Capítulo 27: Mi Juguete

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Ámbar

Me fui a entrenar con los Red Sharks con la mayor sonrisa que tenía. Mi desayuno había sido perfecto y deseaba que todo el día fuera así. Puse limites en Benicio y me sentí muy bien en hacer eso. Yo estaba a punto de estar de novia con alguien a quien quería de verdad. Juliana me elogió el ensayo entero porque yo exhalaba inspiración. Hacia todos los pasos bien, los giros, las acrobacias y ella se quedó sorprendida. Cambiamos de pareja de nuevo y me quedé con Matteo, a quien yo soportaba un poco más que a Benicio. En el final del entrenamiento, envié un mensaje a Simón diciendo para encontrarme en poco tiempo. Emilia me siguió hasta el área de los lockers y intenté llevárselo bien. Puse mis patines y mis equipajes en el locker y ella hizo lo mismo. Emilia me miró de una manera rara y yo quería que ella se fuera de allá. Simón me encontraría en pocos minutos.

- Ámbar, ¿puedo hablar contigo? – Ella me preguntó y yo asentí. – Te veo muy feliz hoy.

- Sí, desperté bien. – No era mentira. Mi decisión de declararme a Simón me estaba llenando el corazón de alegría. - ¿Por qué?

- No sé. – Emilia hizo la desentendida. – Quizás porque alguien me dijo que estás saliendo con un chico y no me contaste nada.

- No estoy saliendo con nadie. – Mentí. – La persona que te dijo eso está muy mal informada de mi vida privada.

- ¿No estás, no sé, saliendo con alguien de los Jam & Losers? – Ella me encaró y yo me quedé inmóvil. – Simón, ¿verdad?

- ¿Cómo te ocurre pensar algo así de mí, Emilia? – Fingí estar ofendida. - ¿Quién te dijo eso?

- Yo saqué mis propias conclusiones y Benicio solo me confirmó que dijiste que estabas con alguien. – Mi amiga levantó y se río de mí. – Matteo me dijo que los vio muy cerquita en las vacaciones y... Lo concluí. Incluso, raro que una chica dijo a los músicos de Matteo que no iba a tener ninguna presentación aquel día.

- ¿Cómo pudiste pensar eso de mí, Emilia? – Volví a preguntarle. – Yo no estoy con él, ¿ok? Matteo decidió en su cabeza que estamos juntos desde las vacaciones, pero no estamos.

- El peluche fue hecho en una tienda en México que conozco muy bien, Ámbar. – Ella dio su golpe final. - ¿Me vas decir la verdad o...?

- Ok. – Me rendí. No había como huir.

- ¿Lo besaste? – Ella volvió a reírse de mí. - Qué pasa, Ámbar, ¿perdiste la voz?

- Está bien, Emilia. – Suspiré. – Vos ganaste. Te voy a decir toda la verdad. – Admití. – No lo besé porque estoy enamorada de él o algo así. No, yo no estoy.

- ¿Y por qué lo hiciste?

- Porque yo le gusto a él. – Dije como si fuera obvio. Emilia se quedó callada esperando que algo hiciera sentido en su cabeza. Quizás debería ser un poco más clara, más lógica. – Estoy jugando con él y con sus sentimientos. ¿Vos enserio pensaste que yo estaba enamorada de él? ¿Cómo pudiste pensar eso, Emilia? Yo jamás en mí vida me fijaría en un chico como él. Simón es solo mi juguete.

- Matteo me dijo que el loser está de verdad enamorado por ti. – Ella balanceó su cabeza negativamente.

- No tengo culpa de ser irresistible. – Sonreí. – Y sí, él está enamorado de mí. Re enamorado de mí, pero yo no estoy enamorada de él. Emilia, créeme, es solo un juego para mí. Simón es parte de un juego que me gusta mucho jugar y veo en él el muñeco perfecto. – Hice una pausa y Emilia siguió mirándome. – Él cree de verdad en mí, cree que puedo ser una chica buena, que tengo problemas de familia y que seremos felices para siempre mientras él me hace una serenata en la luz de la luna.

JUEGOS | Fanfic Simbar (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora