Capítulo 65: Fin de Año

701 56 1
                                    

Ámbar

Fue el primer año que realmente conmemoré la Navidad. Estábamos yo, Simón, Sol, Matteo, Pedro, Delfina, Jazmín y Nico en la mansión junto con la familia de todos ellos. La única cosa rarísima fue que Alisha también estaba con Sylvana, pero Simón me dejó en control toda la noche y no nos peleamos. Ella hasta era un poco soportable cuando tomaba sus medicamentos. La abuela de Simón me regaló un suéter que combinaba con el de mi novio. El año nuevo fue completamente distinto. Solo pasamos Simón, yo, Sol y Matteo. Fue muy divertido y inolvidable. Pasar de un año a otro en segundos con la persona a quien amas, es una experiencia hermosa.

Como propósito de año nuevo, Simón me sugirió perdonar a Sharon para seguir nuestras vidas. Yo acordé con lo que dijo mi novio. No podía ser como Sharon y mantener rencores dentro de mí. Yo era alguien completamente distinta de ella y no quería tener ninguna semejanza que fuera.

Un día en la primera semana de enero, Simón me llevó en su auto hasta la cárcel donde Sharon estaba. Era día de visita. Me identifiqué y un hombre fue llamar a la mujer que un día llamé de madrina. Senté en la cadera y aguardé que Sharon apareciera. Ella se sentó a mi frente y me encaró inmediatamente.

- ¿Qué quieres? – Ella me cuestionó. - ¿Viniste para reír de mí?

- No, no me causa ninguna gracia esa situación. – Fui sincera. – Solo me causa lástima. Lástima porque arruinaste tu propia vida intentando arruinar la vida de los demás.

- ¿Qué quieres? – Sharon gritó, perdiendo la poca paciencia que tenía.

- Solo vine a decir que te perdono por todo lo que me hiciste. – Dije, mirándola a los ojos. – Y que quiero que estés bien y que algún día salgas de aquí y encuentres la felicidad.

- Que tonta sos, Ámbar. – Ella se rió de mí. – "Vine a decir que te perdono". – Sharon repitió lo que yo dije, burlándose de mí. – No me arrepiento de nada que te hice. Haría peor. Mi mayor error fue no matarte cuando tuve oportunidad.

- Te perdono. – Repetí, ignorando todo lo que ella decía. – Te perdono por todo. No te odio.

- ¿Qué estás haciendo? – Sharon se quedó aún más nerviosa. – No tengo tiempo a perder hablando con vos, Ámbar. Sos tan idiota que me perdonas y vienes a verme después de todo.

- Solo vine hoy. – Contesté. – No pienso en verte nunca más en mi vida. Solo quiero seguir mi vida como si vos no fueras nada. En verdad, vos no significas nada para mí.

- Idiota. – Sharon escupió en mí. – Nunca me olvidarás, siempre te recordarás de mí. Siempre serás lo que fui, Ámbar. Vos sos igual que a mí.

- No. – Negué, levantándome. – No soy y nunca seré. Nunca.

- Siempre serás. – Ella repitió y yo sonreí.

- Adiós, Sharon. Hasta nunca. – Dije y salí de la sala.

Salí de la cárcel y volví a los brazos de mi novio. Él me abrazó y después me dio un largo beso. Sonreí a Simón y él hizo lo mismo para mí. Sharon era pasado. Yo realmente la había perdonado y solo quería seguir con mi vida junto a él.

- Estoy muy orgulloso de la manera que te tienes portado. – Simón susurró. – Estás siendo aún más increíble que siempre fuiste, mi amor.

- Todo gracias a vos. – Sonreí.

- No. – Él negó como siempre lo hacía. – Tú siempre fuiste así, yo solo te ayudé a hacer esa personalidad salir a la luz. Te amo cada día más y más.

- Yo igual. – Confesé. – Hay algo que tengo que decirte, Simón.

- ¿Qué? – Mi novio me cuestionó y yo volteé mi cabeza en la dirección de la ventana. – Me estás asustando, Ámbar.

- Yo me matriculé en una universidad. – Dije y Simón me abrazó contento.

- ¿De qué? – Él me preguntó al soltarme.

- De moda. – Suspiré y él me sonrió. – Creo que es lo que gusto. Pensé en muchas posibilidades, pero nada me llamó más la atención que eso.

- Estoy seguro que vas a ser la mejor diseñadora del mundo. – Simón me apoyó. – Ya imagino tú haciendo las ropas para mi gira con la Roller Band.

- Gracias por siempre apoyarme. – Agradecí.

- Eres mi novia, Ámbar. Siempre te apoyaré. – Simón me prometió y me dio un pico. – Ahora vamos al centro comercial porque tenemos mucho que hacer allá.

- Sí. – Puse el cinturón de seguridad y Simón encendió el auto.

Hicimos compras en el centro comercial y después fuimos a una cafetería para comer algo. Mientras esperábamos la comida, me di cuenta que una chica estaba mirándonos fijamente. La ignoré y Simón tomó mi mano.

- Estuve pensando en algo. – Simón me sonrió. – No sé si también piensas en eso.

- Si no me dices lo que es, no te podré responder. – Lo miré también sonriendo.

- Estuve pensando que quizás deberíamos empezar a pensar en comprarnos un apartamento, no sé. – Él dijo un poco inseguro y yo solo asentí. - ¿No piensas en eso?

- Obvio que sí. – Admití. – Pero creo que debemos nos estabilizar primero y después pensar en eso. Solo no quiero que hagamos las cosas mal. Tenemos que hacer las cosas correctas y en su tiempo.

- Estoy de acuerdo. – Él suspiró. – Sé que tenemos que estabilizarnos primero para después pensar en vivir juntos. No sé, hicimos compras juntos y me lo imaginé nuestro closet.

- Sabes que te quiero, que te amo y que quiero pasar toda mi vida a tu lado, pero tenemos que mantener la calma. – Hice cariño en su mano. – No tengamos prisa, Simón. Tenemos la vida entera para eso, ¿ok? Todo va a pasar en el momento correcto.

- Me haces tan bien. – Mi novio me mandó un beso en el aire y yo me reí.

La comida llegó y paramos de hablar. Comemos en silencio y después pagamos la cuenta. La chica seguía nos mirando. Fue solo cuando levantamos para irnos que ella se acercó.

- Hola, ¿sos Simón? – Ella cuestionó y él asintió. Yo tomé el brazo de Simón y la encaré. – Soy una gran fan de tu trabajo. Cantas hermoso.

- Gracias. – Simón agradeció sin gracia. - ¿Cuál canción más te gusta?

- Todas. – La chica respondió nerviosa. - ¿Puedo sacar una foto con vos?

- Claro. – Él aceptó y la chica me extendió su teléfono.

- Sos muy hermosa. – La chica dijo a mí y yo le sonreí. Saqué la foto y devolví su teléfono. – Gracias. ¿Puedes grabar un mensaje de voz para nuestro grupo? Tenemos un grupo en WhatsApp dedicado a la Roller Band. Vos sos mi favorito.

- Sí, ¿Por qué no? – Simón grabó el mensaje de voz para el grupo y la chica casi empezó a llorar. – Gracias, hermosa.

- Vos sos hermoso, te quiero tanto. – La chica lo abrazó y yo miré a otro lado. – Gracias, Simón.

- Gracias por tu apoyo. – Él agradeció y la chica le dio un beso en la mejilla.

- Chao. – Ella se despidió de mí y se fue.

- ¿Qué te pasa? – Simón preguntó y yo balanceé mi cabeza negativamente. - ¿Estás celosa, bonita?

- Ella te abrazó y te besó la mejilla. – Respondí, empezando a alejarme de la cafetería. – Tengo el derecho de no gustar de eso. Una cosa es la foto y el mensaje de voz, otra es abrazarte de la manera que hizo. No me gustó. Ella tiene mi edad por lo que veo.

- Ella es solo una fan, mi amor. – Él intentó calmarme y yo rodé mis ojos. – Pero no te quedes celosa por eso, Ámbar. Tú eres mi fan número uno, celosita.

- ¡No estoy celosa, Simón! – Grité, encarando a mí novio. – Vos realmente no entiendes nada, ¿verdad? – Salí a frente y él empezó a reírse detrás de mí.

JUEGOS | Fanfic Simbar (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora