Amor Entre Sombras [Remastered]

Capítulo 38: The Healer.

~Jason~

Una vez terminan las clases, caminamos hacia el cementerio, encontrándolo cerrado. No me sorprende, nunca vengo en horas de visita, porque no me gusta visitar a mi padre cuando la gente viene a llorar a sus fallecidos, porque siento que me juzgan al no llorar o al oírme conversar con un trozo de piedra con el nombre de mi padre grabado en él.

– Seguidme. —Les indico a mis amigos, caminando hacia un agujero que hay en el muro que rodea el cementerio.

Una vez dentro, camino hacia la tumba de mi padre, sentándome frente a ella. Miro a Matthew, viendo como me sonríe y le indico con la mano que puede sentarse a mi lado si quiere, por lo que lo hace, tomándome de la mano para entrelazar nuestros dedos. Miro la lápida, leyendo el epitafio grabado en ella.

JASON JAY

1979 – 2010

Aunque las adversidades tuvieran altibajos, fuiste el mejor policía, marido y padre.

– Hola, papá, ¿cómo estás? Yo estoy... Mejor de lo que parece. Alice te envía saludos y, bueno, como ves estoy con algunos nuevos amigos... He conseguido cumplir nuestro sueño. Soy uno de los receptores de los Halcones. Sí, lo sé... Sé que el año pasado te dije que era imposible, pero resulta que las criaturas sobrenaturales existen y... Soy un hombre lobo. Y algo llamado Sanador, que aún no sé muy bien qué significa... Oh, ¿y recuerdas cuándo te dije que iba a casarme con una supermodelo? Ignora eso, este chico de aquí es Matthew, mi novio... Y es un vampiro. Lo sé, una locura. Pero locura es cuánto le quiero, papá. Me hace muy feliz...

– Él también me hace muy feliz, señor Jay. —Dice Matthew, haciendo que me salten las lágrimas— Y prometo cuidarlo y protegerlo hasta que pueda. Hasta el día en que nos separemos, sea por la razón que sea.

– ¿Cómo no quererlo, verdad? ¿Y hablando de querer...? ¿No querrías que mamá pasase página? —Miro a Brady, quien me sonríe sin saber por qué estoy mirándolo— Hoy he conocido al chico por el que peleaste para conseguir el amor de mamá y... Sigue enamorado de ella. Sé que, posiblemente es la última persona con la que esperas que esté, pero tú mismo dijiste una vez que, si algo te pasaba, lo único que deseabas era que mamá fuera feliz. Y realmente creo que este hombre puede hacerle feliz...

– ¿Jason? ¿Chicos? —La voz de Erik nos sorprende, forzándonos a Matthew y a mí a levantarnos del suelo— ¿Qué hacéis aquí?

– Estábamos...

– ¿¡Eres un fantasma!? —Exclama el muchacho, algo asustado.

– ¿Qué? —Pregunto, viendo que señala la tumba de mi padre— ¡No, idiota! ¡Ese es mi padre! Tengo el mismo nombre que él...

– Ah, vale... Por un segundo pensaba que estabas muerto... Yo he venido a ver a mi abuela.

– Qué tiernos sois... —Comenta una voz reconocible, llamando la atención de Alice, Matthew y la mía.

– ¡Ian! —Grito, colocando a todos a nuestra espalda— ¡Chicos, idos de aquí!

– ¿Perdón? ¿Por qué iba a...?

– ¡Hazlo! —Le grita Matthew, mirándolo con tanta autoridad que el muchacho retrocede murmurando lo raro que estamos siendo.

– Vosotros también, chicos... —Dice Alice, al ver que ni Brady, Chloe ni Mark se mueven.

– Nosotros nos quedamos. No vamos a huir de vuestros problemas. Somos amigos, ¿recordáis? Somos el equipo Sobrenatural.

– Qué enternecedor... Estos tres corderos creen que tienen alguna posibilidad contra mí y mis vasallos...