JUEGOS | Fanfic Simbar (COMPLETA)

Capítulo 28: ¿La villana de la historia?

Alisha

"Nunca fui la protagonista de mi historia, pero tampoco soy la villana de la historia de ella"

Cuatro meses antes.

Parecía una pesadilla. Me acerqué de la tumba, aún petrificada por la situación y puse la flor que estaba en mi mano sobre él ataúd. Mi padre, la persona que más amaba en el mundo junto a mi madre, estaba muerto. Un ataque al corazón mientras conducía por el camino de tierra para irse a otra ciudad, un choque de auto y una llamada de madrugada. Mi madre contesta el teléfono, que insistía en sonar y yo siento algo raro. Mi papá. Después, mi madre cuelga el teléfono y lágrimas deslizan por su rostro, yo la abrazo y la escucho diciendo que mi padre ya estaba muerto. Aplausos interrumpen mi shock y su ataúd es cubierto por tierra. Nunca más lo veré. Mi madre me llama y di que ahora solo somos las dos. Abrazo a ella con toda mi fuerza y reposo mi cabeza en su pecho. Ahí me sentía segura. Sabía que dolería mucho la ausencia de él, pero el tiempo se encargaría de detener el dolor poco a poco.

Dos días después de la muerte de mi padre.

Después del habitual desayuno entre mi madre y yo, la ayudo con los platos sucios mientras nuestra empleada está de vacaciones. Mi madre me agradece y me da un beso en la mejilla, como siempre lo hacía. Forcé una sonrisa a ella y ella me retribuyó con una expresión rara. No hablo nada mientras lavamos los platos y los cubiertos. Solo la observo y sé que ella me quiere decir algo. La conozco desde siempre y ya sé sus comportamientos. Cuando terminamos de lavar la vajilla, ella sequía sus manos y se sienta en la mesa de la cocina. Siento junto a ella y mi madre toma mi mano con cariño.

- Alisha, hay algo que quiero decirte. – Ella acaricia mi mano mientras yo la encaro sin entender lo que está pasando. – Sé que va a ser muy difícil lo que te voy a decir, pero es la verdad y ya no puedo escóndela de ti.

- Decime, mamá. – Pedí, tomando su mano y la mirando. - ¿Qué está pasando?

- Es exactamente sobre eso, Alisha. – Ella suspira y yo engullo a seco. ¿De que se trataba todo eso? – Yo no soy tu madre de verdad, hija.

- ¿Estás loca? – Pregunto con los ojos llenos de lágrimas. – Estás jugando conmigo, ¿verdad? Obvio que lo estás, mamá.

- Tu padre nunca me dejó decirte la verdad. – Ella confiesa también llorando. Ahora somos las dos con los ojos llenos de lágrimas. – Tienes casi veinte años y creo que debes saber la verdad. Alisha, yo siempre voy a ser tu mamá.

- ¿Y que pasó con la otra madre? – Interrogo, sintiéndome mareada. Quiero saber toda la verdad.

- Tu madre murió al dar la luz a ti. – La mujer a mi frente suspira y vuelve a sostener mi mano. – Fue la primera mujer de tu padre, yo fui la segunda. Lo conocí y él me dijo que era padre soltero. Yo había acabado de perder a mi hija.

- ¿Tu hija? ¿Qué pasó con ella? – Cuestiono y ella se calla. Algo muy grave debe haber pasado. Decido intentar descubrir lo que pasó con mi hermana, después.

- Nos casamos y yo te cuidé como si fuera mía de sangre. – Ella promete. – Siempre te miré como si de verdad fueras mi hija y siempre lo vas a ser, Alisha. Te cuido desde tus tres años.

- Por eso yo nunca te vi en mis fotos de bebé. – Concluyo con el corazón disparado. – Por eso siempre me dijiste que no estabas en las fotos porque las estaba sacando.

- Sí. – Ella asiente y yo la abrazo. – Tu siempre vas a ser mi hijita del corazón, Alisha.

- Yo te quiero demasiado, mamá. – Confieso y cerro mis ojos mientras la abrazo.