Capítulo 69: A través de los años

763 61 7
                                    

Ámbar

Cuando terminé mi primer año de la universidad, Simón me fue a buscar en su auto. Él me dijo que tenía una sorpresa y ni conseguía imaginar que sería.

- ¿No me puedes dar ni una pista? – Cuestioné y él negó. – Por favor, Simón, soy muy ansiosa.

- No, no puedo, bonita. – Él me respondió, sonriendo. – Es una sorpresa. Creo que te va a encantar.

- Solo decime de qué se trata. – Junté mis manos en señal de súplica. – Solo decime adonde estamos yéndonos.

- No puedo. – Simón volvió a reírse. – No va a tardar mucho, te lo prometo.

- No me prometas. – Pedí. – Solo dame una pista, mi amor.

- Te diré cuando lleguemos. – Él prometió y yo asentí, enfadada. – No va a tardar, ¿ok?

- Ok. – Acepté y encendí la radio. – Es tu canción. – Sonreí al escuchar.

- Sí, la canción que te canté en su cumple. – Él asintió y siguió conduciendo el auto. – Sube el volumen, bonita. – Simón pidió y yo lo hice. – Me encanta esa canción. Hice para ti.

- Sí y me encanta que ahora las personas sepan que la hiciste para mí. – Confesé. – Me encanta que ya no tengamos una relación en secreto.

- Sé de algo que te va a encantar más que eso. – Simón dijo seguro y yo lo encaré. – La sorpresa que te voy hacer.

- Me estás poniendo muy nerviosa. – Admití, suspirando. – No me hagas eso, por favor, bonito.

- Ya estamos llegando. – Simón me ignoró y siguió manejando.

Pasamos frente a la mansión donde vivía y seguimos en el auto. Me pregunté por qué no habíamos parado en la mansión Benson, pero no dije nada a Simón. Él me tenía una sorpresa y yo ya no aguantaba más tener que preguntarle las cosas. En un momento, Simón se detuvo en el semáforo y puso una venda en mis ojos.

- ¿Por qué me estás haciendo eso? – Pregunté aún más nerviosa.

- Estamos llegando. – Él dijo y sentí que el auto había sido estacionado. Simón abrió las puertas y me ayudó a salir del auto. – Confía en mí. – Mi novio pidió y yo solo asentí.

Él me ayudo a caminar hasta algún lugar y entramos en un ascensor. Solo supe que era un ascensor porque él empezó a subir. El ascensor se detuvo en algún piso y Simón me ayudó a salir. Él abrió la puerta de algo y volvió a ayudarme a adentrar en el lugar. Escuché cuando Simón cerró la puerta y un montón de cosas pasaron por mi cabeza. Excepto lo que realmente estaba pasando.

- ¿Puedo sacar la venda, señor Álvarez? – Pregunté y él sacó la venda de mis ojos.

- Bienvenida. – Simón sonrió y yo me volteé, mirando adonde estábamos.

- ¿Y esto? – Cuestioné sin darme cuenta. - ¿Qué es esto?

- El lugar donde voy a vivir. – Él me miró de forma rara y yo lo encaré. - ¿Qué te parece?

- Muy bonito. – Respondí, volviendo a mirar al apartamento. - ¿Los chicos lo eligieron?

- No, Ámbar, creo que no me entendiste. – Mi novio dijo serio. Nunca lo había visto de aquella manera. – Voy a vivir aquí con otra persona.

- ¿Qué otra persona? – Interrogué con mi corazón latiendo más fuerte. No era posible.

- Con la persona que quiero vivir hasta mi ultimo minuto. – Simón tomó mi mano y yo intenté seguir respirando normalmente. – Con la persona con quien me quiero prometer, casar, tener hijos y ser muy feliz. La única para mí.

JUEGOS | Fanfic Simbar (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora