Amor Entre Sombras [Remastered]

Capítulo 8: Call me maybe.

~Matthew~

Hace rato que estamos en el patio y noto a Jason muy nervioso. No sé qué le ocurre, pero no me gusta en absoluto. Si sus emociones toman el control, es capaz de convertirse delante de todos. Por otro lado, Chloe trata de acercarse a mí una vez más, pero no lo consigue por dos razones: Brady está cerca y yo la estoy evitando cómo puedo.

De hecho, Brady está hablando con Jason. Parece que quiere entrenarlo para que entre en el equipo, pero lo veo correr hacia otro lado de repente, por lo que decido seguirlo con la pelota de baloncesto. Al detenerse, se la lanzo pero la coge sin problemas.

– ¿Otro 21? Esta vez jugaré en serio. ¿Qué me dices?

– Paso, tengo que ir a hablar con... ¡Mierda! En fin, voy a entrenar con los chicos del equipo de fútbol. Otro día jugamos y me cuentas todo lo que sepas sobre porque me enfado cuando estás cerca.

No sé con quien tiene que hablar, pero no hacerlo lo está sacando de quicio. Intento detenerlo de nuevo, pero me ignora, marchándose al campo de fútbol. Cuando Jason desaparece de mi campo visual y, por tanto, yo del suyo, unas pequeñas manos me rodean la cintura, aferrándose con fuerza a mi cuerpo.

– ¿Qué quieres, Chloe?

– Uy, qué borde... Solo quería decirte algo que se me olvidó decirte ayer. Excepto por el momento de tensión con Brady en la heladería, me lo pasé muy bien en nuestra cita.

– No era una cita.

– ¿Ah, no? ¿Y qué era, entonces?

– Una quedada de un chico y una chica. Tenía pensado llevarte a la bolera, pero después de encontrarnos con tu novio...

– Hubiera sido una cita magnífica. Pero, bueno... Me marcho.

– ¡Espera! Necesito que me hagas un favor.

– ¿Por qué siempre que salgo contigo al día siguiente me vienes con un favor?

– Esta vez es algo que necesito... ¿Conoces al chico que anda con los jugadores y que parece que va a unirse al equipo?

– ¿Nerdie? —Ante ese apodo, mi expresión muestra gran incertidumbre— ¿Jason?

– Sí. Necesito que consigas su número de teléfono. Es... Importante.

– ¿Para qué necesitas el número de Nerdie?

– Tú consíguelo y, tal vez, tengamos una cita... ¡He dicho tal vez! —Grito, al verla marcharse.

Me siento en un banco cercano a esperar. Lo cierto es que sigo cansado. El golpe que le di a Jason, el no haber podido descansar en casa y toda esa patrulla nocturna por la ciudad me ha agotado por completo. Y eso que los vampiros por la noche somos inagotables.

Supongo que me he quedado dormido porque Chloe me sacude suavemente al mismo tiempo que me llama por mi nombre. Al abrir los ojos, confirmo mis sospechas.

– Ya le he dado mi número. Me llamará. —Dice, segura de sí misma.

– ¿Y por qué crees que lo hará? —Le pregunto, aun sabiendo la respuesta.

– Porque todos lo hacen.

– Puede ser, pero Jason no es como...

El timbre suena ensordeciendo mis oídos y veo como Chloe desaparece al entrar al edificio. Me levante del banco y camino yo también para realizar las dos clases que me quedan por la mañana y las dos de la tarde. Pero, todo se ve alborotado cuando entra la profesora de Historia del Arte por la puerta, golpeándose en la nariz. Algunos alumnos ríen, otros miran atentamente a la profesora y el resto pasa de largo ese incidente.