Capítulo 9: Mentiras

1.4K 97 1
                                    

Ámbar

Me quedé sentada esperando que Simón volverá, pero eso no pasó. El día pasó muy lento y era asustador no tener con quien hablar. Las chicas fueron a la piscina y las acompañé. Pasé el día pensando en lo que Matteo me había dicho. Simón no apareció en ningún momento. Ni en la hora de cenar. Me fui a dormir después de me bañar. Desperté en la mañana siguiente y bajé para desayunar. Desayuné en paz y sali de la cocina. Volví al cuarto y cambié de ropa. Bajé las escaleras y volví a sentar en el mismo asiento en el balcón. Él apareció un poco después y se sentó frente a mí en el sofá.

- ¿Qué te pasa? – Pregunté. – No me dijiste nada ayer. Te fuiste y ya.

- No me estaba sintiendo muy bien. – Él me respondió sin mirarme. – Ámbar, no estoy de ánimo para nada.

- Así como me dijiste que estabas conmigo cuando más te necesité, el mismo digo yo. – Sonreí.

- Gracias, pero no hay nada que puedes hacer para ayudarme. – Simón seguía sin mirarme.

- ¿Podes mirarme al menos? – Pedí y él forzó una sonrisa. – Te hablo enserio.

- ¿No era tu quien no gustaba de mirar a nadie en los ojos? – Él al fin me miró.

- Muchas cosas cambiaron, Simón. – Lo miré. – No me gusta verte así. ¿Qué paso?

- Tú. – Simón dijo como si fuera obvio. – Yo confío en ti y me da miedo creerte y al final descubrir que me equivoqué.

- Pero no te equivocaste. – Afirmé. – Te dije toda la verdad.

- Yo no sé que no me dijiste todo. – Simón me encaró. – Y sé que no me vas a decir lo que enserio pasó y tengo miedo de que me mientas.

- No te voy a mentir. – Suspiré. – Sé que sos muy bueno conmigo y no sería justo mentirte de esa forma. Entonces, sí, pasó algo.

- Ya lo sabía. – Él levantó uno de sus hombros y cambió su expresión. – Por eso te di tu tiempo ayer. Dejé que tu elegiste que quieres para ti.

- Matteo me dijo algo sobre vos y no lo creí. – No miré a Simón.

- ¿Cómo que no le creíste? Cambiaste conmigo, Ámbar. – Él volvió a encararme. – Sí, tu creíste en lo que él te dijo y yo ni sé de qué hablan.

- Matteo me dijo que me estabas utilizando. – Confesé. – Me dijo que estabas acercándose de mí para lastimarme y que yo tenia que alejarme de ti.

- ¿Qué ganaría haciéndote daño, Ámbar? – Él me preguntó. – Mírame a los ojos, por favor. ¿Enserio creíste que yo te haría algo así? – Lo miré y suspiré. – No puedo creer en eso.

- No, obvio que no creo en eso. – Hablé con certeza. – Pero estaba todo muy reciente y no quería sacar mis conclusiones y lastimarte sin quererlo. Lo siento si te hice sentir mal.

- ¿Por qué Matteo te dijo eso? – Simón preguntó después de mucho silencio. - ¿Cómo que Matteo sacó una conclusión así y te dijo eso, Ámbar? Yo creí que Matteo era mi amigo.

- No lo sé. – Fui sincera. – Lo que sé es que me dijo eso y me pidió que me alejara de vos. Después se quedó un tiempo en mi cuarto y me fui a dormir. Encima mintió a todos diciendo que algo pasó entre nosotros.

- Matteo también me dijo cosas. – Simón reveló. – Matteo me dijo que solo querías lastimarme y hacerme daño y que esa era tu especialidad. Exactamente lo que te dijo. No sé por que él nos está haciendo algo así.

- Quizás... - Recordé lo que había pasado antes que yo durmiera.

- Quizás... - Simón me miró, incentivándome a decir todo lo que sabía.

JUEGOS | Fanfic Simbar (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora