Capítulo 11: Big bad wolf.

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~Jason~

La semana transcurre con rapidez. Ya es miércoles y todavía no hemos conseguido echar abajo el vídeo del partido que, tal y como Alice y Matthew creyeron, terminó en varias plataformas de internet. La otra cosa en la que tenían razón era en que tendría una mala fama por el vídeo.

Y así es. Aunque ahora todo el mundo me mira al pasar, y por primera vez desde que empecé el instituto soy incapaz de pasar desapercibido, lo cierto es que nadie quiere estar cerca mío —a excepción de mi mejor amiga, los jugadores de fútbol, Chloe y el vampiro, claro—. De hecho, en las aulas en las que estoy, las sillas se terminan posicionando de forma que existe un círculo de vacío entre mis compañeros y mis dos amigos.

Por suerte, no todo esto son malas noticias. Gracias a mi fama de gran lobo feroz, he conseguido que todo el mundo borre el vídeo de sus teléfonos. Admito que he tenido que recurrir a amenazas vacías que luego nunca llevaría a cabo para conseguirlo, pero la gente me tiene tanto miedo que hace lo que le pido casi sin dudarlo.

– He conseguido una cita para esta tarde con la bruja que os dije. Me ha costado mucho porque tiene la agenda llena, pero en cuanto le he enviado el vídeo nos ha hecho un hueco entre dos citas a las seis. Matty, ¿te vienes?

Desde que Matthew me contó la verdad detrás de la razón por la que mi lobo interior se llena de ira cada vez que lo ve, he conseguido amansarlo de manera que, ahora, ya no siento toda esa adrenalina cuando estoy con él. De hecho, nos llevamos tan bien que hemos comenzado a llamarlo por el apodo que le puso todo el mundo como si fuéramos amigos.

Y, aunque no quiera admitirlo a excepción de Alice, lo cierto es que hace un par de noches dejé de tener la pesadilla de Kat para tener un sueño en el que aparecía Matthew. Un sueño erótico.

– Claro, ¿por qué no? Puede que al vernos a los tres juntos se sienta lo suficientemente intimidada como para ayudarnos sin pedir nada a cambio...

– ¡Ya te he dicho que es muy amable! Si realmente es una bruja como afirma serlo, sé que nos ayudará sin problemas.

– Si tú lo dices... Será la primera vez en casi tres siglos que conozco a una bruja que ayuda al resto de criaturas mágicas por tener un corazón de oro.

– Eres un idiota.

El timbre suena indicando el comienzo de las clases. Al llegar al aula donde tiene lugar el primer período, las mesas comienzan a moverse hacia los extremos de la sala, tal y como os he contado antes. Esta vez, pero, los jugadores de fútbol acercan sus mesas hacia el centro. Lo usual es que no se muevan e ignoren el miedo que me tiene el resto de la clase, pero hoy parecen más acomodados a mi nueva rutina.

Porque la verdad es que a ellos también los asusté el sábado, por lo que cuando llegamos el lunes, incluso ellos se apartaron de mí por temor de que volviera a perder el control. Ese mismo día, el entrenador les echó la bronca por dejarme solo en el entrenamiento y, tras decirles que fue culpa del Saqueador que me insultó y humilló cuando estaba en el suelo —aunque era mentira—, comenzaron a confiar en mí, ya que ahora era un Halcón más de la familia.

Lo que más me molesta de toda esta situación, pero, es que los profesores también mantienen sus distancias cuando se encuentran conmigo por los pasillos o cuando lanzan una pregunta al aire para que uno de nosotros la responda. De hecho, incluso cuando solamente yo tengo la mano levantada, intentan convencer a otro de que intente dar una respuesta.

Pero le prometí a Alice que intentaría no alterarme, así que intento pensar en que, si todo va bien, en unas horas la gente habrá olvidado de una vez por todas estos malditos cinco días.

Amor Entre Sombras [Remastered]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora