JUEGOS | Fanfic Simbar (COMPLETA)

Capítulo 1: "Las mejores vacaciones de tu vida"

Ámbar

Estaba en la mansión de Gastón esperando que Emilia llegara para comenzar las mejores vacaciones que me había prometido. Ya estaba me sintiendo contaminada por la presencia del equipo de los Jam & Losers y necesitaba hablar con alguien. Un mensaje llegó a mi teléfono y vi que era ella. Abrí el mensaje y leí: "Sorry, Ámbar, pero no puedo pasar las vacaciones contigo". No creía en lo que estaba leyendo y leí otras veces para llevarlo en serio. No lograba creer que Emilia había me llamado para pasar las vacaciones en la mansión del mejor amigo del chico con quien ella andaba y me dejaría sola. Miré hacia los presientes y forcé una sonrisa. Era una pesadilla, no podía estar pasando de verdad.

Los diez minutos siguientes fueron una verdadera tortura. Más de los Jam & Losers habían llegado y hablaban sin parar. No podía creer que estaba allí.

- Hola, Ámbar, ¿Qué onda? – Escuché alguien cerca de mí y me volteé. - ¿Cómo estás? – Un chico de gorro se acercó. El gorro era horrible, me daban ganas de levantarme y sacarlo de su cabeza.

- ¿Estás hablando conmigo? – Pregunté sin creerlo. No lo conocía y menos con aquel gorro.

- ¿Hay otra persona aquí? – Él preguntó mientras sonreía.

- Sos uno de ellos, ¿verdad?

- ¿Uno de ellos? – Él cruzó los brazos.

- De los Jam & Losers. – Respondí y el se quedó callado. – No puede ser. Uno de los Jam & Losers hablando conmigo.

- Ámbar, ya no estamos en la competencia. Te invito a dejar eso afuera de sus vacaciones y que disfrutes más a todo. – El chico se quedó mirándome de una manera rara.

- Gracias por tu consejo, pero sé que puedo llevar las cosas muy bien sola y haciendo que bien entiendo. – Lo encaré.

- No es necesario que te quedes de esa manera. – El volvió a sonreír, pero ahora parecía irónico. – No te estoy obligando a nada, pero creo que debes olvidar un poco eso y disfrutar más a tus vacaciones. Créeme que para algunos aquí tu presencia también no es bien vista, pero nadie te va a tratar mal. No estamos en la pista.

- Bueno, gracias. Ya dijiste todo lo que querías y ya te dije que querías escuchar. Ahora déjame en paz. Vete de acá.

- No seas tan dura, no eres así. – El parpadeó uno de sus ojos.

- No me conoces.

- Eso es lo que piensas.

- ¿Qué quieres decir con eso?

- Me voy, Ámbar, te dejaré sola como pediste.

- No. – Lo encaré. – Decime ya que es lo que piensas que sabes de mí.

- No pienso nada. Yo sé. – El chico dio una sonrisa ganadora.

- Espera. – Pedí antes que él se fuera y me miró. - ¿Cuál es tu nombre?

- Ya nos conocemos. – Estaba perdiendo mi paciencia con aquel chico. ¿Quién él creía que era? No lo conocía y el menos a mí.

- No sé de que hablas. – Fue mi turno de cruzar los brazos.

- Si lo sabes. Si no, ya lo vas a saber.

- Ay, pero cuanto misterio, no me gusta eso.

- No es para tanto.

- ¿Y me vas a decir algo más, chico misterioso?

- No. – Él negó. – Nos vemos pronto.

El chico simplemente se fue sin decir nada más. Balanceé mi cabeza de forma negativa y sonreí irónicamente. Él no sabía nada de mí. Sin dudas estaba jugando conmigo, pero yo no sería tonta de caer en eso. Podía morir de curiosidad, pero no lo buscaría. Vi Matteo llegando y saludando a todos. El me vio y fue hacia mí.

- ¿Por qué no estas con Emilia? – Pregunté.

- Hola, Ámbar, ¿Cómo estás? – Matteo fue irónico.

- Tu noviecita me invitó a esta mansión para pasar "las mejores vacaciones de mi vida" y me dejó con un grupo de losers. Eso no se va a quedar así. – Estaba furiosa.

- Emilia no es mi novia. – Matteo me corrigió. – Y si hay algún problema con ella, habla con ella, no conmigo. No soy ninguna paloma mensajera.

- No me importa si sos una paloma mensajera o no. Decirle que eso no se quedara así.

- Si no te molesta, Ámbar, tengo más que hacer de mis vacaciones que quedarme escuchándote. – Matteo sonrió. – Me voy y te dejo sola con tu molestia.

- Gracias. – Respondí con odio. Quería estar lejos de allí. Necesitaba salir.

- Si te molesta tanto estar aquí, ¿Por qué no buscas otro lugar para pasar tus vacaciones?

- Mi madrina hizo un viaje de emergencia y me quede aquí. No puedo irme para otro lugar, si pudiera, ya estaría lejos de aquí, Matteo. – Liberté mi rabia.

- Entonces, mejora esa cara que nadie te está obligando a estar aquí, ¿ok?

- No sé cómo sos de los Red Sharks, si te encanta tanto estar junto a los losers.

- Son negocios, Ámbar. No me gusta estar cerca de ti, por ejemplo. Prefiero a ellos.

- Tampoco me gusta tu presencia. – Matteo se rió de mí y salió sin decirme más nada.

Todolo que quería era estar lejos de esa mansión, de esa ciudad, a camino de algúnlugar en Europa para comprarme ropa y zapatos. Empecé a mirar a la gente queestaba allí y luego volví a mirar hacia mis pies. Serian largos días.