Capítulo 52: Contradictorio

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Ámbar

Desperté con Sol sacudiéndome repetidas veces. Abrí los ojos y encaré mi hermana. Ella me forzó una sonrisa y tiró una muda de ropas en mi dirección.

- ¿Qué es eso? – Pregunté, intentando quedarme de ojos abiertos.

- Tenemos que ir al Roller. – Sol dijo y yo agarré las ropas aún confundida.

- ¿Por qué? – Cuestioné, bostezando. - ¿Qué pasó, Sol?

- La verdad es que tú tienes que irse al Roller. – Ella movió su cabeza negativamente. – No me preguntes, Ámbar, solo vistease rápido.

- Pero, Sol... - Intenté interrogar a mi hermana, pero ella se fue. Puse la ropa sin tener como elegir que hacer, saqué mi único pendiente y levanté de la cama.

Bajé las escaleras y vi Sol andando de un lado a otro. No había ni señal de Alfredo y Matteo estaba sentado en el sofá. Sol notó mi presencia y suspiró.

- ¿Qué está pasando? – Pregunté aún confundida. - ¿Por qué tengo que irme al Roller?

- Juliana quiere hacer un entrenamiento extra. – Matteo me respondió. – Pedí que Sol te avisara. Tenemos que irnos.

- Ok. – Solo accedí y salimos los tres de la mansión.

- Por favor, Sol. – Matteo abrió la puerta del auto para mi hermana. – Ámbar.

- Gracias. – Agradecí y Matteo se sentó al lado de Sol.

El chófer de Matteo nos llevó hasta el Roller. Salimos del auto y seguí directo para el área de los lockers mientras Sol y Matteo hablaban de algo. Fui a mi locker, lo abrí, saqué mis patines y equipajes y me senté en un banco. Puse los patines y fui hasta la pista. Benicio y Emilia ya estaban allá. Matteo llegó poco tiempo después y aún no había ninguna señal de Juliana. Nuestra entrenadora nos pidió disculpas por el atraso cuando llegó y empezamos el entrenamiento. Después de algunas horas, el entrenamiento se terminó y seguí hasta el área de los lockers. Me senté en el banco, sacando mis patines y empezando a sentir hambre. No sabía que horas eran, pero mi estomago me pedía comida. Benicio y Emilia pusieron sus patines en los lockers y se fueron. Matteo se sentó a mi lado, sacando sus patines y lo encaré.

- ¿Qué pasa con Simón? – Cuestioné y Matteo desvió su mirada.

- ¿De que estás hablando, Ámbar? – Matteo preguntó, levantándose y poniendo sus patines de vuelta al locker. - ¿Pasó algo a Simón?

- Él está muy raro. – Admití y también puse mis patines y equipajes de vuelta al locker. - ¿De verdad ni imaginas que le pasó? ¿Por qué Simón no se recuerda de mí?

- De verdad, no lo sé. – Matteo me respondió, pareciendo estar siendo sincero. – No soy medico para responderte eso, Ámbar. Simón tuvo un accidente, algo pasó en sus circuitos neurales.

- Él se acuerda de Alisha, Matteo. – Suspiré. - ¿Simón me está mintiendo?

- Ámbar... - Matteo me miró y volvió a desviar su mirada. – Sé que es muy duro que te está pasando con Simón, pero él te quiere y jamás te mentiría. Tienes que confiar en él.

- ¿De verdad no sabes de nada? – Presioné el novio de mi hermana. - ¿Me lo juras por Sol? – Él se quedó callado y escuché pasos viniendo en nuestra dirección. Matteo se levantó, yéndose y la persona sentó a mi lado. Ni necesitaba mirar a la persona para saber quien era. Solo el perfume ya me revelaba que era Simón.

- ¿Qué onda, Ámbar? – Simón dijo y yo le forcé una sonrisa. - ¿Te pasó algo? Estás con una carita un poco rara.

- No. – Negué. – No me pasó nada. ¿Y a vos?

JUEGOS | Fanfic Simbar (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora