pensé que había dicho algo.
-Yo no le he dicho nada Obi-Wan -me dijo.
-Es cierto Marc no me dijo nada. Os vi besarse en el bosque hace tiempo. No voy a matarte aún, pero si le haces daño juro que seré el primero en matarte y me da igual que seas el último maestro Jedi -dijo Eric.
-No le haré ningún daño, sería lo último que haría.
-Eric no hace falta que seas tan estricto, Obi-Wan es demasiado bueno conmigo y jamás me tratarán mal -dijo Sheilak.
Los tres la miramos y ella estaba despierta.
-Hago lo que sea por mi hermana y lo sabes -dijo Eric.
-El día que nazca tu hija creo que será difícil encontrarle pareja, querrás mucho a tu hija, pero no seas tan duro a la hora de sus decisiones -dijo Sheilak.
-¿Como sabes que va a ser niña, hasta dentro de unos días no sabremos el sexo del bebé? -pregunto Eric.
-Tengo un presentimiento y verás como no me equivoco...ahora quiero dormir un poco -dijo Sheilak.
-Descansa -le dije y le di un beso en la frente y note que la fiebre le había bajado un poco.

La nave empezó a descender y la vegetación verde empezó a verse a través de las ventanas.
Aterrizamos en una base de la Resistencia y los pocos rebeldes que quedamos salimos del Halcón.
Lleve a Sheilak en brazos y al salir un equipo médico nos estaba esperando.

Los últimos maestros JediDonde viven las historias. Descúbrelo ahora