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Obi-Wan POV:
Los tres nos quedamos sentados mientras esperábamos alguna noticia de Sheilak. El tiempo era eterno y cada vez me temía lo peor.
Paso una hora hasta que salió el médico.
-Doctor ¿como está? -pregunte.
-Esta bien, tiene herida muy graves, creo que tardará despertarse unos días. Hemos podido reconstruir varios órganos dañados y se recuperará.
Un peso seme quito de encima.
-Muchas gracias doctor, ¿cuando podremos verla? -pregunto Erik.
-La van a dejar en la habitación 7 dentro de poco. Como mucho entrar dos personas a la vez -dijo el doctor y se fue.
Yo me senté en la silla, mis manos aún temblaban y aún tenía restos de su sangre.
-¿Obi, ¿quieres pasar con Marc primero? -me pregunto Erik.
-Id vosotros primero, yo iré a darme una ducha y vestirme -le dije señalando el estado de mi ropa.
-De acuerdo, estamos en la habitación con ella.
-Ahora os veo chicos -les dije y me fui a mi habitación.
Me quite la ropa y me quede en ropa interior. Abrí el grifo de la ducha del agua caliente. Me metí al quitarme lo que me quedaba de ropa interior.
El agua me aliviaba el dolor. La sangre se me iba de las manos. Pero no podía quitarme el sentimiento de culpa. Llore por ella, por el gran amor de mi vida.
Terminen y me acicale un poco la barba.
Me vestí con otro traje Jedi y fui hacia la habitación donde estaría Sheilak.
Apenas me encontré gente por los pasillos. Llegue a la puerta y toque suavemente.
Mark salió.
-Venga pasa, está durmiendo tranquilamente, no ha despertado aún.
-Gracias Mark por dejarme pasar.
El abrió la puerta y pase.
Erik estaba sentado junto a ella, le tenía la mano derecha cogida entre sus manos. Noto mi presencia y le soltó la mano colocándola en la cama con cuidado.
-¿Obi-Wan te podrías quedar con ella?, creo que le vendrá bien que le hables.
-Claro, me quedaré aquí con ella el tiempo que haga falta.
-Gracias, vuelvo dentro de un rato, nos vemos luego.
-Adiós -le dije suavemente y se fue sin hacer apenas ruido.
Al irse Erik, me quede un rato mirándola. Parecía ahora mismo tan indefensa y frágil.
Decidí sentarme a su lado derecho. Le cogí la mano y le di un beso.
-Sheilak, cariño necesito que despiertes pronto. Eres lo mejor de mi vida, o me dejes.
Creía que iba a tener respuestas, pero solo hubo silencio.

Sheilak POV:
Desperté y no estaba en el Halcón Milenario, tampoco era D'Qar. Notaba algo raro en el ambiente, este mundo no era real...¿había muerto?.
Me levante y no tenía ni una herida.
-Hola Sheilak.
Enfrente de mi apareció una figura que jamás me esperaría.
-¿Qui-Gon eres tú?.
-Si, soy yo.
-Entonces...yo he....
-No, solo estás inconsciente. Obi-Wan te salvo la vida.
-¿Pero porque ahora te puedo ver?.
-Tu mente me ha llamado, aquí estoy unida contigo. Nuestro vínculo es mucho mayor.
-Joven maestra, tiempo sin verte.
-¡Maestro Yoda!, ahora sí que me he muerto.
-Tu muerta no estas. Tu mente llamado ha -dijo Yoda.
-Puede que necesitará veros. Tengo mucho miedo de que no pueda cumplir mi misión. No quiero fracasar en el surgimiento de la nueva República -les dije.
-Sheilak tú eres muy fuerte y se que podrás con ello. Tienes a un gran maestro Jedi a tu lado -dijo Qui-Gon.
-Mi bisnieto te ayudará, se que él es la parte que te falta para completar la misión -dijo Obi-Wan Kenobi I.
-¿Maestro Kenobi? -le pregunte.
-Puedes llamarme Obi-Wan, no hace falta ya tantas formalidades.
-Tu fuertes eres. No te engañe tu mente, la verdadera fuerza en tu interior está.
-Eso me habéis dicho varias veces...pero me falta la confianza.
-Tranquila, sabes de sobra que Obi-Wan II te ayudará.
-Miedo no tengas, conviértelo en valor pequeña maestra.
Respire hondo.
-De acuerdo lo haré.
-Te estaremos cuidado -dijo Obi-Wan cuando despareció.
-Gran fuerza tienes mi pequeña maestra -me dijo Yoda y se fue.
Antes de que Qui-Gon desapareciera, fui abrazarle y para mi sorpresa pude hacerlo.
-Gracias por ayudarme a seguir el camino Jedi.
-De nada, nos veremos pronto.
-Espera...me gustaría entrenar aunque sea en mi mente contigo.
-Eso no puede ser posible, además el tiempo aquí pasa mas rápido de lo normal. En el mundo humano ya han pasado dos días.
-¿Que?.
-Adiós pequeña, que la fuerza te acompañe -me dijo Qui-Gon cuando se fue.
Se fueron todos y yo me quede en un mundo irreal.

Obi-Wan POV:
Habían pasado dos días y ella no había despertado. Cada día que pasaba y no escuchaba su voz, algo en mi se rompía.
No hemos dejado sola a Sheilak, siempre había alguien con ella.
Me gustaría ver de nuevo sus ojos,su sonrisa. Quería entrenar con ella. Deseaba con ganas poder besarla y que ella me devolviera los besos. Necesito que despierte.
-Cariño es el cuarto día que sigues durmiendo. Me encantaría poder estrecharte en mis brazos y darte todos los besos posibles.
Me senté a su lado, cogí su mano derecha y empecé a llorar. No quiero verla así,me hacía, mucho daño.
Pasaban los días y ellas seguía sin despertar. Apenas podía dormir por las noches que pasaba en mi habitación. Solo podía dar vueltas en la cama. Cuando salía a dar una vuelta e intentaba meditar, no podía la imagen de ella me venía a la mente.
En mi habitación derramaba más lágrimas, me sentía muy frustrado. No podía ayudar a Sheilak solo esperar. Y la espera me mataba cada vez más.

Mientras estaba en la habitación con ella, le contaba varias cosas. Quería ver si tenía alguna reacción, pero me equivocaba. Solo ella dormía plácidamente sin enterarse de nada.
-Cariño...me haces tanta falta. Me gustaría que despertaras de una vez y vieras todo lo que te estás perdiendo. Tu cuñada está cada día más guapa, el embarazo le está sentando muy bien. Tengo ganas de que la veas por ti misma -le dije mientras miraba por la ventana y me giré hacia a ella.
Le tome la mano y le di un beso. Después se la sostuve con las mías y solo se me ocurrió cantarle.

Los últimos maestros JediDonde viven las historias. Descúbrelo ahora