Capítulo 62: Promesa

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Ámbar

El silencio me parecía ensordecedor. Sol miraba a nuestro abuelo y después me miraba. Ella hacia aquello repetidas veces y yo ya no aguantaba el no saber que pasaba. Encaré mi hermana y ella suspiró, mordiendo su labio.

- Sol, decime que pasó con mi novio. – Pedí. – Tengo el derecho de saber si algo le pasó.

- No pasó nada que ya no sepas. – Sol al fin dijo la verdad. – Simón fue disparado en el pecho y está en una cirugía de urgencia. Matteo está allá y es solo lo que sabemos.

- Sharon me dijo que él murió. – Miré a mi hermana y ella forzó una sonrisa, negando. - ¿Matteo no te dijo nada más?

- Es mejor que nos vayamos para casa. – Alfredo sugirió y yo rechacé de inmediato. – Ámbar, no podemos hacer nada por Simón. Mejor que vayamos a casa y descansemos de todo eso.

- Alfredo tiene razón. – Sol acordó con nuestro abuelo y yo los encaré. – Ámbar, por favor.

- Sol, él es mi novio. – Dije lo obvio. – Yo necesito estar al lado de él. No importa lo que va a pasar, tengo que estar allá. Necesito que me lleven al hospital.

- Ámbar, la situación es muy difícil. – Mi abuelo tocó mi hombro con cariño como si estuviera me confortando.

- No, abuelo. – Sol parecía querer impedirlo de decirme lo que pasaba.

- La situación de su novio es muy difícil. – Alfredo admitió. – Sol, Ámbar tiene el derecho de saber lo que pasa. Sé que ella es tu hermana y que la quieres demasiado, pero ella es la novia de Simón. – Sol solo asintió. – La cirugía es muy compleja y él puede no volver. Simón tiene pocas probabilidades de sobrevivir.

- Lo siento tanto, hermana. – Sol me abrazó y yo sentí el suelo se abrir. No abracé a Sol y respiré profundamente.

- Abuelo, siempre me dijiste que cuando pedimos algo a Dios, Él nos escucha. – Miré a mi abuelo y después hice lo mismo con mi hermana. – Necesito que me enseñes a orar y tener esperanzas que todo va a estar bien.

- Ámbar... - Alfredo suspiró, cerrando sus ojos.

- No lo puedo perder. – También cerré mis ojos y miré al cielo. – No lo saques así de mi vida, por favor. Tenemos mucho que vivir.

- Si realmente quieres hacer eso, cierre a tus ojos y pidas por la vida de él. No tengo como enseñarte. – Alfredo respondió y yo asentí. – Eso tiene que venir de tu corazón, Ámbar.

- Podemos acompañarte en eso. – Sol tomó mi mano y cerró sus ojos. Alfredo también se unió a nuestra oración.

Cerré mis ojos y hablé con alguien que jamás intenté hablar. Pedí que Simón sobreviviera, que no tuviera ninguna secuela por ese disparado y que se quedara a mi lado. Hice la promesa de que iba a seguir cambiando si él sobreviviera. Prometí que iba a dejar la verdadera Ámbar salir a la luz y hacer siempre las cosas buenas que nunca hice. No me di cuenta que ya estaba llorando y que Sol y Alfredo ya estaban yendo en dirección al auto. Los seguí cuando terminé la oración y me senté al lado de Sol. Alfredo me dijo que yo tenia que hablar con la policía y que después me llevaría al hospital. Tuve que aceptar la propuesta. Mis esperanzas estaban renovadas. Fuimos hasta la comisaria y di mi declaración a la policía. El delegado me hizo mil preguntas y respondí a todas. Sol y Alfredo también dieron sus declaraciones y me di cuenta que ya habían pasado tres horas. Mi corazón estaba latiendo más rápido y cerré los ojos, volviendo a pedir que todo se quedara bien. Cuando fuimos liberados, volvimos al auto y Alfredo nos llevó hasta el hospital. Fui en dirección donde todos estaban y vi Matteo, Pedro, Nico, Delfi y Jazmín. Las chicas vinieron en mi dirección y me abrazaron con fuerza. Las abracé de vuelta y forcé una sonrisa. Los amigos de Simón también me saludaron con cariño y Matteo se levantó de la cadera y me abrazó.

JUEGOS | Fanfic Simbar (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora