JUEGOS | Fanfic Simbar (COMPLETA)

Capítulo 68: Las Novias

Ámbar

En la semana siguiente era el concierto en un teatro muy conocido en el país. Y también el último show de aquella gira. Esa vez el manager mandó un auto para buscarnos. Simón me dijo en el día anterior que los tres decidieron hablar con el hombre y pidieron que él nos tratara bien. Jazmín encendió la tablet y empezó a hacer un vídeo. Delfina me miró, rodando sus ojos y yo me reí de Jazmín. La pelirroja encerró el vídeo y lo publicó en su canal. Cuando llegamos al teatro, el conductor abrió las puertas y nos ayudó a salir. Caminamos hasta el camarín y nos detuvimos al escuchar voces de chicas. Jazmín y Delfina se encogieron detrás de una viga y yo me quedé de brazos cruzados intentando escuchar lo que decían.

- Vine de México y sé que eres el mejor de los mejores. – Una chica dijo y yo balanceé mi cabeza negativamente. Me quedaba muy claro con quien ella estaba hablando.

- Gracias, el apoyo que vengo recibiendo de mi país es padrísimo. – Simón respondió a la chica. – Eso me pone muy feliz.

- Te quiero tanto. – La chica volvió a decir y yo rodé mis ojos.

- Pedro, ¿Por qué no nos dice como quedarse tan bonito como sos? – Otra chica cuestionó al novio de Delfina.

- Tus fotos en Instagram me hacen suspirar de amor. – Otra fan dijo sin dejar que Pedro respondiera la primera. – Yo creo que sos el más hermoso de la banda.

- Sí, es hermoso, pero es mío. – Delfi dijo nerviosa. – No puedo creer que ellas sean tan lanzadas así.

- Nico, de ti no sé qué hablar, en nuestro fan club "Locas por Nico" en WhatsApp, nos ponemos como locas cuando posteas algo. – Era la vez de la fan de Nico hablar con él.

- ¿Puedo tocar en tu pelo? – Otra fan de Nico cuestionó y él se rió.

- No, no puede. – Jazmín dijo enojada.

- Claro. – Nico contestó a su fan y Jazmín nos encaró.

- Creo que eso ya fue muy lejos. – La novia de Nico estaba muy molesta y Delfina también. Yo solamente estaba aburrida por tener que escuchar aquellas cosas.

- Chao, chicas, gracias. – Los tres dijeron juntos y las chicas salieron dando saltitos de felicidad.

- Ahí van las pequeñas perras. – Delfi susurró mirando a las fans. – Estoy harta de que Pedro no les ponga límites.

- A veces me parece que a Nico le gusta esos coqueteos. – Jazmín se quejó. – También estoy harta de que Nico no ponga límites a sus fans. No sé si aguantaré eso de relación en secreto por mucho tiempo.

- También no me pone feliz esas cosas, pero es el trabajo de ellos. – Dije, comprensiva. – Recuerden que ellas son solo fans y nosotras somos las novias. Tenemos que comprender ese mundo que ellos están.

- Vos sos tan comprensiva así porque Simón pone límites en ellas, Ámbar. El es un ejemplo de novio. – Delfi suspiró. – Eso es distinto. Es lo que yo quería que Pedro hiciera. A veces me parece que él se importa más con ellas que conmigo.

- No, Delfi, no es así. – Negué, intentando consolar a mi amiga. – Lo que tenemos con ellos viene antes de todo eso. Estamos con ellos hace un buen tiempo y ellos nos aman con todos sus corazones. Tenemos que entenderlos. Es solo un trabajo.

- La diferencia, Ámbar, es que tu novio sabe como portarse delante de los demás. – Jazmín también parecía estar cansada de las actitudes de Nico.

- ¿Por qué no los apoyamos ahora y después hablamos todo lo que queremos? – Sugerí. – Ellos necesitan de nosotras en ese momento. – Las miré y entré en el camarín.

- Simón, tienes una visita. – Pedro dijo, llamando a su amigo que parecía estar en el baño.

- ¿Quién es? – Simón cuestionó, saliendo del baño.

- Tu fan numero uno. – Contesté y él vino en mi dirección, dándome un beso.

- ¿Y mi novia? – Pedro preguntó y yo me solté de Simón. - ¿Pasó algo con Delfi?

- Bueno, sí y con Jazmín también. – Pedro y Nico me miraron asustados. – Ellas están afuera, pero muy molestas con la manera que se portaron con tus fans. Me dijeron que están hartas que ustedes no ponen límites en las chicas.

- No lo puedo creer. – Pedro se rió. – Ya hablé un montón de veces con Delfina que para mí solo existe ella, que mis fans son solo mis fans y ella es mi novia.

- Dije lo mismo a Jazmín. – Nico miró a Pedro sonriendo. – Creo que nuestras novias son las más celosas de las tres.

- No me gusta ese contacto, pero no siento celos de fans. – Sonreí a mi novio. – Ellas dijeron que Simón es un ejemplo de novio porque él pone límites en las fans. Estoy de acuerdo.

- ¿De acuerdo que yo pongo límites o que soy un ejemplo de novio? – Él cuestionó, dándome un beso.

- Las dos cosas. – Respondí y las chicas entraron el camarín.

- ¿Qué pasa con mi novia? – Pedro fue en la dirección de Delfi, que seguía molesta.

- ¿Y a vos? – Nico interrogó a Jazmín. - ¿Qué tengo que hacer para que entiendas de una vez que yo no pienso en ninguna otra chica?

- Cinco minutos. – El manager se entrometió y pidió que nos fuéramos.

El concierto fue increíble como siempre, pero en esa vez, tenia una magia extra. Cuando los chicos terminaron el concierto, fuimos hasta el camarín. Estábamos tan emocionadas que ni nos dimos cuenta de que había periodistas y fotógrafos. Fui en dirección a mi novio y le di un beso rápido. Simón me miró con una expresión asustada y me di cuenta que Pedro y Nico hicieron lo mismo con Delfina y Jazmín.

- ¿Qué pasa, mi amor? – Cuestioné a Simón.

- Ámbar... - Delfi puso la mano en mi hombro y ahí entendí que estaba pasando.

- Perdón. – Susurré a mi novio y solo tuvimos tiempo de sonreír a las cámaras.

- ¿Son sus novias o qué? – Un periodista preguntó y el manager entró en el camarín.

- Sí, somos sus novias. – Admití, sonriendo victoriosa.

- Bueno... - Delfi y Jazmín dijeron en unísono. – Es verdad. Somos sus novias.

- ¿Tienen algo para decirnos? – Otro periodista cuestionó a los chicos.

- Ellas son las novias. – Pedro confirmó. – Ámbar es de Simón, Delfi, es mía y Jazmín, de Nico.

- Ámbar, Jazmín y Delfi. – Delfi apuntó para cada una de nosotras.

- ¿Hace mucho tiempo? – Una mujer preguntó sosteniendo la cámara.

- Sí, mucho tiempo. – Delfi contestó. – Todas estamos con ellos hace mucho tiempo.

- ¿Más alguna pregunta? – El manager se enojó nos encarando.

- Sí, muchas. – El periodista fue sincero. - ¿Las chicas se molestan?

- No. – Dije por todas. – Nos encantaría responder todo lo que quieran.

- Gracias. – La periodista agradeció y sonreí al manager. Se había terminado el juego.

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