Capítulo 61: Mal Presentimiento

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Ámbar

Volvimos a casa por la mañana. Así que abrí la puerta, Sol saltó en mi, abrazándome fuerte. Sonreí a mi hermana y ella me miró fijamente también sonriendo.

- ¿Tienes mucho que contarme? - Ella preguntó y yo asentí. – ¿Voy a ser tía?

- Algún día, sí. – Afirmé, sonriendo. – Vamos a mi cuarto. Tengo mucho que decirte. – Tomé mi maleta y subimos las escaleras.

- Me cuentes como fue todo. – Sol pidió, tomando mi mano. – ¿Fue como planeaste?

- Fue mejor. – Asumí. – Fue perfecto. Todo el miedo que yo sentía se fue en el momento que supe que realmente lo amaba y que jamás me iba a arrepentir de lo qué pasó. Fue hermoso, Sol. Antes nos hicimos declaraciones bellísimas y después fuimos a un hotel. Simón me cantó una canción para que yo durmiera y también hizo cariño en mi pelo como siempre. Creí que no podía amarlo más, pero él me mostró el revés. Me mostró que siempre podré amarlo más y eso me parece genial. Lo quiero cerca de mi toda mi vida.

- Estoy tan contenta por los dos. – Sol me abrazó.

- Y lo convencí a encontrarse con el empresario. Simón se va a encontrar hoy con el hombre y no sé, siento algo raro. – Dije un poco preocupada. – Quizás sea algo que él realmente no se sienta bien en hacer, pero me parecía un proyecto tan genial. No lo sé, hermana.

- No te preocupes, Ámbar. Hiciste lo correcto. – Sol me confortó. – Sé que Simón va a elegir la cosa correcta. Él jamás haría algo que realmente no quisiera. Nosotras sabemos de eso.

- Sí, lo conozco perfecto. - Suspiré. – Pero no sé, desde que nos dijimos adiós hoy, me sentí como si algo fuera a pasar. Un mal presentimiento.

- ¡Ay, no! – Mi hermana rodó sus ojos. – Ni juegues con algo así. Sé que nada va a pasar y que los dos seguirán en esa fase de Luna de Miel.

- Quizás solo estoy sintiendo miedo por imaginar que él se puede pelear con sus amigos. – Intenté entender lo que estaba sintiendo. – No lo sé.

- No pienses en cosas malas. Estoy segura que Simón llegará de ese encuentro y te va a decir que tenías razón y que todo fue genial. – Sol me aseguró. – Creo que necesitas bañarte, comer algo y dormir un poco. No pienses en esas cosas malas que eso las atrae.

- Tienes razón. – Dije mientras Sol buscaba una muda de ropas en mi cajón. – Estoy con muchas cosas en la cabeza. Debo estar confundida.

Intenté hacer lo que me dijo Sol, pero no conseguí. El mal presentimiento seguía ahí aunque ya tenía comido algo y dormido un poco. Empecé a sentir algo muy fuerte en mi pecho y cerré mis ojos. Sol, que estaba a mi lado, me encaró sin entender lo que me pasaba. Ella me preguntó algunas veces que me estaba pasando, pero yo no conseguía responderle. Sentía un fuerte dolor en mi pecho. Estaba casi sin aire. Sol se dio cuenta de eso y me ayudó a volver a respirar. Ella me abrazó, intentando calmarme más, pero yo no conseguía calmarme. Algo estaba pasando.

- ¿Te sientes mejor? – Sol cuestionó al soltarme.

- Tengo que hablar con Simón. – Dije, cerrando mis ojos y aun sintiendo el fuerte dolor en mi pecho. – Tengo que hablar con él, Sol.

- Cálmate. – Ella pidió, tomando mi mano. – Está todo bien. No le pasó nada.

- Sol, yo tengo que hablar con Simón. – Repetí poniéndome cada vez más nerviosa. – Tengo que hablar con él, hermana.

Mi celular empezó a soñar y Sol lo tomó. Ella me mostró que Simón me estaba llamando y contesté. No era Simón. Cuando escuché lo que le había pasado, dejé caer el teléfono y Sol tuvo que concluir la llamada. Mi hermana me abrazó, haciendo cariño en mis espaldas. Yo solo conseguía llorar. Le habían disparado en el pecho. No conseguía procesar la situación en mi cerebro. Sol bajo las escaleras para buscar un vaso de agua para mi. Yo también baje las escaleras, ya que no conseguía quedarme calma en mi cuarto. Quería hablar con Alfredo y contarle eso. Necesitaba ir a ese hospital lo más rápido posible. Sentí alguien tomando mi brazo y poniendo algo en mi boca. La puerta se abrió y fui llevada a un auto. Solo escuché Sol me llamando asustada, pero no conseguí responderle. Miré a la persona que estaba a mi lado en el banco del auto y vi Sharon. Ella estaba sonriendo, pareciendo divertirse con la situación que me encontraba.

JUEGOS | Fanfic Simbar (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora