Capítulo 56: Cambiar por Amor

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Ámbar

En el otro día llegué al centro comercial para encontrarme con mi novio en un restaurante después de haber ensayado con los Red Sharks. Entré en el lugar y vi Nico, Jazmín, Pedro y Delfina. Estaba lista para irme cuando Simón llegó y tomó mi mano.

- ¿Qué es eso? – Pregunté. - ¿Por qué ellos están aquí?

- Ya lo sabrá. – Él me sonrió y seguimos hasta donde estaban los demás.

- ¿Qué hace ella acá? – Jazmín interrogó y Delfina me encaró. Nico y Pedro se levantaron de la mesa y se pusieron al lado de Simón.

- ¿Qué significa eso? – Delfina preguntó mirando a los chicos.

- Hablamos mucho ayer y concluimos que ustedes tienen que perdonarse. – Nico dijo mirándonos.

- Necesitamos de las tres unidas de nuevo. – Pedro admitió.

- O por lo menos que no se peleen. – Simón completó lo que dijo su amigo.

- Tenemos una banda y ahora estamos empezando a destacarnos. – Nico suspiró. – Cada uno quiere mucho a una de ustedes. No podemos estar bien si ustedes no están bien.

- Necesitamos que por lo menos se soporten. – El novio de Delfina le sonrió. – Hagan eso por nosotros y por ustedes. Tienen que perdonarse.

- Nos vamos. – Simón afirmó y los tres se fueron.

- Bueno. – Senté frente a ellas. – Creo que ellos tienen razón. Nuestros novios nos necesitan.

- Ámbar, ya no caemos en tu juego. – Jazmín me encaró con rabia. – No sé porque estás haciendo eso a Simón. Él es un chico muy bueno, no se merece que jueguen con sus sentimientos.

- Jamás jugaría con los sentimientos de él. – Asumí. – Sé que ustedes conocieron lo peor de mí. Pero yo también conocí lo peor de ustedes. Siempre fuimos chicas equivocadas hasta que conocimos a chicos que nos cambiaron por completo. Yo cambié como ustedes también cambiaron. Cambié por amor, así como ustedes.

- Tienes razón. – Jazmín decidió rendirse. – Éramos tres chicas equivocadas que solo queríamos saber de fiestas, joyas, cosas caras y jugar con los demás. Pero cuando conocí a Nico, tuve que cambiar. Él era tan increíble conmigo y yo lo quiero tanto que no pude lastimarlo. Tuve que cambiar para ser una persona que se mereciera estar a su lado.

- Tengo que admitir que hice lo mismo. – Delfina empezó a hablar. – Yo fui la primera a empezar a cambiar. Y todo por Pedro. Porque yo también lo quiero con todo mi corazón y jamás podría lastimarlo con mis malas acciones. También cambié por amor.

- Y yo igual a ustedes. – Suspiré. – Yo conocí a Simón en las vacaciones y él me hizo descubrir a una persona que no sabía que existía dentro de mí. Empezamos a encontrarnos a escondidas mientras todos estaban en la playa o durmiendo. Él me llevaba a una pista de patinaje y patinamos mucho. Un día, Simón dijo que tenía que irse para encontrarse con su abuela y ahí nos dimos un beso. Todo ya estaba cambiando para mí. Descubrí que yo no tenía la historia que pensaba que tenía y que Sharon me robó. Él estuvo a mi lado todo ese tiempo difícil. Cortamos la primera vez por un malentendido. Simón me escuchó decir algo malo para que nadie supiera de lo nuestro y me escondió eso. Cuando me declaré a él, Simón puso eso en la mesa y nos peleamos. Él no creía en mí. No creía que yo había realmente cambiado. Así como ustedes están haciendo ahora. – Respiré profundamente para terminar la historia. Las chicas solo me miraban, escuchándome. – Ahí llegó Alisha, la hija del marido de mi madre. Ella quería destruirme y se acercó a Simón. Fue lo peor que me podía pasar. Y cuando cortamos ellos ya estaban un poco cerca y terminaron juntos. Pero luego me acerqué de nuevo a él y le pedí que me ayudara a descubrir quien eran mis padres. Simón me ayudó, cumpliendo su palabra y intentó volver conmigo, pero yo no podía. Esa vez era yo quien no confiaba en él. Después de tantas cosas, entendimos que teníamos que estar juntos. Pasamos por muchas cosas hasta llegar aquí. No es algo que empezó ahora, es algo que ya viene hace un tiempo. Estamos yendo y viniendo desde el comienzo del año. Ya pasamos de la mitad del año. Hace muchos meses que estamos intentando estar juntos y ahora, al fin, lo logramos. No quiero que ustedes me perdonen por todo lo que hice de mal, pero quiero que nos llevemos bien para apoyar a nuestros chicos. Apoyar las personas que más queremos en el mundo.

- Wow, Ámbar. – Delfina parecía sorprendida. – No tenía ni idea de esa historia de tu familia y de que fuiste robada. Menos de que ya estás hace un tiempo con Simón.

- Yo estoy totalmente sorprendida con todo eso. – Jazmín balanceó su cabeza negativamente.

- ¿Cómo Sharon pudo hacerte eso? – Delfi cuestionó y tocó mi brazo. – En las vacaciones intentamos acercarnos de nuevo de vos y creo que la forma que nos alejaste, nos lastimó mucho.

- Pero ahora entendemos. – Jazmín miró a Delfi, que solo acordaba. – Entendemos porque lo hiciste. Entendemos que estaba pasando y queremos estar bien como siempre estuvimos.

- Estamos felices que tengas cambiado de verdad. – Delfina me sonrió y se levantó. Jazmín la acompaño y nosotras nos abrazamos.

- Pero que lindas son nuestras novias. – Pedro dijo sorprendiendo a nosotras.

- Tenías razón, Simón. – Nico miró a mi novio y él asintió.

- ¿Están bien? – Simón cuestionó y Delfina asintió.

- No teníamos ni idea de que ustedes ya habían pasado, por tanto. – Jazmín suspiró. – Nosotras hablamos y entendemos todo lo que pasó con Ámbar. No tenemos por qué pelearnos.

- Que bueno escuchar eso. – Pedro admitió. – Ya estaba imaginando cuando hiciéramos un show y ustedes se peleasen y destruyesen todo el camarín.

- Pero que dramático. – Delfi dijo dando un pico en su novio. - ¿Ahora podemos comer?

- Sí, señoritas. – Nico acordó y ellos se sentaron a nuestros lados.

El mesero puso la comida en la mesa y antes de empezarnos a comer, Jazmín sugirió un brindis. Simón y yo nos miramos rápidamente recordando del brindis que Sol había hecho.

- Un brindis a la reconciliación de las chicas. – Delfina sugirió sonriendo y Pedro rechazó.

- Es un brindis a la paz. – Pedro se burló y Jazmín se rió.

- Un brindis al Roller Chic. – La pelirroja levantó su taza y todos nos encaramos.

- ¿Roller Chic? – Nico cuestionó sin entender su novia.

- La Roller Band y las Chicas Chic. El Roller Chic. – Ella se explicó.

- Bueno, un brindis al Roller Chic, entonces. – Nico acordó con su novia y levantó su taza.

- Un brindis al Roller Chic. – Todos dijimos tocando nuestras tazas mientras Jazmín nos grababa.

En la mitad del almuerzo, Simón se levantó al escuchar su teléfono sonar. Él fue para fuera del restaurante y lo seguí con mis ojos. Delfina tocó mi brazo y volvió a contarme la historia de como eligió su universidad. Simón volvió a la mesa y suspiró.

- ¿Qué te pasa? – Susurré en su oído. – No estás con una cara nada buena.

- No pasó nada. – Él claramente me estaba mintiendo. – Me llamaron por engaño.

- ¿Estás seguro? – Cuestioné y él asintió nervioso dándome un pico. – Estoy aquí con vos.

- Y yo contigo. – Él tocó mi mano y sonrió. – No pasa nada, bonita mía.

- Sé que pasa algo. – Volví a susurrar. – Pero ya no te cuestionaré. Yo confío mucho en vos.

- Te quiero. – Simón susurró abrazándome. – No puedo imaginar mi vida sin ti.

- Yo tampoco puedo imaginar mi vida sin vos. – Cerré los ojos al abrazarlo. – Te quiero.

- Jamás dejaré que te pase algo. – Simón acarició mi cuello y yo volví a cerrar mis ojos.

JUEGOS | Fanfic Simbar (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora