Capítulo 44: Baby falcon vs Veteran falcon.

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~Jason~

– ¡Estoy harto de vuestro juego tan cutre! —Grita Erik, explotando de la rabia que lleva conteniendo todas estas semanas— ¡Qué Alice esté muerta no es excusa para que juguéis así de mal!

«No ha dicho lo que creo que ha dicho. No ha dicho lo que creo que ha dicho.» me repito una y otra vez internamente, como un mantra, mientras el campo queda en completo silencio. «Oh, mierda. El cabrón lo ha dicho.»

A tomar por culo el mantra. Mis ojos se vuelven amarillos y corro hacia Erik, siendo placado por Brady, que ha corrido hacia mí, ignorando su pie lesionado. Al caer, un breve grito de dolor llama mi atención, cambiando de nuevo el color de mis ojos.

– Jason, mírame, es Erik. Es un capullo. Lo ha dicho sin pensar... —Pero el recordar sus palabras, mis ojos vuelven a cambiar de color— Mierda. ¡Matty! ¡Te necesito!

El vampiro corre a mi lado, besándome en los labios. Como solía hacer yo para tranquilizarlo a él. Me dejo llevar por se beso y mis ojos vuelven a la normalidad, esta vez, para permanecer de ese color. Al ver a Brady todavía en el suelo, me preocupo.

– ¡Idiota! ¡Qué puede estar roto!

– Como si fuera a dejarles grabarte con los ojos amarillos... —«Como si fuera la primera vez.» pienso, recordando el incidente de mi primer partido— Somos hermanos, ¿recuerdas?

– Nuestros padres no están casado, solo han conversado sobre sus sentimientos y han acordado tener una cita cuando encuentren un pulmón compatible para mi madre... Pero vale, hermano.

Señalo al banquillo para llamar la atención del entrenador Soto, pero no lo encuentro allí. De repente, el sonido de una bofetada y los gritos ahogados de todos los asistentes me hace mirar hacia la zona en la que se encuentra Erik, quedándome boquiabierto. El entrenador Soto le ha cruzado la cara de una bofetada, tirándolo al suelo. El muchacho, del impacto emocional, se ha colocado en posición fetal y observa al adulto con terror en los ojos.

– Oh, dios mío... ¡Entrenador! ¿¡Qué ha hecho!? —Grito, corriendo hacia allí.

– ¿¡Pero tú te has oído al hablar!? ¡La muerte de Alice Cooper ha sido muy dolorosa para todos, pero lo ha sido más para ellos! ¿¡Cómo tienes los huevos de decir algo tan destructivo como eso a tus compañeros!? ¡Estás fuera del equipo!

– Qué sean dos expulsiones, entonces. —Sentencia Mark, saltando sobre Erik para comenzar a golpearle.

El entrenador Soto reacciona con rapidez, sujetando a Mark de ambos brazos, pero él sólo no es suficiente para separarlo. Mark ha perdido los estribos y se está desfogando con Erik, que chilla y llora, completamente aterrado. Y es que no hace falta tener un diploma universitario para saber que la reacción de mi compañero a la bofetada del entrenador ha sido un mecanismo de defensa ante la violencia que sufre por parte de un adulto, posiblemente por parte de uno de sus progenitores.

Algunos de los jugadores ayudan al entrenador a separar a Mark, quien escupe a Erik en la cara. Cuando consiguen sentarlo, el entrenador conversa con él sobre lo ocurrido. Yo, me acerco al muchacho y me siento lentamente a su lado.

– ¿Q-qué quieres? —Me pregunta, con su orgullo intacto.

– ¿Estás bien? Lo que ha hecho el entrenador no ha estado bien, ¿sabes? Ningún adulto debería pegar a un menor. Ni siquiera si ese adulto son tus padres...

– N-no sé de qué-.

– No hace falta que lo escondas conmigo. Conviví con un padre alcohólico que una vez estuvo a punto de abofetearme. Sé el miedo que se pasa, aunque no conozco el miedo que se siente al recibir el golpe. ¿Es tu padre? ¿O tu madre?

Amor Entre Sombras [Remastered]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora