XII

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Sheilak POV:
Parecía el mismo sueño...pero esta vez era diferente. Ya no estaba Kylo...si no otro Sith con el sable de color negro. Presiento de que algo muy terrible va a pasar...no estoy segura pero lo presiento.
Miro por la ventana y aún es de noche, las lunas aún están altas. Necesito hablar con Yoda...ya que con Qui-Gon es imposible, tendría que volver a Dagobah donde nuestra conexión es más fuerte.
-Mi joven maestra confundida está -me dijo una voz conocida.
-Maestro Yoda.
-Veo perturbación en ti, preocupada estás por algo -me dijo Yoda.
-La verdad es que si. Usted sabe que mis sueños se han cumplido más de una vez y tengo miedo que se cumpla el ultimo que he tenido. Esta vez ha sido diferente, pero acababa de la misma forma que el otro.
-Para sentirte mejor, contádmelo puedes maestra Anthane.
-Veras estoy en el planeta Felucia, acompaña del Maestro Kenobi y varios soldados de la Resistencia.
De repente nos atacan unos soldados de asalto y son dos Sith los que nos atacan al Maestro Kenobi y a mi.
Antes era un Sith y Kylo, ahora son dos Sith enmascarados. Además llevan dos sables de color negro. Empiezan a luchar contra nosotros y en un descuido veo como atraviesa el sable negro a Obi...digo al Maestro Kenobi y cuando grito...despierto.
-Puede que premonición sea. Si os atacan los Sith, puedes corregir cuando atacan al Maestro Kenobi y evitar que lo hieran. Tu única salvarlo puedes.
-Tengo miedo de que lo hieran de verdad y no pueda hacer nada para salvarlo...-le dije entre lágrimas.
-Muy fuerte tu eres maestra Anthane. Convertida en maestra y caballera Jedi a una edad muy temprana. Tu elegida eres para ayudar a recobrar el equilibrio en la galaxia y recuperar los tiempos de la República.
Debes de convertir tu miedo en valor.
-Lo intentaré...no quiero defraudarte -le dije a Yoda.
-Defraudarme a mi no lo harás, tengo mucha fe en ti. Se que lo harás y ahora debo de irme joven maestra Anthane. Tened cuidado con los poseedores de los sables negros. Tienen las almas más oscuras de la galaxia.Que la fuerza te acompañe Sheilak Anthane.
El maestro Yoda desapareció y me quede de nuevo sola en mi habitación.
El silencio se podía escuchar por toda la base, solo estaban despiertos el grupo de guardia.
Me tumbe de nuevo en la cama para re conciliar el sueño. Relaje mis respiraciones e intente no pensar en nada. Solo me venia la imagen de Obi con el sable negro atravesado. Tenía que salvarle aunque fuera lo último que haga.
No se cuando me quede dormida pensando en cómo salvará a Obi, pero tendría que contarle mi sueño. Así podríamos hacer un plan juntos y poder derrotar a los Sith misteriosos.
Me desperté más temprano de lo normal, apenas había dormido en la noche. Fui al baño y me di una ducha para despejarme. Me vestí con mi traje de Jedi y salí para tomarme el desayuno.
En el comedor apenas había gente, lo que me extraño es ver a Obi desayunado solo en una mesa. Cogí un sándwich y un té. Decidí ir y sentarme con el.
-Buenos días Obi, te has levantado muy pronto.
-Buenos días Sheilak, me he despertado más pronto de lo normal y no podía aguantar más en la cama.
Hubo un breve silencio hasta que yo lo rompí.
-Obi necesito hablar contigo en privado...cuando terminemos de desayunar me gustaría ir a donde meditamos el otro día -le dije.
-¿Te encuentras bien? te veo pálida -me pregunto.
-Si...solo es que he pasado mala noche...te espero en las rocas -le dije mientras me levantaba y dejaba el desayuno completo en la mesa.
Caminaba hacia las rocas donde meditamos el otro día y no podía de pensar en el sueño que había tenido. La imagen de Obi con un sable atravesándole...no me agradaba mucho.

Obi-Wan POV:
Me quede muy extrañado ante el comportamiento de Sheilak. No la conocía muy bien pero sentía que algo le estaba perturbando. Recogí mi desayuno y el que se había dejado ella. Guarde el sándwich para llevárselo. Tendría que comer algo.
Caminaba por el bosque hasta llegar a las rocas donde estaba ella sentada de rodillas y me pareció oírle llorar. Me acerqué a ella.
-Sheilak, ¿porque estás llorando?.
-No estaba llorando...es alergia....
Preferí no insistir más.
-Bueno...¿por qué querías hablar en privado conmigo? -le pregunte.
-No se por donde empezar...pero tienes que saber que varios de mis sueños se han cumplido...como te dije que había soñado nuestro encuentro...-me respondió.
-Lo recuerdo y ¿has vuelto a soñar conmigo?
-Si...verás...estamos de misión en el planeta Felucia con otros soldados. De repente empiezan a salir soldados y dos Sith enmascarados con sables de color negros nos atacan. En un descuido uno de ellos...te atraviesan con el sable...y es cuando despierto -empezó a llorar- no quiero que te pase nada malo Obi...eres demasiado bueno para acabar de esa manera.
La abrace.
-Tranquila, ahora que lo se podremos hacer un plan para evitar que me maten...-le giro la cara para que me vea con la mano- ademas con tu sueño no podremos correr ese riesgo.
-Ojalá sea así y no te pase nada -me dijo y nos abrazamos muy fuerte.
-Ademas tengo que sobrevivir para que creemos la nueva generación de Jedi. Necesito tener a mi lado a una maestra como tu -le dije mientras me separaba y le hacía una reverencia.
-Tenlo por seguro Obi-Wan -me dijo mientras nos dábamos las manos.
-Toma -le di el sándwich- tendrás hambre no has desayunado nada.
-Gracias, ahora me estaba entrando un poco de hambre.
Nos sentamos para que ella se comiera el Sándwich tranquilamente. Después decidimos meditar un poco para calmar la situación y relajarnos un poco. Necesitábamos un poco de paz y sobre todo de que ella se relajara. Seguro que encontraríamos una solución para evitar ese ataque. Con Sheilak de mi mano, la nueva República cada vez está más cerca de conseguirla.

Los últimos maestros JediDonde viven las historias. Descúbrelo ahora