Capítulo 15: "Estamos, pero no estamos"

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Ámbar

Entré en el área de los lockers y cuando abrí el mío tuve una sorpresa. Algo envuelto en una bolsa de regalo. Rasgué la bolsa y vi un animal de peluche. Un tiburón. Una sonrisa involuntaria escapó y sentí cerca de mí un perfume que ya no sentía hacia un tiempo. Cerré los ojos al sentir su toque en mi hombro. Me di la vuelta hacia él sin creer. Simón me abrió una sonrisa y lo abracé.

- ¿Qué haces aquí? – Pregunté inhalando el perfume en su chaqueta. Ya era un olor familiar para mí. - ¿Por qué no me dijiste que estabas aquí? – Lo solté y Simón siguió sonriendo a mí.

- Te quise hacer una sorpresa. – Él finalmente me respondió. – Te vi llegando al Roller y vine a regalarte tu nuevo amigo.

- No lo puedo creer que me estás regalando un tiburón. – Me reí con el regalo. – Es algo... Impensable. Y mucho inusual.

- Lo sé. – Él asintió. – Fue muy difícil encontrar un tiburón. Créeme me fui a muchas tiendas hasta que encontré en una.

- Gracias por el regalo. – Sonreí y Simón vino en mi dirección listo para darme un beso. Yo giré a otro lado y volví a abrazarlo. Aún teníamos mucho que hablar.

- ¿Qué pasa? – Simón me preguntó así que lo solté. – No te voy a preguntar nada sobre eso, pero si quieres hablar conmigo, te escucho.

- No lo sé. – Fui sincera. – No creo que sea la hora para eso. Estoy con la cabeza llena y no estoy de ánimo. – Hice una pausa. – Pero gracias por el regalo. Es muy lindo.

- Te respecto. – Simón afirmó. – Ya te dije que no te voy a preguntar nada. Creo que fue un impulso y ya fue. No hablemos de eso. – Él me miró y yo asentí. – Podemos hablar de mi viaje, ¿Qué te parece?

- Sí, claro. – Acepté. – Pero creo que debemos ir a otro lugar o hablamos después si estás en el trabajo...

- No, no estoy. – Él forzó una sonrisa. – Estoy de vacaciones aún del trabajo. Estaba con mis amigos, pero ellos se fueron con sus novias y yo te vi llegando y... Ya sabes todo el resto.

- Vamos hablar en el parque, entonces. – Sugerí. – Te espero allá.

- Ok.

Me fui a frente de Simón y salí del Roller. Caminé hasta el parque y me senté en un banco de madera. Él llegó unos minutos después y se sentó a mi lado. Simón me miró fijamente en los ojos y yo desvié la mirada de él.

- Mis vacaciones. – Él dijo y se alejó un poco de mí. – Las pasé increíble. Mi abuela hizo meriendas riquísimas y debo tener engordado un poco. ¿Se nota?

- No. – Negué y forcé una sonrisa.

- Me fui a unas tiendas buscar tu tiburón y unos regalos para mis amigos. – Simón estaba dislocado. – Intenté terminar de componer la canción que estuve componiendo en la mansión, pero no conseguí. – Solo asentí con un movimiento de cabeza. – También salí con mis amigos de México una noche.

- Ok. – Fue todo lo que dije. - ¿Algo más para decirme?

- No, te dije todo. – Él me encaró sin entender donde yo quería llegar. - ¿Y tú? ¿Me quieres decir algo?

- No. – Negué. – Quiero irme a casa. Tengo mucho que hacer.

- Ok, te dije que no te iba a preguntar, pero ¿Qué te esta pasando? – Simón tomó mi mano.

- Nada. – Hice con que él soltara mi mano. – Llegué hoy y tengo mucho que hacer en la mansión, Simón. Créeme, tengo mucho que hacer.

- Estás rara. – Él me encaró. – Y si es algo conmigo, solo decime. Me gusta la sinceridad.

JUEGOS | Fanfic Simbar (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora