Capítulo 27: Ian Fitzgerald.

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~Matthew~

La fiesta termina al amanecer y Jason y yo acompañamos a una ebria Alice hasta su casa. Su risa tonta inunda la silenciosa calle por la que andamos y es que está encantada con la noche que ha pasado junto a Mark. Por lo que, mientras Jason guía a su mejor amiga para evitar que caiga de bruces al suelo, yo cargo con todos los bolsos y parafernalia que hemos llevado a la fiesta, como el vestido del Open Mic de Alice al haberle Jason llevado uno más bonito y elegante.

¡Yo quiero estar contigo!

¡Vivir contigo! ¡Bailar contigo!

¡Tener contigo una noche loca!

¡Ay, besar tu boca!

Cantan a pleno pulmón, llamando la atención de los vecinos que apenas acaban de despertarse o ser despertados por los gritos de una bruja borracha y de un hombre lobo alocado que se une a su amiga a cualquier locura.

– Estáis como unas cabras... —Musito, caminando a su lado completamente avergonzado.

Una vez consigo encender el teléfono de Alice, rezo porque sus padres estén durmiendo y podamos evitar que vean a su hija en este estado, pero al ver que tiene doce llamadas perdidas de su madre y, algunas, realizadas hace unos minutos, me percato de que nos va a caer una bronca enorme.

Para evitar que se quede sin batería, vuelvo a apagar el teléfono y lo guardo en el bolso, llegando a casa de la bruja. Lo positivo es que no podía responder muchas de las preguntas que seguramente sus padres nos harán en unos segundos, porque no he estado pendiente de ella toda la noche, así que no sé cuántas copas ha bebido y qué ha hecho durante el transcurso de la fiesta.

– Ahora necesito que seas una ninja, ¿vale? Tus padres están despiertos...

– Uy, eso es malo para vosotros... —Murmura, entre carcajadas.

– Dirás para ti, nosotros saldremos por patas en cuanto podamos. —Dice Jason, realmente asustados de los padres de Alice.

Entramos en silencio, pero la luz del salón se enciende en cuanto cerramos la puerta. La señora y el señor Cooper nos miran fijamente, de brazos cruzados. Alice se esconde a mi espalda con tanta rapidez que se produce una arcada a sí misma.

– ¿¡Alice Cooper!? ¿¡Estás borracha!?

– ¡No! —Grita la bruja, evidentemente ebria— ¡Bueno, sí!

– Lo cierto es que ha bebido en la fiesta de celebración de la victoria del partido de anoche, señora Cooper. Lo sentimos mucho. —Dice Jason, poniendo cara de cachorro.

– Sabía que no debía ir a la fiesta... ¿Y si sus poderes se hubieran descontrolado?

– Nosotros dos estuvimos con ella casi toda la noche, si hubiera pasado algo por el estilo podríamos haber intervenido. Como sabe, a los hombres lobo y a los vampiros no nos afecta el alcohol.

– ¿¡En serio!? —Exclama Alice, pataleando como una niña pequeña— ¡Qué injusto!

– Señorita, usted y yo tendremos una conversación muy seria mañana. —Dice el padre de Alice, llevándosela a la cama— Gracias por traerla a casa, chicos.

– No hay de qué, señor Cooper.

Nos despedimos de los Cooper y caminamos hacia la casa más cercana: la de Jason. Durante el camino, el hombre lobo va robándome besos, haciendo el tonto por la calle. Cualquiera que lo viera diría que está ebrio, pero sabiendo la verdad, esa posibilidad es imposible.

– Me debes una muy grande por acompañar a Alice. —Le digo, alargando la u en el "muy".

– ¿Ah, sí? —Pregunta, acercándose a mi boca para jugar con mi lengua, tocándome el culo con fuerza— En paz.

Amor Entre Sombras [Remastered]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora