Capítulo 6: Night patrol.

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~Matthew~

Son las siete de la tarde y el sonido de mi móvil me saca de mis propios pensamientos. Estoy sentado delante del volante de mi coche, esperando a que mi cita decida salir ya de su casa. Al parecer, tengo un mensaje de Leah, avisándome de que ya está en la puerta.


MATTY _ 19:01

Oh, se me ha olvidado avisarte.

Mi padre es alérgico a las almendras y se ha comido algo que llevaba, así que estoy en el hospital... Siento haberme olvidado. ¿Otro día?

LEAH _ 19:02

Oh, no, espero que no sea grave y se recupere... Otra vez será.


Justo cuando voy a responder al mensaje, la puerta del copiloto se abre y una rubia despampanante entra sin hacerse de rogar.

– Llegas dos minutos tarde, Chloe.

– Lo mejor se hace esperar, Matty. ¿A dónde me vas a llevar?

– La verdadera pregunta es: ¿A dónde no?

Suelto una carcajada antes de colocarme bien las gafas de sol, pero mi acompañante no parece haber encontrado la gracia de mi comentario. Decido que, para evitar que nos vean juntos, lo mejor es marcharse a la ciudad vecina. De hecho, es algo que siempre termino haciendo cuando tengo una cita con Chloe a pesar de invitar a alguna de sus amigas. De esa manera, la probabilidad de encontrarnos con alguien conocido es casi mínima.

Sé lo mucho que a la muchacha le gusta la bolera, así que tengo pensado llevarla después de tomar unos helados en una heladería ambientada en una cafetería de los cincuenta que abrió hace poco. Una vez allí, nos sentamos en una mesa libre al fondo y decido ir a pedir los helados de manera directa. Al acercarme al mostrador, me encuentro a un rubio de ojos claros vestido con una camisa y un ridículo sombrero a rayas que me es familiar.

– Bienvenido a Frío ardiente, donde tenemos toda clase de helados y granizados. ¿Qué puedo hacer por ti?

– ¿¡Brady!? —Pregunto, alzando la voz para que Chloe me oiga.

– ¡Matty! ¿Qué haces aquí?

Miro de reojo a la mesa, viendo como Chloe corre al servicio para esconderse de su novio. De todos los lugares donde puede estar en este momento, el muchacho está en la nueva heladería. De hecho, el muchacho parece tan sorprendido como yo de verme ahí, por lo que decido darle una media respuesta.

– Eso mismo te iba a preguntar yo... ¿No tienes entrenamiento hoy?

– Sí, pero decidí buscarme un empleo a media jornada y el que debería estar a esta hora todavía no ha llegado. En cuanto lo vea, se va a enterar. Voy a tener que correr cincuenta vueltas más que el resto por llegar tarde por su culpa.

– Ah, ya veo... Vaya, ¿no es ese de allí? ¿El que parece estar evitándote?

Un chico menudo que viste la misma ropa da un brinco al percatarse de que estoy señalándolo con el dedo. Cuando cruza su mirada con la de Brady, mi compañero de clase me confirma la identidad del trabajador y corre a por él para cantarle las cuarenta. Aprovecho ese momento para correr al servicio y darle las llaves del coche a Chloe para que me espere allí.

Al hacerme caso, vuelvo a la barra y Brady se despide de mí con la mano, mientras que el chico del que he dado el chivatazo me refunfuña las mismas palabras que Brady me ha dicho no hace mucho.

Amor Entre Sombras [Remastered]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora