Capítulo 43: Falcons fall.

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~Matthew~

Ese mismo viernes, los Halcones juegan otro partido con una racha de victorias y empates, sin ninguna derrota. Si consiguen dos victorias más, pueden ser proclamados campeones de liga antes incluso que acabe el mes. Pero, a pesar de que los ánimos parecen haber mejorado en el funeral, lo cierto es que todavía no estábamos con fuerzas de nada. Y, el partido de hoy es contra los Coyotes: un equipo con un ataque imparable, pero una defensa que da pena.

El partido comienza a favor de los Coyotes y, nada más coger el balón, el jugador fue esquivando a Jason y compañía, consiguiendo los primero seis puntos. Brady apenas coordina a sus jugadores correctamente y los Coyotes consiguen dos puntos extra.

– ¡Vamos, chicos! —Gritan las animadoras, moviendo sus pompones— ¡Todavía podemos ganar!

Chloe coordina a su equipo, sentada en una banqueta. Mueve las manos de un lado a otro, ordenando qué y cuándo hacerlo, pero no participa en ninguna de las rutinas. Como si no tuviera ganas de animar a nadie. Como si el tema de Alice floreciera ahora en ella, permitiéndole llorar lo que no había llorado todavía por Mark y Jason.

Y es que ninguno de los tres Halcones parece poner su cuerpo en el asador. Los Coyotes los esquivan sin problemas, los demás jugadores de nuestro equipo corren de más y las gradas animan a sus jugadores como si fueran errores comunes que pueden solucionarse en una próxima jugada. Jugada que no llega nunca.

Para el final del primer tiempo, los Coyotes ganan 21-9. Y la ventana no deja de aumentar por minutos, hasta que las palabras del entrenador Soto, gritadas en sus orejas, parece despertarlos. Conseguimos puntos e incluso algún empate, pero las alas del halcón estaban rotas y todavía no habían sanado del todo, por lo que cada vez que intentaba volar, caía en picado contra el duro suelo. Finalmente, perdemos 39-34 tras un fallo de Jason en el último pase que podría habernos dado la victoria.

Para el Mercy Grace, pero, fue un mal día que ya no tiene vuelta de hoja y se asume la primera derrota con mucho orgullo.

El sábado siguiente por la mañana se juega otro partido, y el panorama es el mismo. Esta vez, nuestros contrincantes son los Dragones Dorados: Un equipo con una defensa sólida, pero un ataque pésimo. Los Halcones comienzan atacando, pero Brady es placado por el primer jugador que se encuentra.

«¿Siguen así por Ali? Pero si ya reíamos y hacíamos bromas como si ella estuviera con nosotros...» me digo a mí mismo, viendo como Jason pierde el balón al ser placado. El público comienza a animar junto a las animadoras y Chloe esta vez coordina comiendo patatas.

Mis días junto a Jason llegan a su fin y lo último que recordaré de él es verlo caer en lo más profundo de un pozo que él mismo se está cavando bajo sus pies. Sé que esto no es lo que Alice querría ver, pero por un lado comprendo lo que deben estar sintiendo ahora mismo. Estar ahí fuera, disfrutando de la vida, los partidos y el instituto parece una broma de mal gusto para Alice quien se va a perder todo eso debido a que está enterrada bajo tierra.

Por suerte, los Dragons no son muy buenos atacando, por lo que no vamos perdiendo por una ventaja de veinte puntos. Al final del partido, Brady indica que va a chutar el balón. Están tan cerca de la portería que es casi imposible fallar. Pero, tal y como he dicho, "casi" imposible permite que haya una pequeña posibilidad de error y Brady chuta mal, consiguiendo el efecto contrario al que ha buscado, haciendo que la pelota choque contra el poste, saliendo fuera.

La grada se queda en completo silencio, incapaz de entender cómo es posible que lo que acaban de presenciar haya pasado. Pero yo sé perfectamente la razón. Y tengo que hacer algo para que esto cambie, o alguien va a arrepentirse de decir o hacer algo que no debe.

Amor Entre Sombras [Remastered]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora