Capítulo 47: ¿Voto de Confianza?

762 59 4
                                    

Ámbar

- ¿Qué hago? – Pregunté a Sol así que entré en la mansión. Ella estaba con Matteo en el sofá y se alejaron al verme. – No se preocupen conmigo. Sigan con su amorcito.

- ¿Qué pasó ahora? – Sol cuestionó, levantándose del sofá. – Matteo, creo que tengo que hablar a solas con mi hermana.

- Bueno, te veo mañana. – Él dio un pico en mi hermana y se fue. – Chao, Ámbar. – Seguí en silencio. Matteo tiró la puerta y se fue.

- Ok, ahora, cálmate. – Mi hermana pidió. – Estoy aquí y te voy ayudar. ¿Cuál es tu problema?

- Hablé con Simón. – Suspiré. – Y él realmente no me reconoce.

- Pero él ya había dicho eso. – Ella me encaró sin entenderme. - ¿Fuiste detrás de él, Ámbar?

- Sí. – Admití y Sol rodó sus ojos tirándose en el sofá. – Perdón, pero tenía que buscarlo.

- Ámbar, Simón no se recuerda de ti. – Ella dijo pausadamente. – Lo único que vas a conseguir actuando de esa manera es un proceso por acoso.

- Él me dijo exactamente eso. – Conté. – Me dijo que, si lo sigo buscando, llamará la policía para acosarme de persecución.

- Esa es la señal para un stop. – Sol me forzó una sonrisa. – Sé que debe ser muy difícil todo eso, pero no puedes seguir persiguiendo a Simón. Tienes que esperar que su memoria vuelva.

- No puedo esperar. – Rechacé la idea de esperar. – Ya esperé por tres meses para estar con él.

- Hay que esperar, Ámbar. – Ella intentó convencerme. – La memoria de Simón pronto volverá.

- La memoria de él está buenísima, Sol. Solo yo fui borrada. – Bajé mi cabeza al decir aquello. – Todo bien que no me despedí de él. Pero ¿crees de verdad que eso es razón para borrarme de su memoria? No cometí un crimen. Solo un pequeño error que fue para nuestro bien.

- No sé que decirte, pero quiero pedirte para no estar detrás de él todo el tiempo. – Sol dijo con una expresión seria. – Simón tuvo una falla de memoria y no ayuda para nada que tu le hagas eso. Solo espera un tiempo más.

- ¿Y si su memoria no vuelve, Sol? – Interrogué, asustada. - ¿Y si nuestras memorias solo se queden en mi mente? ¿Y si él nunca se di cuenta que yo soy su chica?

- Entonces, si pasa eso, tendrás dos opciones. – Ella tomó mi mano. – Rendirse o luchar.

- No creo que puedo luchar sola. – Afirmé con un nudo en la garganta.

- Tampoco puedes rendirte sin intentar. – Sol balanceó su cabeza negativamente. – No voy a dejar que no intentes algo. Pero no ahora. Simón debe estar muy asustado.

- ¿Y si lo beso? – Sugerí. – Quizás él se recuerde de nuestra historia con un beso.

- Eso solo pasa en películas. En la vida real, vas a ser procesada como acosadora. – Ella me dio una media sonrisa. – Creo que es hora de olvidar un poco del impulso y empezar a pensar mucho antes de hacerlo. No estás en un cuento de hadas.

- Lo sé, Sol, pero me da miedo. – Confesé, mordiendo mi labio inferior.

- ¿Y amar no es sentir miedo? – Ella cuestionó y yo recogí mis hombros. – Amar es sentir miedo a todo tiempo, Ámbar. Miedo de perder, miedo de no ser lo suficiente, miedo de que algo malo suceda. Siempre hay miedo en el amor.

- Tengo miedo de quedarme solo con la memoria de alguien que ya no existe. – Desvié mi mirada de Sol. Quería llorar. – No quiero que pase eso. No sé que haría si llega a pasar eso. Simón fue el mejor amigo que yo tuve y lo extraño. Además de ser el chico de quien fui enamorada, él era mi persona favorita. No puedo quedarme sin los dos.

JUEGOS | Fanfic Simbar (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora