Capítulo 58: La Peor Cena del Mundo

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Ámbar

Una semana se pasó y un día muy especial llegó. Era el cumpleaños de Simón. Había planeado hacerle una cena increíble, mientras Sol arreglaba la fiesta en el jardín. Él ya estaba en la mansión durmiendo en mi cuarto. Yo empecé a seguir las instrucciones de la receta y fui poniendo los ingredientes en la olla. El horno estaba encendido y yo no tenía ni idea de lo que estaba haciendo. Intenté seguir la receta, pero algo me dijo que tenía que poner más ingredientes. Apagué el horno y puse la comida en dos platos. Encendí algunas velas encima de la mesa y puse una música de fondo. Saqué una foto para recordar aquel momento y me di cuenta que el color de la comida estaba distinto de la foto que había visto.

- Debo haber puesto algo que no debía. – Susurré, mirando al plato. No tenía tiempo de hacer todo de nuevo. Aquella era nuestra cena romántica.

- Pero que lindo. – Simón me sorprendió mientras yo miraba la comida. - ¿Tu lo hiciste?

- Sí. – Confirmé. – No sé si está bueno, pero lo intenté.

- Debe estar increíble. – Él me sonrió y yo hice lo mismo. Quizás la apariencia no estuviera tan buena, pero el gusto podría estar increíble. Era todo lo que más deseaba en la vida.

- Antes tengo que regalarte lo que te compré. – No dejé que Simón se sentara y busqué el paquete por la cocina. Lo encontré y extendí a mi novio. – Feliz cumple, mi amor.

- Gracias, bonita. – Simón tomó el paquete de mi mano y me dio un beso rápido. Él abrió el paquete y vio el reloj que le había regalado. – Ese regalo es muy costoso, no necesitaba tanto.

- Lo compré con todo mi corazón. – Afirmé. – Hablé con Pedro y él me dijo que siempre fue tu sueño tener uno de esos. Estoy aquí para cumplir tus sueños, Simón.

- Mi mayor sueño eres tú. – Él se declaró, dándome otro beso. – Y, bueno, vamos comer esa comida riquísima que me preparaste.

- Sí. – Miré a Simón por unos segundos y me senté en la mesa junto a él. Él puso un poco de la comida en la boca y masticó con cuidado. Mi novio me abrió una sonrisa después de engullir.

- Está increíble, bonita. – Él elogió mi comida y abrí una sonrisa. Resolví comer un poco también y casi vomité. Estaba pésimo. Era la peor cosa que ya había comido en toda mi vida.

- Eso esta pésimo, Simón. – Dije, nerviosa mientras él seguía comiendo como si no estuviera terrible. - ¿Cómo tienes coraje de comer algo así?

- No sé de que hablas, Ámbar. – Simón dijo y siguió comiendo. – Está riquísimo, bonita. Eres una increíble cocinera.

- ¿Cómo tienes coraje de decirme eso? Soy la peor cocinera que ya existió. – Acusé. – Soy pésima en la cocina. Nunca cociné y eso está terrible. Es la peor cosa que ya comí. – Simón seguía comiendo y le saqué el plato. – No tienes que hacer eso por mí, Simón. No quiero matar a mi novio en el día de su cumpleaños.

- Hiciste con el corazón, bonita. – Él intentó impedirme de tirar todo a la basura. – Estaba realmente bueno, mi amor.

- No me mientas, Simón. – Pedí y rodé mis ojos. – Eso estaba horrible y lo siento por haber hecho algo así en tu cumpleaños. Solo quería hacerte una bonita sorpresa, pero te regalé la peor cena del mundo.

- No es verdad. – Él me abrazó. – Hiciste todo con el corazón y me encantó. Hasta saqué unas fotos sin que tú te dieras cuenta. Voy guardar eso por toda mi vida. La vida es llena de aprendizajes y sé que vas a mejorar cada vez más que intentes cocinar.

JUEGOS | Fanfic Simbar (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora