JUEGOS | Fanfic Simbar (COMPLETA)

Capítulo 25: Perdiéndote

Ámbar

- Simón. – Lo miré sorprendida. - ¿Qué haces aquí?

- Quiero hablar contigo. – Él dijo y me miró de una manera un poco rara. – Voy subir.

- Ok. – Accedí y él escaló mi ventana hasta mi cuarto. - ¿Qué te pasa? – Pregunté cuando lo vi frente a mí.

- Lo mismo te quiero preguntar yo. – Simón respiró profundamente y desvió su mirada. – Ámbar, estás rarísima y yo te conozco, ¿ok? Algo te pasó.

- Sí, tuve una memoria de mi pasado. – Sonreí. – Descubrí que mi nombre es Ámbar. ¿Lo puedes creer? Yo no. Tenía miedo que mi nombre fuera otro.

- No estoy hablando de tu pasado. – Él cruzó los brazos. – Estoy hablando de tu presente. Él que yo estoy. Sé que algo te pasó y no me quieres decir.

- No quiero hablar sobre eso, Simón. – Miré al suelo. – No quiero hablar con vos.

- ¿Y por qué? – Él se acercó tomando mi mano. - ¿Ya no confías en mí?

- No es eso... - Suspiré.

- ¿Ámbar? ¿Con quien estás hablando? – Alfredo se acercó de la puerta y yo empujé Simón adentro de mi closet. - ¿Ámbar? – Él abrió la puerta y me vio acostada en la cama con un libro.

- ¿Perdón? – Bajé el libro y miré a Alfredo. - ¿Quieres algo?

- Pensé que me estabas llamando. – Alfredo forzó una sonrisa.

- Perdón, Alfredo, es que me dejé llevar por el libro. – Mentí. – No va a pasar de nuevo.

- No, no, puedes seguir. – Él dijo y se fue.

Dejé el libro en la cama y saqué a Simón de mi closet. Él me miró y yo reí.

- Tienes que irse. – Dije. – Alfredo no me va a creer dos veces.

- No me voy hasta que me digas que te está pasando. – Él cruzó los brazos. – Ámbar, ¿Matteo te hizo algo?

- No. – Negué inmediatamente. – Matteo me pidió perdón hoy después del ensayo. Ahora él es mi pareja en el equipo.

- ¿Qué? – Simón parecía no creer en qué estaba escuchando. - ¿Te pidió perdón?

- Sí y dijo que me quiere. – Simón sonrió aún sin creer. – Que no quería hacerme daño y que lo siente mucho. Matteo declaró su amor a mí y fue muy raro.

- ¿Y eso te puso mal? – El chico a mi frente se puso nervioso. - ¿Quieres estar con él?

- No. – Rechace la idea. – No quiero estar con él y no me pasa nada con él.

- ¿Y con Benicio?

- ¿Benicio? – Simón me había agarrado de sorpresa. No sabía que decirle. - ¿Qué tiene Benicio? Es el hijo de Gary.

- Los vi cerca y quizás esté pasando algo entre los dos. No sé.

- No. – Suspiré. – La verdad es que sí, Simón. Pasó algo con Benicio.

- ¿Qué pasó? – Él se tragó a seco.

- Benicio me dio un beso ayer en la noche cuando no estaba viendo nada. – Le conté y Simón solo asintió. – Te juro que lo besé porque creía que eras vos. Pero me di cuenta que no era y me puse re mal por haberte confundido.

- Un beso por error...

- Sí, equivocación, no estaba viendo nada y pensé que eras vos, pero no era y es eso.