Capítulo 53: La Verdad

929 68 5
                                    

Ámbar

Se pasaron dos semanas desde que Simón y yo cortamos. Él estaba dedicándose más a su banda y no me buscó en ningún momento. Intenté hablar con él, pero Simón me ignoró y siguió con el ensayo como si yo no estuviera allí. Prometí a él que no lo buscaría más y no molestaría más con mi presencia. En uno de esos días, había escuchado Pedro y Nico diciendo que él estaba de novio con alguien. Intenté no ponerme mal con eso, pero tuve la certeza que yo no le importaba. Él solo me decía mentiras para que yo estuviera a su lado. Me sentí mal, utilizada y, por más que Sol intentara, no conseguía aceptar eso. No me parecía la misma persona de quien yo había me enamorado.

Fui ensayar con los Red Sharks como siempre hice en ese tiempo, pero, al ver Simón, supe que tenía que intentar hablar con él una vez más. Sol me dijo que tenía que intentar hablar con él para aclarar todo de una vez. Intenté acercarme mientras él arreglaba su guitarra. Simón se dio cuenta de mi presencia y rodó sus ojos.

- Estoy muy ocupado ahora. – Él dijo sin mirarme. – Voy empezar el ensayo y Nico y Pedro ya deben estar llegando, así que, váyase de aquí.

- ¿Pero por que me estás tratando tan mal? – Cuestioné. - ¿De verdad no signifiqué nada para vos?

- No empieces con eso, Ámbar. – Simón me encaró. – Tu fuiste la que cortaste conmigo frente a todas aquellas personas en el restaurante. ¿O acaso no te recuerdas?

- ¿Por qué siempre haces cuestión de poner otras personas en medio a nuestros problemas?

- Ya no hay "nuestros problemas", así que, déjame en paz.

- No hay nosotros porque vos destruiste todo con tu miedo. – Grité. – Porque te importó lo que todos pensaban, antes de lo que querías. Siempre haces cuestión de agradar a todos y no hacer qué quieres. Así que, de verdad, no podemos estar juntos. Sos un cobarde y a mi no me gustan los cobardes. Necesito de alguien que no hable tanto y que haga mucho. – Balanceé mi cabeza negativamente. – Espero que algún día te recuerdes de todo que vivimos. Creo que aprendimos mucho con esa relación.

- Sí, aprendí como no tener una relación. – Simón se rió y yo lo encaré. – Ya no tenemos nada que hablar. ¿Por qué insistes tanto en eso?

- Porque no puedo olvidarte. – Confesé. – Porque quiero odiarte y no logro hacerlo. Quiero mirarte y no sentir nada, pero siento todo. No puedo estar cerca de vos y no saber cual es tu verdad. ¿Alguna vez ya me quisiste?

- No. – Simón negó y yo sentí lagrimas corriendo por mi rostro. – Yo nunca te quise de verdad.

- ¿Qué haces aquí? – Pedro preguntó, parando a mi lado. No logré decirle nada y lo miré, secando mis lágrimas. - ¿Qué está pasando aquí, Simón?

- ¿Por qué ella está llorando? – Nico interrogó a su amigo y yo me fui sin aguantar quedarme un segundo más allí.

Salí del Roller acelerando mis pasos lo más rápido que pude. Me senté en un banco del parque, ya no aguantando más caminar. Mis ojos estaban llenos de lágrimas y no sabía que pensar. Simón tenía sido tan claro conmigo, pero la verdad, me hacía daño. Mucho daño. Escuché una voz a lo lejos llamándome repetidas veces. La voz se acercaba cada vez más y yo no podía alejarme. No lograba hacerlo. La persona se sentó a mi lado y yo no tuve coraje de mirarlo.

- Mírame, Ámbar. – Simón pidió y yo negué. – Mírame, por favor. Déjame explicarte todo.

- ¿Qué me tienes que explicar? Ya me dijiste todo. – Respondí, siguiendo a llorar. – Nunca me quisiste de verdad. ¿Qué fui yo para vos?

- Ya no puedo hacerte eso. – Él susurró y yo lo miré sin entender.

- ¿Hacerme qué, Simón? ¿Hacerme daño?

JUEGOS | Fanfic Simbar (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora